Semana financiera: el Banco Central sumó trabas pero la demanda de dólares no se detuvo

El mercado descree que el actual esquema cambiario pueda sostenerse mucho tiempo más allá del 14 de noviembre, con una brecha superior al 100% y un ritmo devaluatorio muy inferior al avance de la inflación

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Tras casi dos años, el viernes el dólar mayorista bajó dos centavos. Guzmán y Pesce dicen que no habrá devaluación, pero los mercados dudan y aguardan los efectos de la elección del 14N
Tras casi dos años, el viernes el dólar mayorista bajó dos centavos. Guzmán y Pesce dicen que no habrá devaluación, pero los mercados dudan y aguardan los efectos de la elección del 14N

Fue una semana rara para los mercados, dominada por la constante suba de las variantes del dólar “contado con liquidación”, ya claramente por encima de los $ 200, y del dólar blue, que por primera vez alcanzó esa cotización y cerró el viernes en 199 pesos. La rareza consistió en que, producto de una nueva vuelta de turca al cepo cambiario, que consistió en prohibir a los bancos aumentar –al menos hasta fin de mes- su posición general de cambios, el BCRA terminó comprando USD 210 millones y, por primera vez en casi dos años, retrocedió dos centavos la cotización mayorista oficial de la moneda norteamericana.

Todo un mensaje al mercado del presidente del BCRA, Miguel Pesce, y del ministro de Economía, Martín Guzmán, que reitera ante cada micrófono que se le pone enfrente que no habrá devaluación, aunque analistas, inversores y el público en general dudan de que la política cambiaria pueda sostener mucho más allá de las elecciones legislativas del 14 de noviembre un ritmo de devaluación tan por debajo de la inflación y una cotización oficial tan por debajo de los tipos de cambio no oficiales, con los que la brecha ya es del 100 por ciento.

Aún así, el titular del Central y el ministro apuestan a revertir las expectativas de devaluación, sea cual sea el resultado delas elecciones. Una promesa que el mercado, a juzgar por las cotizaciones, no ve factible.

La cuestión es que al cierre de la semana el BCRA recibió USD 290 millones de fondos del Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Corporación Andina de Fomento (CAF) que compensaron el impacto en las reservas del pago de intereses por USD 390 millones de intereses al FMI. Aún con ese ingreso y con la compra de dólares generada por la nueva versión del cepo, las reservas cerraron la primera semana de diciembre en USD 42.785 millones, USD 31 millones por debajo del cierre de octubre.

“En la jornada siguió presente la fuerte demanda de importadores pero se compensó con la oferta dados los límites impuestos por el BCRA sobre la Posición Global neta en moneda extranjera del sistema financiero, lo que permitió una mayor cobertura por parte de los exportadores, en una rueda donde se operaron cerca de USD 650 millones”, precisaron desde la autoridad monetaria.

La semana que comienza, sin embargo, será la del más intenso run-run electoral, cuando las pulsaciones políticas se aceleran y los movimientos financieros se vuelven más brutales. De hecho, el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) difundido ayer por el BCRA precisó que el promedio de pronósticos relevados arroja que el año cerrará con un 50,3% de inflación minorista, 2,1 puntos porcentuales por encima del mes anterior.

Demanda dominante

La demanda sigue dominando el mercado informal del dólar, cuyo precio de $ 200, una barrera que, en todo caso, ya superó largamente el dólar implícito en el bono Global 30, en principio no alcanzado por las operaciones de BCRA para contener la brecha cambiaria: la compra del bono con pesos y su posterior reventa en dólares arrojó ayer un costo de $214 por dólar, $6 más que al cierre del jueves, en tanto el dólar MEP -versión local del CCL en el que las divisas compradas y vendidas no salen de país, estaba a $205.

Según Ber, los activos argentinos no logran acoplarse al tono positivo de Wall Street, lo que explica que el S&P Merval se mantenga estable
 REUTERS/Marcos Brindicci
Según Ber, los activos argentinos no logran acoplarse al tono positivo de Wall Street, lo que explica que el S&P Merval se mantenga estable REUTERS/Marcos Brindicci

Esas cotizaciones, sin embargo, no son las únicas del mercado. El Central interviene activamente, vendiendo reservas, para mantener dos cotizaciones financieras por debajo del valor de mercado: el dólar contado con liquidación y MEP implícitos en el AL30, que ayer cotizaban a $ 184,44 y $ 182,83 respectivamente.

El remanso del viernes no asegura tranquilidad. “En el marco de la incertidumbre actual de cara a las elecciones definitivas, la demanda por cobertura de tipo de cambio se mantiene firme”, señaló un informe de Portfolio Personal Inversiones. De hecho, aunque retrocedió levemente, el riesgo-país, una medida de la (des)confianza surgida de cuánto está dispuesto un inversor por una promesa de pago del gobierno argentino, quedó en 1.733 puntos,

Gustavo Ber, titular del estudio homónimo, destacó que los activos argentinos, incluyendo los ADRs, no logran acoplarse al tono moderadamente positivo de Wall Street, lo que explica que el S&P Merval se mantenga estable, “con la mayor presión concentrada en los ADRs de bancos, mientras los operadores siguen transitando una selectiva corrección tras impulsar otro “trade electoral”.

Los precios en dólares de los bonos, señaló Ber, también se muestran en promedio relativamente neutros y con posiciones técnicas que niegan los amagues de repunte. “Los activos domésticos ya no logran acompañar, ni siquiera los ADRs que venían siendo los vehículos utilizados por los operadores en busca de impulsar otro “trade electoral”, tal como habían promovido antes de las PASO”.

Es claro, a días de las elecciones, la cautela gana espacio: los inversores quieren saber qué arrojarán las urnas y, más aún, qué reacciones políticas generarán.

Según Ber, para que el Gobierno alcance un acuerdo con el FMI que sirva de ancla a las expectativas sobre 2022 y permita empezar a corregir los desequilibrios económicos, es indispensable un consenso político “y aún no queda claro si las principales fuerzas políticas lograrán alcanzarlo a fin de evitar mayores daños y una eventual crisis”.

El contexto macro

La macroeconomía no ayuda a tranquilizar los ánimos. Como señaló un informe de la consultora Equilibra, la política monetaria transita el bimestre de mayores necesidades de emisión del año y se está endureciendo por dos vías: la emisión de Leliqs y pases del BCRA, y mayores tasas de interés en subastas de letras del Tesoro, que ya superan el 48% de Tasa Efectiva Anual (TEA) a 3 meses de plazo.

Además, señaló la consultora, “la demanda de cobertura cambiaria está en ascenso; dados los rendimientos del bono dólar linked TV22 y la letra ajustable por CER X18A2, ambos con vencimiento en abril, para que un inversor esté indiferente entre estos dos instrumentos el tipo de cambio oficial debería avanzar unos 5 puntos por encima de la inflación entre noviembre y abril”. Una evaluación muy alejada de la accion oficial del viernes, con la baja del tipo de cambio mayorista.

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