Las ventas de los “superyates” alcanzaron niveles récord el año pasado, con una reducción de la oferta e impulsando los precios a niveles que probablemente no bajen a pesar del complejo comienzo de 2022 en los mercados financieros.
En 2021 se vendieron un total de 887 superyates, un salto del 77% respecto al año anterior y más del doble que en 2019, según un informe de la empresa de datos marítimos VesselsValue.
El magnate Jeff Bezos, que tiene un patrimonio neto de 174.700 millones de dólares según el Índice de Multimillonarios de Bloomberg, está a la espera de que le entreguen un yate de vela de 417 pies.
La nave actualmente está en la fase final de construcción en un astillero de Holanda.
En tanto, Steven Spielberg también tiene uno encargado, después de poner en venta su antiguo yate por 158 millones de dólares; se vendió en noviembre por un precio no revelado.
Las bajas tasas de interés y los mercados en auge impulsaron el año pasado las ganancias de las 500 personas más ricas del mundo, según el índice de Bloomberg. Esa generación de riqueza y la mayor demanda de ocio en solitario debido a Covid-19 fueron algunos de los principales impulsores del repunte de las ventas, según VesselsValue.
El crédito barato también ayudó, facilitando la “compra de distancia social”, como dijo un administrador de fortunas.
La suba de las tasas de interés y la agitación de los mercados de renta variable probablemente no deprimirán los precios, al menos durante los próximos meses, debido a la falta de inventario. Los superyates tardan años en construirse y los compradores que quieren embarcaciones de inmediato han agotado el mercado de segunda mano, indicó Bloomberg.
“Sencillamente, no hay suficientes yates disponibles para la compra”, afirma Sam Tucker, responsable de superyates de VesselsValue.
Las interrupciones en la cadena de suministro y la escasez de trabajadores han agravado la situación. Los astilleros están al límite y la construcción de nuevas embarcaciones se alarga. La otra cara de la moneda, al menos para los propietarios actuales, es el aumento de los precios.
En este sentido, los superyates no suelen considerarse una inversión, ya que la depreciación es muy alta y los costos de explotación anuales son elevados, aproximadamente el 10% del valor del barco. Pero la estrechez del mercado hizo que los valores aumentaran entre un 5% y un 8% sólo en 2021.
“Es un gran momento para ser propietario de un yate”, dijo Tucker. “Aquellos que compraron hace un año podrían ahora vender con beneficios habiendo disfrutado de una temporada completa de superyates gratis”, afirmó.
Los yates son un reflejo de status desde toda la vida. Los puertos de las playas más famosas del Mar Mediterráneo lo demuestran. Desde islas griegas o italianas, a las ciudades más exclusivas de la Costa Azul, Saint Tropez, Niza o Mónaco, todas lucen en sus marinas, verdaderas joyas de la náutica. Pero las fortunas más grandes del mundo ya no están necesariamente en Europa.
En la actualidad, los nuevos puertos asiáticos como el de Singapur o de Medio Oriente como los de Abu Dhabi o Dubai, han alcanzado y superado el nivel de lujo e imponencia de esas embarcaciones. Han nacido los superyates, y la pelea por tener el más grande del mundo, parece no tener fin.
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