¿Se animaría a volar en un avión a agua? En 2022 empezarán a probar aeronaves propulsadas por hidrógeno

La californiana Universal Hydrogen hará las primeras pruebas en un avión de 40 plazas. Ya firmó acuerdos con varias aerolíneas. Oportunidad para la Argentina

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Icelandair mostró interés en la iniciativa de Universal Hydrogen
REUTERS/Arnd Wiegmann/File Photo
Icelandair mostró interés en la iniciativa de Universal Hydrogen REUTERS/Arnd Wiegmann/File Photo

La “economía del hidrógeno” quiere levantar vuelo. Universal Hydrogen, una startup con sede en Los Ángeles que ya quintuplicó su valor de mercado, a USD 262 millones, gracias a la incorporación de financistas como la china Tencent y GE Aviation, la división de aviación de la legendaria General Electric, proyecta rediseñar aviones para permitir que sean propulsados con celdas de hidrógeno.

La primera prueba, el año próximo, será con un avión de 40 plazas y la empresa ya firmó acuerdos con varias aerolíneas, como Icelandair, Ravn Alaska, ASL Aviation y la española Air Nostrum, para venderles kits de conversión y reemplazar sus actuales motores por celdas de hidrógeno y motores eléctricos.

La compañía ha logrado también atraer inversores como Toyota, JetBlue y Fortescue, según publicó el diario británico Financial Times.

Aerospresso

Si suficientes compañías aceptan la reconversión de sus flotas y adoptan el hidrógeno como combustible, el negocio de Universal Hydrogen sería venderle sus “cápsulas de hidrógeno”, así como Nestlé vende sus cápsulas Nespresso, explicó Paul Emerenko, el director ejecutivo de la compañía californiana. “”Vendemos la cafetera lo más barata posible y luego monetizamos el suministro de cápsulas durante la vida útil de ese producto”, resumió la lógica del negocio.

Los primeros aviones de uso comercial impulsados a hidrógeno estarían operativos en 2025. Según Emerenko, si de verdad la aviación pretende cumplir las metas del Acuerdo de París sobre cambio climático, los aviones de próxima generación deberían funcionar a hidrógeno.

El mayor impacto sería convencer a Boeing y Airbus, de modo que rediseñen sus aviones, que dan cuenta del 60% de las emisiones de dióxido de carbono de la aviación mundial, que explica a su vez el 3% de las emisiones totales que contribuyen al calentamiento ambiental.

Pero ese tiro parece por ahora lejano. Airbus señaló que pretende contar con aviones propulsados por hidrógeno para 2035 y el director ejecutivo de Boeing, David Calhoun, descartó que sea un objetivo lograble a mediano plazo y apuntó hacia el año 2050, teniendo en cuenta también los desafíos de logística e infraestructura para lograr que la tecnología sea “comercialmente relevante”.

Takahiro Nakamae, embajador de Japón en la Argentina. quien recordó la vigencia de un Memorándum de entendimiento firmado en 2019 “para explorar nuevos acuerdos de cooperación” en relación al hidrógeno
Takahiro Nakamae, embajador de Japón en la Argentina. quien recordó la vigencia de un Memorándum de entendimiento firmado en 2019 “para explorar nuevos acuerdos de cooperación” en relación al hidrógeno

Abundante, pero duro de separar

“El hidrógeno es el elemento más simple de la naturaleza y el gas más abundante en el universo y se encuentra naturalmente en la tierra unido a otros elementos en estados líquidos, gases o sólidos: está presente en el agua y en casi todas las moléculas de los seres vivos. Solo no desempeña un papel particularmente activo; permanece unido a los átomos de carbono y oxígeno y combinado con el carbono forma compuestos o hidrocarburos como el gas natural, el carbón y el petróleo. Su principal ventaja es que es un gas cuya combustión produce simplemente agua y, al igual que la electricidad, es un portador o vector de energía que debe producirse a partir de otra fuente”, explican la ingeniera Julieta Rabinovich y el economista Sebastián Scheimberg en un informe publicado por la consultora Daniel Montamat & Asociados.

Pero separar el hidrógeno requiere grandes cantidades de energía, algo amigable con el ambiente solo si se hace a partir de fuentes renovables, como las energías solar y eólica (molinos de viento) y a costo aceptable. El hidrógeno separado a partir de fuentes renovables es el llamado “verde”, diferente del “marrón”, separado mediante el uso de hidrocarburo, o el “rosa”, mediante energía nuclear, procesos contrarios al objetivo ambiental. El almacenamiento y transporte es otro desafío.

Lo cierto es que la Argentina está muy bien posicionada para obtener “hidrógeno verde”, por su gran potencial eólico (la Patagonia) y solar (las provincias del NOA cercanas al trópico de Capricornio), como mostró en sus mapamundis de los vientos e irradiación solar el experto catalán Juan Ramón Morante en un seminario que tuvo lugar en junio pasado, organizado por la Secretaría de Asuntos Estratégicos, que encabeza Gustavo Béliz. Otro punto a favor es el interés de países como Alemania, Japón y Corea del Sur en impulsar ese potencial y asegurarse un suministro fiable de “hidrógeno verde”.

Mapamundis de los vientos (arriba) y de intensidad solar (abajo). La Argentina es uno de los países del mundo con abundancia de ambos
Mapamundis de los vientos (arriba) y de intensidad solar (abajo). La Argentina es uno de los países del mundo con abundancia de ambos

En el informe “Hidrógeno 2030, hacia una estrategia nacional”, del Consejo Económico y Social, el embajador alemán en la Argentina, Ulrich Sante, dijo que “la Argentina tiene condiciones ideales para producir energía a través de las energías renovables” y que para su país “la cooperación energética es una de las sendas más importantes en el ensayo de revitalizar nuestras relaciones económicas post Covid” mediante “inversiones en el sector del hidrógeno”. El embajador de Japón, Takahiro Nakamae, dijo que para su país “es muy importante el diálogo con la Argentina para elegir entre los diferentes métodos de producción de hidrógeno” y recordó la vigencia de un memorándum de entendimiento sobre el tema firmado entre ambos países en 2019 “para explorar nuevos acuerdos de cooperación”. Y el de Corea del Sur, Jang Myung-soo, dijo que “el hidrógeno es muy importante para ayudar a la Argentina en el cumplimiento de la meta de carbono neutral para el año 2050″, por lo que advirtió que “la confluencia de intereses con empresas coreanas, como Posco, que ha invertido en minas de litio en Salta y ha mostrado interés en concretar proyectos en materia de hidrógeno”.

El cuadrante noroeste muestra los sectores en que la emisión de carbono más aumentó y de mayor potencial de uso del hidrógeno. Se destacan la aviación y transporte marítimo internacional
El cuadrante noroeste muestra los sectores en que la emisión de carbono más aumentó y de mayor potencial de uso del hidrógeno. Se destacan la aviación y transporte marítimo internacional

Morante, el experto catalán que expuso en Buenos Aires, dijo que las principales aplicaciones del hidrógeno para descarbonizar la economía global están en la industria naval y la aviación internacional, pues los beneficios aumentan con las distancias a recorrer y el tonelaje a transportar. No es casual que en el ámbito local una empresa interesada en el uso del hidrógeno es la argentino-uruguaya Buquebus, de la mano de la española TCI, mediante el uso de celdas de combustible o pilas de hidrógeno para propulsión de embarcaciones y operaciones auxiliares en tierra y logística portuaria.

Por ahora, sin embargo, Universal Hydrogen parece haber tomado la delantera: pretende que los aviones “verdes” levanten vuelo antes de que zarpen los buques.

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