Wall Street no fue tan optimista sobre el litio durante varios años. Sin embargo, los inversores están apostando por metal en la medida que crece la producción mundial de las baterías recargables de los autos eléctricos. Los mineros que alguna vez fueron rechazados en medio de los excesos de oferta recaudaron casi USD 3,4 mil millones en ofertas de acciones en las Américas este año, según muestran los datos compilados por Bloomberg. Eso es siete veces la cantidad total recaudada de 2018 a 2020.
El cambio da nueva vida a una industria que vio caer los precios de su producto principal en más de la mitad desde un máximo histórico alcanzado en 2018. También destaca una apuesta alcista que todavía está disponible en el frenesí de los autos eléctricos.
El interés en la industria está resurgiendo a medida que crecen los objetivos de fabricación de autos eléctricos de la mano de las grandes automotrices como General Motors y Volkswagen
“Las conversaciones con inversionistas y las discusiones sobre posibles acuerdos de suministro con fabricantes de baterías y equipos automotrices que estaban en mis sueños hace un año ahora están llenando mi calendario”, dijo Robert Mintak, director ejecutivo de Standard Lithium Ltd., con sede en Vancouver, EEUU.
El interés en la industria está resurgiendo a medida que crecen los objetivos de fabricación de autos eléctricos, de la mano de las grandes automotrices como General Motors y Volkswagen.
Después de tres años, los precios del metal blando de color blanco plateado comenzaron a repuntar, y los analistas, incluidos los de Bloomberg, esperan más ganancias en el aumento de la demanda y la escasez de suministros de litio de grado de batería.
Las baterías representan aproximadamente el 30% del costo de un auto eléctrico. Y los fabricantes de la industria automotriz de todo el mundo buscan pivotar hacia los vehículos eléctricos, con la esperanza de obtener baterías al precio más barato posible, pero también asegurar un suministro suficiente para cumplir con esas ambiciones
Un índice de precios del litio compilado por Benchmark Mineral Intelligence saltó un 32% este año hasta febrero, después de caer un 59% desde mediados de 2018 hasta mediados de 2020. Cabe recordar que el metal alcanzó un máximo histórico en mayo de 2018.
En tanto, el grupo de inversores “se amplía a inversores de tecnología”, dijo el director ejecutivo de Standard Lithium Ltd, ya que la determinación de los principales fabricantes de autos de desplegar cientos de miles de millones de dólares para electrificar sus flotas les da a los inversores “la seguridad de que habrá suministro”.
La mayor parte del financiamiento fue realizada por las dos principales mineras de litio del mundo: Albemarle Corp. y SQM, o Soc. Química & Minera de Chile SA, como se la conoce formalmente, ya que se aprovecharon de la reciente subida de las acciones.
Albemarle completó una oferta de capital mayor a la planificada de USD 1,5 mil millones a principios de febrero, mientras que SQM, con sede en Santiago, recaudó USD 1,1 mil millones en enero.
“La marea finalmente está cambiando, y mucho más rápido de lo que pensaba”, dijo Chris Berry , presidente de House Mountain Partners, un consultor de la industria, quien dijo que Wall Street no fue tan optimista en la industria del litio desde 2017.
Sigma Lithium Resources Corp., que está desarrollando un proyecto de litio en roca dura en Brasil, tuvo que aumentar su colocación privada y aumentar el precio de oferta, lo que “dice mucho sobre la demanda de los inversores por exposición al litio, ese activo y la visión de esa empresa”, dijo Berry.
Ford Motor Co. anunció el mes pasado que su gama de autos de pasajeros será totalmente eléctrica en Europa para 2030. En tanto, General Motors Co. planea vender solo modelos de cero emisiones para 2035. Asimismo, Volkswagen AG fue más allá y anunció planes esta semana para construir seis fábricas de baterías en Europa e invertir a nivel mundial en estaciones de carga, ya que garantizar la producción de baterías a escala se convirtió en una clave en la carrera de los autos eléctricos.
Las baterías representan aproximadamente el 30% del costo de un auto eléctrico. Y los fabricantes de la industria automotriz de todo el mundo buscan pivotar hacia los vehículos eléctricos, con la esperanza de obtener baterías al precio más barato posible, pero también asegurar un suministro suficiente para cumplir con esas ambiciones.
Mientras tanto, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, se comprometió a reconstruir la economía después de la devastación de Covid-19 con energía más limpia y una menor huella de carbono. La administración dijo a fines de febrero que llevaría a cabo una revisión gubernamental de las cadenas de suministro de Estados Unidos para tratar de poner fin a la dependencia del país de China y otros adversarios de bienes cruciales.
La elección de Biden es “una señal muy favorable para los inversores”, ya que impulsó la confianza de que el cambio a la energía limpia se acelerará, lo que, junto con los subsidios y regulaciones favorables existentes en Europa y China, es un buen augurio para las materias primas necesarias para esa transición energética, dijo Seth Goldstein, analista de Morningstar Inc.
Estados Unidos es el segundo mercado de vehículos eléctricos más grande, después de China.
Andrew Bowering, director de American Lithium Corp., con sede en Vancouver, calificó la revisión de Estados Unidos sobre las cadenas de suministro como “enorme” para la industria del litio, ya que muestra la comprensión del gobierno de que para cumplir con los objetivos de energía limpia, es importante que los EEUU cuente con una seguridad de suministro de materias primas como el litio.
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