Economistas destacaron la eliminación de retenciones a productos regionales pero advirtieron por la brecha y el atraso cambiario

La medida que entrará en vigencia a partir de enero próximo fue dispuesta a través del Decreto 851/2021 publicado en el boletín Oficial y lleva la firma del presidente Alberto Fernández

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Según la disposición oficial se reduce a cero a partir de 2022 las retenciones al maní, el sorgo, maíz pisingallo, cebada, sémola, harina de maíz, entre otros productos EFE /Cézaro De Luca/Archivo
Según la disposición oficial se reduce a cero a partir de 2022 las retenciones al maní, el sorgo, maíz pisingallo, cebada, sémola, harina de maíz, entre otros productos EFE /Cézaro De Luca/Archivo

El Gobierno eliminará a partir de enero las retenciones a las exportaciones del campo para productos ecológicos y biológicos y bajó las de cereales con certificación orgánica que beneficia a las economías regionales. En ese marco, economistas consultados por Infobae destacaron la medida, que se reduzca la presión fiscal sobre la producción exportables, pero también advirtieron por las condiciones de la macroeconomía, puntualmente el atraso del tipo de cambio y una brecha entre los dólares financieros y el mayorista que supera el 100 por ciento.

Obviamente que es positivo que se reduzca la presión fiscal sobre la producción exportable, pero no hay un conjunto de políticas sectoriales que puedan contrarrestar un esquema macroeconómico que desincentiva la exportación”, dijo a este medio Federico Moll, de la consultora Ecolatina.

En ese sentido, remarcó que producir para exportar requiere “no solo rentabilidad actual sino cierta incertidumbre respecto a la evolución de precios claves que afectan la rentabilidad del sector”. Y advirtió que “una reducción de retenciones se puede ver claramente compensada por un atraso del tipo de cambio con fines electorales, o puede ser una decisión que se revierta en unos meses si el esquema de poder al interior de la coalición cambia o si las necesidades fiscales aumentan”.

La reducción de las retenciones es nada respecto a una brecha que roza el 100% y no contrarresta las expectativas de depreciación que el mercado tiene”, destacó Moll. En ese sentido, dijo que si el Gobierno quiere que las exportaciones crezcan “va a tener que trabajar sobre el esquema de incentivos que define la política macroeconómica”:

En tanto, Gustavo Perego, economistas de la consultora ABECEB dijo a Infobae que la noticia es buena dado que “principalmente le da otro perfil al mercado orgánico y para lo que son economías regionales tiene un impacto adicional”.

“El costo fiscal no es tan grande porque fueron sobre productos que tenían una retención baja. Si eso se traduce en una mejora de precios para el productor habrá que verlo. En términos iniciales es positivo para la industria”, aseguró.

A su turno, Gabriel Caamaño, de la consultora Ledesma, fue más crítico y consideró: “La mayoría de los granos locales son transgénicos, empezando por el 100% de la soja que es lo que se exporta”. Y agregó que la calidad de los productos orgánicos exige un tipo de manejo de cultivos que no es el habitual en la Argentina.

El costo fiscal no es tan grande porque fueron sobre productos que tenían una retención baja. Si eso se traduce en una mejora de precios para el productor habrá que verlo. En términos iniciales es positivo para la industria (Perego)

Cabe recordar que la medida que entrará en vigencia a partir de enero próximo fue dispuesta a través del Decreto 851/2021 publicado en el boletín Oficial y lleva la firma del presidente Alberto Fernández, el jefe de Gabinete, Juan Manzur y los ministros de Economía, Martín Guzmán; Agricultura, Julián Domínguez y de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas.

El decreto suprime la alícuota del derecho de exportación para los productos que revistan la condición de ecológicos, biológicos u orgánicos, debidamente certificados y autorizados por el organismo competente. La medida reduce también en cinco puntos la alícuota del derecho de exportación para trigo, soja y maíz que tengan certificación orgánica.

Según la disposición oficial se reduce a cero a partir de 2022 las retenciones al maní, el sorgo, maíz pisingallo, cebada, sémola, harina de maíz, entre otros productos.

En ese marco, y según indicó la cartera de Economía, dejarán de tributar vinos, puré de manzana, azúcar de caña y arroz, orgánicos (certificados) que hoy tienen alícuotas de 4,5% o 5%. En tanto, otros productos orgánicos como frutas y verduras frescas no tributan derechos de exportación porque tampoco lo hacen los que no son orgánicos.

Asimismo, maíz y trigo que tengan certificación orgánica pasan de alícuotas actuales de 12% al 7%, mientras que soja y harina de soja con alícuotas hoy del 33% y 30% tendrán reducción al 28% y 25%, respectivamente.

La eliminación de retenciones incluye además a las semillas para siembra de numerosos cultivos: nuez, almendra, algodón, mostaza, cártamo, melón, amapola, alfalfa, como también para la siembra de hortalizas.

De acuerdo a la cartera que conduce Guzmán, el 99% de la producción de estos productos orgánicos se destinan al mercado exterior (los principales destinos son la Unión Europea, 46% y Estados Unidos, 37%)

En tanto, destacó que en 2020 se registraron 1.200 productores orgánicos y que 49 empresas se dedicaron a la exportación, de las cuales 19 exportaron menos de 3 millones de dólares.

En es ese sentido, destacó que Argentina es el segundo país en el mundo con mayor cantidad de hectáreas sembradas con productos orgánicos, con más de 3,7 millones, sólo por detrás de Australia. Sin embargo, indicó que la producción orgánica representa sólo el 2,5% del total de hectáreas sembradas en el país.

Según la disposición oficial se reduce a cero a partir de 2022 las retenciones al maní (Getty Images)
Según la disposición oficial se reduce a cero a partir de 2022 las retenciones al maní (Getty Images)

Entre las principales exportaciones de productos orgánicos se destacan la pera, el azúcar de caña, la soja, manzana, vino, puré de pera, arroz blanco, arándano, arroz integral y trigo.

En los fundamentos de la medida, el Gobierno sostuvo que “la demanda de alimentos orgánicos representa un mercado con alto potencial de desarrollo a nivel nacional y se encuentra en crecimiento a nivel internacional”.

El decreto recuerda que en 2020 y 2021 “se fueron reduciendo las alícuotas del tributo para distintos productos y aún quedan pendientes algunas modificaciones ya que siguen existiendo bienes finales de economías regionales que tributan Derechos de Exportación”.

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