El dólar libre llegó a $400: las cuatro causas que explican la suba

La cotización del billete en el mercado informal finalmente superó una nueva barrera psicológica. Los factores que la empujan

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Los dólares bursátiles también suben al ritmo de la inflación.
Los dólares bursátiles también suben al ritmo de la inflación.

En una economía que escala su nominalidad a una tasa que ya supera el 100 por ciento anual, los precios del dólar -en particular aquellos que son operados por fuera del estricto control de capitales oficial- tienden a subir inevitablemente. El dólar no es una excepción para esta regla.

Mientras que el dólar para turismo en el exterior ($441,50) y el “contado con liquidación” ($404) ya superaron la barrera de los 400 pesos, ahora es el dólar libre el que alcanza un nuevo máximo histórico y supera una barrera psicológica.

¿Por qué sube el dólar libre?

1) Alta inflación. Los precios minoristas ya acumulan un alza próxima al 20% en lo que va de 2023 (si se tiene en cuenta la expectativa de que el dato de inflación de marzo haya llegado al 7%). En el período, el dólar libre gana un 15,6% o unos 54 pesos, por cuanto el margen de incremento todavía tiene espacio ante la dinámica general de los precios de la economía.

“Los dólares financieros -y libre- continúan su reacomodamiento hacia la escala de los $400, lo cual resulta razonable toda vez que ya no existiría espacio para que siga corriendo detrás de la inflación y así es que debería al menos acompañar dicha evolución”, comentó el economista Gustavo Ber.

2) Fuertes ventas del BCRA. En el primer trimestre del año el Banco Central sostiene un abultado ritmo de ventas de dólares líquidos en el mercado mayorista, una tendencia inusual para la estacionalidad del comercio exterior, pero que este año se volvió inevitable por el impacto de la sequía en la producción de trigo, y también por el adelanto de exportaciones con el impulso del dólar soja en los meses de septiembre y diciembre de 2022. La introducción del dólar agro permitió a la entidad interrumpir esta semana 23 ruedas consecutivas de ventas, con dos ruedas de compra por USD 4 millones en total. Pero con más de USD 3.000 millones vendidos en el primer trimestre buena parte del daño está hecho.

Un análisis de GERES (Grupo de Estudios de la Realidad Económica y Social) indicó que según el último balance del Banco Central al 15 de marzo pasado, las reservas netas del BCRA se ubicaron en USD 1.277 millones: las reservas líquidas fueron negativas en USD 5.139 millones, mientras que USD 3.818 millones correspondieron a oro y USD 2.599 millones a DEG (Derechos Especiales de Giro) del FMI. Entonces, las reservas totales se situaron en 37.783 millones de dólares.

Fuente: GERES, en base al BCRA.
Fuente: GERES, en base al BCRA.

Por esta falta de divisas “contantes y sonantes” para intervenir en el mercado y respaldar el valor del peso, el Gobierno lanzó el dólar agro y el Banco Central activó la conversión a dólares de tres tramos del swap con el Banco Popular de China por USD 1.000 millones cada uno, en lo que va de 2023. En las próximas semanas se habilitarán otros USD 2.000 millones más: USD 1.000 millones llegarán a fines de marzo y otros USD 1.000 millones se aguardan para abril, para completar un total de USD 5.000 millones de libre disponibilidad para mejorar el nivel de liquidez para intervenciones en el mercado de cambios.

3) Impulso de los dólares bursátiles. La reciente escalada del dólar libre se relaciona con el repunte de paridades que se negocian en la Bolsa a a través de la compraventa de acciones y bonos. Hay que tener en cuenta que el “contado con liquidación”, utilizado para hacerse de dólares que quedan depositados en una cuenta en el exterior, gana 16,8% en 2023 y ya superó los $400 a mediados de marzo.

¿Cuál es el valor objetivo de los dólares financieros? Según el economista y asesor de negocios Salvador Di Stefano, “tomando los pasivos y reservas del balance del Banco Central deberían ubicarse entre 440 y 460 pesos. A los precios actuales es muy bueno acopiar dólares, máxime teniendo en cuenta la inflación que tendremos por delante, el alto déficit fiscal de la tesorería, y la dificultad del gobierno por financiarse.

4) Crece el déficit fiscal. El 2023 es un año con elecciones presidenciales y, por lo tanto, acota el espacio de maniobra del Gobierno para efectuar importantes ajustes del gasto público. En ese aspecto, fue una mala noticia que el déficit fiscal primario de febrero alcanzara los $228.134 millones, el triple de los $76.283 millones del mismo mes de 2022, lo que llevó al rojo fiscal del primer bimestre del año a los $432.000 millones, esto es el 98% de la meta trimestral acordada con Fondo Monetario.

El elevado déficit fiscal alimenta las especulaciones acerca de las necesidades de más endeudamiento o emisión monetaria para cubrir el desequilibrio y, en el mismo sentido, la presunción de mayores presiones devaluatorias.

La caída de reservas y datos fiscales muy negativos anticipan mayores presiones devaluatorias en los próximos meses

“El incumplimiento de la meta del primer trimestre, que era por lejos la menos desafiante hace suponer que los trimestres subsiguientes podrían seguir el mismo camino. Más aún cuando se considera que el oficialismo comenzó a utilizar la sequía como pretexto antes de tiempo (sus consecuencias se harán sentir en el segundo trimestre) y que la revisión del tercer y cuarto trimestre, los más exigentes, serán enfrentadas por la próxima Administración. Por todos estos elementos, el punto de partida de déficit primario para el Gobierno entrante será inexorablemente muy superior al 1,9% del PBI inicialmente pautado”, aportaron desde Portfolio personal Inversiones.

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