Quién es Roberto Campos Neto, domador de la inflación en Brasil y único punto de coincidencia entre Lula y Bolsonaro

La receta que aplicó el banquero central brasileño para contener la suba de precios es apoyada por los dos rivales de la política brasileña. Cómo se anticipó a sus colegas del resto del mundo

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Roberto Campos Neto, el ortodoxo presidente del Banco Central brasileño, seguirá en su cargo hasta 2024, habiendo sido nombrado por Bolsonaro y respaldado por Lula (Reuters)
Roberto Campos Neto, el ortodoxo presidente del Banco Central brasileño, seguirá en su cargo hasta 2024, habiendo sido nombrado por Bolsonaro y respaldado por Lula (Reuters)

Desde Madrid - La extrema tensión de la política brasileña entre el presidente Jair Bolsonaro y el electo Lula da Silva ha conseguido un punto de coincidencia: ambos quieren bajar la inflación. Y para hacerlo, uno respetará el mandato del funcionario encargado de esa tarea que aún cuando fue designado por el otro. Roberto Campos Neto, el ortodoxo presidente del Banco Central brasileño, seguirá en su cargo hasta 2024, habiendo sido nombrado por Bolsonaro y respaldado por Lula.

El punto de coincidencia entre Lula y Bolsonaro está lejos de cualquier cuestión ideológica y es bien pragmático: Brasil es el único país que consiguió tres meses consecutivos de caída de la inflación, tras la explosión en 2022 de los precios globales de la energía y los alimentos que provocó la invasión rusa a Ucrania.

Campos Neto es el responsable de ese éxito al haber subido las tasas de interés de política monetaria desde el 3% a casi el 14% anual. Esa reacción temprana y drástica permitirá a la mayor economía latinoamericana sostenerse a pesar de la tormenta inflacionaria que atraviesa el mundo.

Brasil es el único país que consiguió tres meses consecutivos de caída de la inflación, tras la explosión en 2022 de los precios globales de la energía y los alimentos

Lula decidió sostener al elegido por su archirrival y respetar las leyes que disponen la independencia del Banco Central. “Campos Neto tiene hoy la misma independencia que Henrique Meirelles tuvo en mi gobierno”, dijo el presidente electo de Brasil, tan aplaudido por el gobierno argentino en estos días.

Campos Neto y su política antiinflacionaria se llevaron los elogios de la Conferencia Internacional de Banca organizada por el Grupo Santander en la última semana en Madrid. Ante la consulta específica sobre qué camino seguirá frente al cambio de gobierno de Brasil, Campos Neto aplicó el manual de la prudencia que suele acompañar a los que ocupan su función: “Los banqueros centrales no hablamos de política, menos frente a un país que está dividido. Prefiero que me hagan preguntas sobre inflación y no sobre política.”

“Campos Neto tiene hoy la misma independencia que Henrique Meirelles tuvo en mi gobierno”, dijo el presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva (Reuters)
“Campos Neto tiene hoy la misma independencia que Henrique Meirelles tuvo en mi gobierno”, dijo el presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva (Reuters)

Sin referencias explícitas hacia el respaldo por parte de Lula, agregó: “Nuestra tarea es seguir adelante, luchando frente a la inflación y haciendo que el país tenga un crecimiento sostenible. Esperamos poder trabajar de la mejor manera con el nuevo gobierno”.

En el seminario de Santander realizado en la “Ciudad Financiera” en la que funcionan los cuarteles centrales del banco en las afueras de Madrid, ejecutivos financieros de toda Europa escucharon su receta. Y Campos Neto fue local, ya que trabajó 20 años en la entidad española.

Campos Neto y su política antiinflacionaria se llevaron los elogios de la Conferencia Internacional de Banca organizada por el Grupo Santander

En los pasillos de la conferencia, quienes trabajaron con él su paso por la entidad española señalan que es un clásico Chicago boy, exponente de las concepciones más ortodoxas. Y algunos lo ponen aún más a la derecha.

Con su intensa trayectoria en el mundo corporativo, Campos Neto no desconoce la otra orilla, ya que proviene de una familia de peso en la política. Su abuelo, Roberto de Oliveira Campos Neto, fue cercano a Getulio Vargas y participó de la fundación del Bndes, el poderoso banco de desarrollo brasileño. Su salto desde el mundo privado al público fue responsabilidad de Paulo Guedes, ministro de Hacienda de Bolsonaro, quien apadrinó su llegada al Banco Central.

En los pasillos de la conferencia del Grupo Santander, en Madrid, quienes trabajaron con él su paso por la entidad española señalan que es un clásico Chicago boy, exponente de las concepciones más ortodoxas. Y algunos lo ponen aún más a la derecha
En los pasillos de la conferencia del Grupo Santander, en Madrid, quienes trabajaron con él su paso por la entidad española señalan que es un clásico Chicago boy, exponente de las concepciones más ortodoxas. Y algunos lo ponen aún más a la derecha

En su exposición destacó Campos Neto que ante una crisis inflacionaria “un banquero central puede cometer dos tipos de errores: hacer poco o hacer demasiado”. En su caso, aseguró que parte del éxito fue una fuerte coordinación entre la política fiscal y la monetaria. Y que cualquier precio a pagar en materia de baja actividad económica, vale la pena y es bien aceptado por una sociedad como la brasileña, que sabe lo que es vivir con alta inflación.

En su disertación, Campos Neto explicó cuáles fueron los complejos pasos que dio frente a la crisis global en el escenario que mezcló el post-covid con la invasión de Rusia a Ucrania.

Parte del éxito de la política antiinflacionaria fue una fuerte coordinación entre la política fiscal y la monetaria. Y cualquier precio a pagar en materia de baja actividad económica, vale la pena (Campos Neto)

Sus principales reflexiones fueron:

- “Es difícil juzgar lo que hace un Banco Central frente a un shock como éste. Hay dos errores para luchar frente a la inflación: hacer muy poco, sin lograr ningún ancla para controlar los precios, o hacer demasiado, lo que tampoco es bueno, porque se pierde credibilidad. Es difícil juzgar en una situación como esta porque hay muchas variables en juego”.

- “Decidimos un fuerte aumento de las tasas porque nos preocupamos mucho. La inflación sobre los alimentos llegó a Brasil antes que a otros países. Entendimos que la inflación iba a ser fuerte y persistente, y por eso debíamos actuar. Y decidimos actuar rápido”.

"Brasil es un país que tiene mucha memoria sobre lo que es tener alta inflación. Cuando empezamos a ver el impacto de la depresión en la economía mundial, sabíamos que en Brasil todo iba a impactar con mayor intensidad", dijo Roberto Campos Neto
"Brasil es un país que tiene mucha memoria sobre lo que es tener alta inflación. Cuando empezamos a ver el impacto de la depresión en la economía mundial, sabíamos que en Brasil todo iba a impactar con mayor intensidad", dijo Roberto Campos Neto

- “Otro punto clave para explicar lo que hicimos es que Brasil es un país que tiene mucha memoria sobre lo que es tener alta inflación. Cuando empezamos a ver el impacto de la depresión en el economía mundial, sabíamos que en Brasil todo iba a impactar con mayor intensidad”.

- “Durante la pandemia los gobiernos estuvimos muy cómodos imprimiendo dinero y sin hacer las reformas necesarias para crecer. Hoy estamos pagando el precio por ello. Y lo importante es pagar esas facturas de forma eficiente, sin agregar impuestos sobre el capital. Si la única solución es subir impuestos, perderemos credibilidad y la situación será peor”.

Las economías grandes también iniciaron su lucha contra la inflación y eso es algo bueno para Brasil, porque nos ayuda a no importar inflación del resto del mundo (Campos Neto)

- “Recibimos varias crisis a la vez. También nos impactó la crisis climática, ya que hubo pocas lluvias y la mayor parte de nuestra energía es hídrica”.

- “Hubo un shock de demanda de bienes tras la pandemia, algo que todavía no se normalizó. Y esa producción de bienes requería más energía para producirlos. Al mismo tiempo, el mundo atraviesa una ‘transición verde’”.

- “Las economías grandes también iniciaron su lucha contra la inflación y eso es algo bueno para Brasil, porque nos ayuda a no importar inflación del resto del mundo”.

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