Alerta por falta de lluvias: hay un 70% de probabilidad de que esta campaña se repita el fenómeno de La Niña

La Bolsa de Comercio de Rosario emitió un informe basado en el análisis sobre las expectativas de lluvia en la región y el escenario se volvería a presentar. En los últimos 35 años sucedió tres veces seguidas con resultados desalentadores

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Lotes de soja afectados por la sequía del año pasado.
Lotes de soja afectados por la sequía del año pasado.

Expertos de la Oficina Nacional de Administración Atmosférica advirtieron que por segundo año consecutivo se prevé el acercamiento del fenómeno de La Niña. La probabilidad para el próximo verano subió de un 67% a un 70%. La preocupación para el sector productor está puesta en que en los últimos 35 años, hubo tres campañas que reportaron el mismo fenómeno climático de manera consecutiva y afectaron a los cultivos de soja y maíz. Además, la necesidad de agua para el trigo regular va en aumento en algunas zonas puntuales de la región.

De acuerdo con un informe emitido por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), los malos antecedentes del fenómeno traen aparejados consecuencias catastróficas para la campaña gruesa. “Lo que resta ahora es responder cuál será la intensidad del evento. En los años Niña las regiones agrícolas de Argentina reciben entre un 20% a un 30% menos de lluvias que las normales dependiendo de la intensidad del evento”, señalaron.

En más de tres décadas hubo tres campañas que fueron afectadas por dos fenómenos consecutivos de La Niña. Las más recientes fueron en 2008/2009, 2011/2012 y la 2017/2018. Estos escenarios significaron un retroceso para los rindes de la soja: los números nacionales mostraron un rendimiento de 18,6 quintales por hectárea en la primera, que derivó en una pérdida del 38% de la cosecha. Mientras que en la segunda, 22,6 quintales por hectárea y la pérdida se fue a un 23%.

“Las decisiones tomadas para la siembra de maíz siguen firmes. Con la mayoría de los insumos reservados, no se esperan cambios”

De acuerdo con los datos de la Bolsa rosarina, la última vez que se presentó este fenómeno terminó con 21,5 quintales por hectárea y se obtuvieron solo 35 millones de toneladas de los casi 52 millones que se esperaban (32% de pérdida). En tanto, para el maíz los rindes nacionales para ambas campañas fueron de 55,2 quintales por hectárea; 53,4 quintales por hectárea y 59,76 quintales por hectárea, respectivamente, cuando el promedio del maíz a nivel país está en los 80 quintales en situaciones climáticas óptimas. Es por eso que ante esta situación, desde la entidad advirtieron sobre la posibilidad de que el escenario pueda repetirse.

“Las decisiones tomadas para la siembra de maíz siguen firmes, con la mayoría de los insumos reservados, no se esperan cambios. Tampoco creemos que se aumente la superficie o algunos lotes que se agreguen a la intención definida hasta el momento”, comentaron los expertos en el documento. Esta semana y a pocos días de iniciarse la siembra de maíz, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires proyectó un promedio de 7,1 millones de hectáreas de siembra de maíz. Es decir que habría un 7,5% de crecimiento en relación a la campaña pasada, y un incremento del 15% en comparación al promedio del último quinquenio.

La crisis del agua se tradujo este año en una bajante histórica del Paraná
La crisis del agua se tradujo este año en una bajante histórica del Paraná

En la región, las reservas de agua en profundidad son buenas, pero se requiere al menos entre 10 milímetros y 20 milímetros para humedecer la capa superficial. Mientras que en el centro sur de Santa Fe, con una lluvia de 10 milímetros arrancarían a verse los primeros lotes sembrados a principios de septiembre. Aunque, los expertos señalan que se necesitará más agua y nuevas lluvias para implantar con éxito el cultivo. En otras regiones como El Trébol y el sudeste cordobés hay humedad y cuentan con reservas promedios para sembrar, pero no se va a llegar en esa condición a la primera semana de septiembre, cuando debería arrancar de lleno la siembra. Mientras que en Bigand se requieren lluvias para uniformar la humedad en los lotes de la zona.

El trigo regular

A su vez, hacia el oeste, la necesidad de lluvia va en aumento. Sobre Córdoba hacen falta entre 100 milímetros y 120 milímetros. Los expertos sostienen que solo una lluvia antes de fines de agosto podría reponer al cereal sin resignar rinde. En una semana, la condición regular del trigo pasó de 50.000 hectáreas a 200.000 hectáreas en la región núcleo por la falta de agua. Se suma el efecto de las altas temperaturas que aceleraron la desecación del suelo: las máximas estuvieron entre 26ºC y 30ºC. Los especialistas agregaron que el 50% de los lotes se los considera buenos y el resto muy buenos. En Carlos Pellegrini, por ejemplo, el cereal frenó su desarrollo: las plantas no emitieron nuevos macollos y tampoco han crecido los ya formados.

Por otro lado, el informe privado resaltó que en Cañada Rosquin por la falta de agua no se pudieron completar las fertilizaciones en macollaje, por lo que se reduce la posibilidad de mejorar los rindes de los lotes regulares. En Bigand empiezan a desmejorar los cuadros con menores dosis de fertilizantes. En tanto, en Marcos Juárez, el trigo todavía resiste con la poca agua que le queda, pero aumenta la preocupación ante el deterioro de los cuadros por el ascenso de las temperaturas. Respecto a las lluvias, dijeron, hay probabilidad de precipitaciones, pero los fenómenos más importantes serían muy puntales y volverían a afectar solo a la franja este de la región.

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