Plazos fijos en UVA: por qué preocupa a los bancos la inversión preferida por los ahorristas para vencer a la inflación

Los depósitos ajustados por el IPC ya superan el 5% de los depósitos totales pero las entidades no tienen demanda de préstamos. En mayo, el sistema financiero recibió $23.402 millones por esa vía, pero colocó apenas $1.542 millones en créditos indexados

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Los plazos fijos en UVA, ajustados por inflación, siguen creciendo y captando el interés de ahorristas e inversores. Ya ocupan más del 5% del total de los depósitos privados (Reuters)
Los plazos fijos en UVA, ajustados por inflación, siguen creciendo y captando el interés de ahorristas e inversores. Ya ocupan más del 5% del total de los depósitos privados (Reuters)

Los plazos fijos en UVA, ajustados por inflación, siguen creciendo y captando el interés de ahorristas e inversores. Ya ocupan más del 5% del total de los depósitos privados y el aumento del costo de vida los vuelve más tentadores: es la única vía accesible para el público minorista que quiere asegurarse una cobertura frente a la desvalorización del dinero. Sin prisa pero sin pausa, cada vez son más los que se animan a depositar en UVA aún cuando se trata de un depósito a 90 días en lugar de los 30 del plazo fijo tradicional.

Esa vía de escape a la inflación para el ahorrista se transformó en una preocupación para los bancos y, por qué no, para el Gobierno. Ocurre que el sistema financiero tiene un stock de $164.000 millones de depósitos en UVA que no tiene a quién prestar, dado que la pandemia y la recesión crearon un contexto de escasa demanda de crédito. Solo como ejemplo: en mayo, según datos del BCRA, los bancos recibieron $23.402 millones de plazos fijos en UVA y colocaron apenas $1.542 millones en préstamos en esa modalidad.

Sin prisa pero sin pausa, cada vez son más los que se animan a depositar en UVA aún cuando se trata de un depósito a 90 días en lugar de los 30 del plazo fijo tradicional

“Con el crecimiento de los depósitos en UVA hay preocupación. No tenemos donde colocar esos depósitos. No hay interés en tomar créditos, mucho menos si son en UVA. Los únicos préstamos que están funcionando son los de tasa subsidiada. Y a diferencia de los plazos fijos tradicionales, las Leliq no nos sirven para compensar la inflación”, explican en un banco de primera línea.

No hay interés en tomar créditos, mucho menos si son en UVA. Los únicos préstamos que están funcionando son los de tasa subsidiada
No hay interés en tomar créditos, mucho menos si son en UVA. Los únicos préstamos que están funcionando son los de tasa subsidiada

En otra entidad destacan que si la Secretaría de Finanzas no crea algún instrumento dentro de su menú de deuda en pesos para “calzar” los plazos fijos en UVA, los bancos van a empezar a evitarlos. “Los bonos de la deuda que ajustan por inflación tienen plazo mínimo de 180 días y los plazos fijos en UVA son a 90 días. No son una alternativa. Si siguen creciendo, algo van a tener que hacer, sobre todo para los bancos privados, que acumulan fondos que no pueden colocar. Los bancos públicos los seguirán recibiendo a pérdida”, apuntaron en otra entidad de primer orden.

El plazo de 90 días ya no asusta a los ahorristas, ya que a partir del día 30 pueden ser precancelados. Aseguran la cobertura frente a la inflación, más un 1% anual, mientras que los plazos fijos tradicionales ofrecen un 37% para los depósitos minoristas, lo que deja una tasa mensual del 3 por ciento

Allí recordaron que la normativa incluye otro producto financiero, la “caja de ahorro en UVA”. Consiste en una cuenta donde se pueden ahorrar fondos que se se actualizan diariamente por el índice de inflación con un único requisito de no poder retirarlos los primeros 90 días. Luego, el dinero está disponible diariamente. Aunque los bancos están obligados a ofrecerlo, ni siquiera lo promocionan.

Así como nadie quiere endeudarse en UVA, los plazos fijos en esa modalidad para los minoristas tienen todo para ganar. En primer lugar porque el cepo cambiario restringe el ahorro minorista en dólares. El plazo de 90 días ya no asusta a los ahorristas, ya que a partir del día 30 pueden ser precancelados. Aseguran la cobertura frente a la inflación, más un 1% anual, mientras que los plazos fijos tradicionales ofrecen un 37% para los depósitos minoristas, lo que deja una tasa mensual del 3%. La última vez que el IPC estuvo por debajo de ese nivel fue en septiembre del año pasado (2,8%). Desde entonces, la inflación se ubicó por encima y transformó esa tasa en negativa, con extremos como el 4,8% de inflación de marzo. Para las empresas, la tasa anual es del 34%, lo que la deja aún más lejos de la cobertura.

La tasa de inflación corre a una tasa mayor a la prevista en el Presupuesto
La tasa de inflación corre a una tasa mayor a la prevista en el Presupuesto

Si se considerara la tasa efectiva, en la que un ahorrista renovara su plazo fijo cada 30 días durante un año, llegaría al 44%, mientras que todas las proyecciones inflacionarias para los próximos doce meses superan esa cifra. Además, el 80% de los depósitos del sector privado son a plazos menores a 90 días, por lo que el 3% es el que importa.

Pero la preocupación de los bancos por captar fondos con los que no puede compensar la inflación también se extiende al gobierno. Los depósitos totales crecieron a buen ritmo durante 2020, como consecuencia de la fuerte emisión para dar asistencia a familias y empresas en el pico de las restricciones por la pandemia. Pero este año las cosas son distintas.

Los depósitos totales crecieron a buen ritmo durante 2020, como consecuencia de la fuerte emisión para dar asistencia a familias y empresas en el pico de las restricciones por la pandemia

En mayo, los depósitos a plazo en pesos del sector privado cayeron por primera vez en el año, un 1%, medidos en términos reales. “Este era un resultado esperable, dado que las tasas mensuales para los depósitos tradicionales, que constituyen más del 95% de estas colocaciones, se mantuvieron invariantes incluso luego de cuatro registros de inflación promediando el 4%. Por su parte, los depósitos ajustables por UVA continuaron creciendo a buen ritmo, alcanzando un crecimiento mensual real por encima del 15%”, señaló un informe de la consultora Equilibra.

"Un desarme de por ejemplo el 10% de estas colocaciones volcándose al mercado de dólar financiero implicaría una demanda adicional de USD 1.400 millones al contado con liquidación", sostiene la consultora Equilibra
"Un desarme de por ejemplo el 10% de estas colocaciones volcándose al mercado de dólar financiero implicaría una demanda adicional de USD 1.400 millones al contado con liquidación", sostiene la consultora Equilibra

El comienzo de junio, apuntó el estudio, marcó un aumento en los plazos fijos de solo 1,2%, bien por debajo del 3,3% de la inflación. Si se mantiene la tendencia, puede. “El principal riesgo del menor apetito por estos instrumentos viene por el lado de que el 80% de los $2.902 mil millones de depósitos del sector privado está colocado a menos de 90 días. Entonces, un desarme de por ejemplo el 10% de estas colocaciones volcándose al mercado de dólar financiero implicaría una demanda adicional de USD 1.400 millones al contado con liquidación (casi el 30% de lo que estimamos que el BCRA podría utilizar de reservas para intervenir en la brecha en lo que resta del año)”, explicó.

“El principal riesgo del menor apetito por estos instrumentos viene por el lado de que el 80% de los $2.902 mil millones de depósitos del sector privado está colocado a menos de 90 días” (Equilibra)

Aquí es donde las preocupaciones pueden exceder a los bancos y llegar hasta el gobierno. No solamente por ese eventual desarme de depósitos para la dolarización, según proyecta el informe de Equilibra, sino también porque esa masa de depósitos es la que sirve para abastecer de pesos al Tesoro en cada una de las licitaciones de deuda con las que el ministerio de Economía espera cubrir sus necesidades fiscales, que en el segundo semestre serán mayores que en el primero.

“Los bancos tomamos deuda pública para cubrirnos de la devaluación, con los bonos dollar linked, para cubrirnos de la inflación, con los bonos CER y por razones regulatorias, para cumplir con los encajes. No hay una demanda genuina. Si los depósitos de los ahorristas se desaceleran, va a haber menos fondos para (Martín) Guzmán”, advierten en un banco.

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