Un informe de Naciones Unidas confirmó que las mujeres, los jóvenes y trabajadores informales fueron los más perjudicados en la Argentina por la pandemia

El Covid-19 presenta múltiples desafíos para la recuperación del mercado de trabajo. Cuáles son las políticas sociales que tienen el potencial de promover el empleo en el contexto de la pospandemia, según el PNUD

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La brecha digital entre trabajadores en situación de formalidad e informalidad se ahondó aún más por la pandemia (EFE).
La brecha digital entre trabajadores en situación de formalidad e informalidad se ahondó aún más por la pandemia (EFE).

La irrupción del coronavirus produjo un fuerte impacto en el mercado laboral en Argentina: no solo profundizó las desigualdades preexistentes, sino que además produjo efectos relacionados con la condición laboral, el género, la edad y la educación. En este marco, las mujeres, los jóvenes y los trabajadores informales, sin educación media y de menores recursos, fueron los sectores que sufrieron mayores consecuencias.

Así lo arrojó el tercer número de la serie de documentos sobre Políticas Sociales para la Recuperación del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Argentina. El estudio fue presentado este jueves por medio de un Zoom, del cual participó Infobae.

En el trabajo se analizaron los principales impactos sobre la fuerza laboral y sus efectos diferenciados según los perfiles sociodemográficos y la condición de inserción de las y los trabajadores.

A continuación, los puntos salientes de la presentación:

Impacto en los principales indicadores laborales

El coronavirus afectó al mercado de trabajo, principalmente, en el segundo trimestre del 2020 e impactó fuertemente en el nivel de actividad, de empleo y desempleo. Los mayores efectos tuvieron lugar durante el período más restrictivo de las medidas de distanciamiento social. En ese plano, hubo una marcada reducción de la población económicamente activa y del empleo, como también un aumento de la desocupación. Sin embargo, a partir del tercer trimestre del 2020 se observó una recuperación, revirtiéndose la tendencia a valores cercanos a los de la prepandemia.

Impacto en la inserción y condiciones laborales de las mujeres

La pandemia afectó la participación económica de las mujeres y las horas que trabajan de forma remunerada, especialmente en aquellas con hijas/os menores en el hogar. El cierre físico de escuelas y guarderías tuvo un efecto diferencial en las mujeres debido a que intensificó la sobrecarga en tareas de cuidado, domésticas y de acompañamiento escolar, limitando aún más el tiempo que disponen para realizar actividades remuneradas.

Según indicaron desde el PNUD en Argentina, la variación entre el tercer trimestre de 2020 y el mismo periodo de 2019 fue de -8,8% en el nivel de actividad y de -9,1% en las horas semanales trabajadas; en tanto que entre los varones fue de -7,1% y de -5,7% respectivamente.

El coronavirus impactó en la participación económica de las mujeres.
El coronavirus impactó en la participación económica de las mujeres.

Impacto en el mercado laboral joven

El desempleo juvenil creció a raíz de su alta tasa de informalidad, su participación en trabajos presenciales de menor capacitación y la mayor búsqueda de trabajo. De acuerdo con el informe, la tasa de desempleo entre trabajadores hasta 29 años duplicó a la tasa adulta (11,7% versus 21,2%) en el tercer trimestre de 2020.

Este incremento se vincula a la alta participación de las y los jóvenes en empleos informales y trabajos que requieren de menor calificación’, sostuvieron desde el PNUD. Y agregaron: “La pandemia destruyó muchos trabajos en sectores como gastronomía y entretenimiento, que requieren contactos presenciales y no fueron considerados indispensables en el contexto de la crisis sanitaria”.

Impacto entre trabajadores formales e informales

“El empleo entre trabajadores asalariados en situación de informalidad se contrajo un 43,3% entre el segundo trimestre de 2019 y 2020″. Las restricciones de movilidad afectaron sobre todo a sectores con alta proporción de informalidad (como la construcción y el trabajo doméstico), ya que la mayoría del empleo informal en el país requiere de presencialidad física.

De modo contrario, el empleo formal registró una caída significativamente menor (4,3%) en el segundo trimestre del 2020, en gran parte por las provisiones legales que prohibieron los despidos y las medidas brindadas a través de la asistencia a empresas y el sostenimiento de salarios.

En cuanto a los salarios, la evolución fue muy dispar según la condición laboral: la suba del salario horario formal (en términos nominales) fue del 55,2%, mientras que el informal 27,4% (valor por debajo del 36,1% de inflación acumulada en el 2020).

Impacto entre los trabajadores sin educación media

El porcentaje de trabajadores que conservaron un empleo formal entre 2019 y 2020 fue visiblemente mayor entre quienes completaron el nivel secundario: se registró una diferencia de 14,6 puntos porcentuales, de acuerdo con el análisis.

El empleo y la desocupación según el nivel de educación.
El empleo y la desocupación según el nivel de educación.

Posibilidades de teletrabajar durante la pandemia

Los trabajadores con mayor años de educación, en situación de formalidad y mayor ingreso fueron quienes realizaron más tareas compatibles con el teletrabajo. “La pandemia profundizó la segmentación en la fuerza laboral. Mientras que entre las y los trabajadores formales el 78% realizaron tareas compatibles, entre los trabajadores informales este porcentaje se reduce a más de la mitad, al 22%. Al contrario, el porcentaje de las y los trabajadores informales asciende al 54% cuando se consideran quienes no realizaron actividades compatibles con el teletrabajo”, resaltó el informe.

La compatibilidad con el teletrabajo según las características sociodemográficas.
La compatibilidad con el teletrabajo según las características sociodemográficas.

Conclusiones

El Covid-19 agudizó los déficits y las desigualdades preexistentes mediante efectos heterogéneos entre los diversos grupos poblacionales. Las mujeres (especialmente con hijos/as en casa y/o adultos mayores), los jóvenes y los trabajadores informales fueron las poblaciones más afectadas por la pandemia.

Los esquemas de políticas sociales que tienen el potencial de promover el trabajo en el contexto pospandemia deben ser innovadores y orientados a traccionar la generación de empleo decente. “Deben incluir esquemas orientados a capturar y revertir los efectos heterogéneos sobre la fuerza laboral, superar la segmentación formalidad e informalidad y fomentar la inclusión digital”, remarcó el PNUD.

Agenda para la inclusión laboral

El Covid-19 presenta desafíos múltiples para la recuperación del mercado de trabajo. A partir de los hallazgos y conclusiones, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo propuso innovaciones de políticas orientadas a promover la generación de empleo de forma sostenible, con énfasis en las poblaciones más afectadas, y planteó una agenda con énfasis en cinco ejes:

1- Articular políticas integrales de inclusión socio-productiva por medio de acciones orientadas a la inserción de las poblaciones locales dentro de la matriz productiva territorial y cadenas de valor existentes. Para el diseño y la puesta en práctica de una estrategia de desarrollo común, estas políticas requieren procesos participativos que fomenten acuerdos de colaboración entre actores públicos y privados.

2- Impulsar iniciativas que reconozcan y jerarquicen el trabajo no remunerado. Los empleos domésticos, de cuidados, de socio-comunitario y de la economía popular deben ser valorados y redireccionados hacia condiciones que garanticen un trabajo decente.

3- Expandir políticas que promuevan la inversión en primera infancia -favoreciendo la inclusión laboral de las mujeres- y fomenten una distribución más justa de las tareas de cuidado.

4- Desarrollar políticas integradas de capacitación y orientación laboral, con foco en la terminalidad educativa.

5- Impulsar acciones orientadas a un mayor y mejor acceso y uso de las tecnologías digitales entre trabajadores en situación de informalidad.

Los hallazgos estuvieron basados en un análisis propio en base a Encuesta Permanente de Hogares (EPH) y a la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) del Ministerio de Trabajo.

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