Según un informe de la OCDE, los subsidios a la energía son un “alivio temporal” que puede generar inflación

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) publicó un informe sobre las políticas impositivas de más de 70 países, incluida la Argentina. Destacó que esa política juega “un rol crítico” para impulsar la recuperación económica y morigerar el impacto de las subas en los precios de la energía que afecta a varios países, sobre todo en Europa.

En el informe difundido por el organismo internacional se detallaron las reformas impositivas realizadas recientemente en 71 países y se destacó que los tributos, en especial los vinculados con el trabajo y los incentivos corporativos, se encuentran entre las “principales herramientas de política que los países usaron para estimular el crecimiento y promover la recuperación económica”.

De acuerdo con los datos presentados por el informe, la Argentina, al contrario del promedio de los países de la OCDE y al igual que Chile y Brasil, entre otros, obtiene la mayoría de la recaudación a partir de impuestos al consumo en lugar de tributos a los ingresos y a las ganancias, generalmente considerados como más equitativos. Por ejemplo, mientras que en Australia, Canadá, Nueva Zelanda y Estados Unidos, la recaudación por impuestos a la ganancias y a los ingresos representa más del 40% del total de la recaudación, en Argentina y Chile los impuestos a las ganancias personales sólo ronda el 7%, con más del 45% proviniendo de tributos al consumo como el IVA.

Los impuestos en la Argentina

El informe señaló varios puntos sobre el régimen y los cambios impositivos en la Argentina:

- Los impuestos sobre bienes y servicios siguen siendo una importante fuente de ingresos para la mayoría de los países incluidos en el informe. En promedio, estos tributos, que incluyen el IVA, los impuestos sobre las ventas y los impuestos especiales (“impuestos al consumo”) representan el 33,3% del total de impuestos entre los países relevados. En tanto, en la Argentina (y también en Chile) esos impuestos representaron entre el 54,9% y el 52,2% de los ingresos fiscales totales. Los países donde el porcentaje fue más bajo —hasta el 18,7% y el 16,9% de los ingresos fiscales totales— fueron Suiza y Estados Unidos.

- Los ingresos por impuestos sobre bienes y servicios tienden a representar una mayor proporción de los ingresos fiscales totales en las economías emergentes en comparación con los países desarrollados. Las estadísticas de la OCDE muestran que en África, Asia y el Pacífico y América Latina y el Caribe, los impuestos al consumo fueron, con mucho, la mayor fuente de ingresos como porcentaje de los impuestos totales.

- La Argentina fue incluida en la lista de países que implementaron reformas a la tributación de los criptoactivos, lo que implicó una combinación de cambios en los impuestos sobre la propiedad y sobre la renta. La Argentina amplió la base de su impuesto sobre los débitos y créditos en cuentas bancarias para incluir transacciones relacionadas con criptoactivos y criptodivisas con un impuesto del 0,6% a los intercambios de criptomonedas realizados por intermediarios ubicados en el país. Austria y Hungría también introdujeron impuestos sobre los ingresos derivados de las transacciones de criptomonedas.

- A pesar del crecimiento de los ingresos por impuestos a la propiedad en los últimos años, en general siguen siendo una fuente limitada de ingresos fiscales totales en los países incluidos en el informe. Los ingresos recaudados de los impuestos sobre la propiedad varían mucho entre países: desde el 0,2% del PIB en Indonesia hasta el 4,2% del PIB en Canadá.

- En promedio en los países analizados, los ingresos absolutos del impuesto a la propiedad como porcentaje del PIB aumentaron 0,2 puntos porcentuales, lo que representa un aumento del 12,5% en las últimas dos décadas. Los mayores aumentos absolutos de los ingresos por impuestos a la propiedad como porcentaje del PIB durante el período 2000-2020 se observaron en Argentina (1,4 puntos porcentuales) y Corea (1,4 puntos porcentuales), mientras que Suecia e Irlanda registraron disminuciones.

- La Argentina aumentó la progresividad de su tabla de impuestos a la riqueza al incluir dos bandas adicionales en la parte superior, señaló el informe en referencia a las alícuotas más altas que se incluyeron para patrimonios por encima de $100 millones y $300 millones en la última reforma al impuesto a los Bienes Personales a fines de 2021 (la tasa máxima se elevó a 1,75%). También se destacó el caso de Noruega, donde la tasa del impuesto sobre el patrimonio neto se elevó del 0,85% al 0,95%.

Subvención para los precios de la energía

Dentro del informe, hubo un capítulo especial para las medidas implementadas por los Gobiernos frente al alza en el precio de la energía que desde la segunda mitad de 2021 afecta especialmente a algunos países. Se trata de medidas de alivio fiscal temporal, como recortes en los impuestos y diversas políticas de estímulo que “podrían incrementar la inflación”.

La OCDE apuesta por abandonar las políticas de subvención de los precios de la energía, ya que consideró que “son insostenibles” desde el punto de vista presupuestario e injustas desde el punto de vista social, y recomendó privilegiar las ayudas a los grupos de ingresos más bajos.

El organismo pidió que cesen las políticas para contener los precios de la energía, porque consideró que están contribuyendo a subvencionar los combustibles fósiles, cuando precisamente la prioridad internacional es reducir su uso por razones climáticas. El informe, además, critica las medidas de control de precios o los topes por debajo del precio de mercado, porque aunque son relativamente fáciles de aplicar, su opinión es que acaban beneficiando a los que más energía consumen, que suelen ser los que tienen más recursos.

Los autores del informe admiten que las medidas para limitar la escalada de subidas de la energía pueden “temporalmente” contener las presiones inflacionarias. Pero advierten que no permiten que la demanda se ajuste a las restricciones de la oferta, y eso puede agravar los problemas de escasez y traducirse, en realidad, en inflación futura.

Por esa misma razón, las reducciones de los impuestos a la energía, que se aplicaron de forma muy amplia sobre todo en Europa con el IVA (se cita, entre otros, el caso de España), alteran la señal de los precios y reducen los ingresos fiscales. Y, según advirtieron, no está garantizado que esas rebajas impositivas se trasladen en la misma medida a los precios.

De acuerdo con los datos compilados en 89 países implicados en el informe, el costo fiscal de los dispositivos para contener la crisis energética entre octubre de 2021 y diciembre de 2022 se estimó en USD 246.000 millones, de los cuales USD 169.000 fueron directamente a subvenciones para los combustibles fósiles.

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