La interna del Gobierno pone en riesgo negociación con el FMI y alienta una nueva escalada del dólar

El tratamiento del impuesto a la Riqueza y la carta de los senadores kirchneristas al Fondo Monetaria complica enormemente la negociaciòn del ministro Guzmán con el organismo multilateral de crédito, que integran otros 189 estados del mundo

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El senador nacional por Formosa, José Mayans, alfil de Cristina y uno de los redactores de la carta de los senadores kirchneristas, que criticó severamente al Fondo y pidiò pagar la deuda en "varias décadas"
El senador nacional por Formosa, José Mayans, alfil de Cristina y uno de los redactores de la carta de los senadores kirchneristas, que criticó severamente al Fondo y pidiò pagar la deuda en "varias décadas"

Martín Guzmán, el ministro de Economía, de quien se pensaba que contaba con el apoyo de la vicepresidente de la Nación, se encontró con un obstáculo inesperado. En el fin de semana desde el Instituto Patria salieron decisiones que complicarán su gestión y la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Es que al no recibir soluciones a la reforma judicial y al nombramiento de un nuevo Procurador, la vicepresidente parece haber tomado más distancia del presidente Alberto Fernández.

Por caso, acelerar el tratamiento del Impuesto a la Riqueza es un golpe directo a la gestión del presidente, que había manifestado a los empresarios su acuerdo de que ese tributo no debería ver la luz. Bastó esa gestión para que el proyecto tomara más fuerza, al igual que una serie de impuestos que estaban agazapados dentro del Presupuesto 2021.

Y si faltaba algo para complicar los planes de Economía, apareció el cuestionamiento de los senadores oficialistas a las negociaciones con el FMI: propusieron reducción de intereses y comenzar a pagar en 2025, es decir con la próxima gestión presidencial. El Fondo rechazará cualquier insinuación en ese sentido porque, a diferencia de los acreedores privados, no tiene el poder de hacer quitas de capital e intereses y, mucho menos, rebajar las tasas.

No tienen autonomía, porque responden a los socios que son casi todos los países del mundo, que no permitirán privilegios para la Argentina. Lo más controversial, para el FMI, es que los legisladores le pidieron al ministro de Economía que no aceptara ajustes. En otras palabras, no hablan de negociar sino de imponer condiciones. En la historia de la institución, no hubo ocasión en que hayan renunciado a sus principios y cedieran en estos puntos.

Demasiados interrogantes

El dólar va a sentir este impacto porque, a pesar de que el viernes pudo ser controlado con escasa intervención del Banco Central, porque esta semana hay vencimiento de impuestos. Pero a los inversores les quedan demasiados interrogantes como para dejar de lado su tendencia a cubrirse con la divisa de EEUU. ¿Será posible, en este marco de internas del oficialismo aumentar las tarifas, bajar el déficit fiscal, reducir subsidios? El presupuesto 2021 puede quedar obsoleto en pocos días porque esta resistencia que muestran desde el Instituto Patria cambia todas las perspectivas de financiamiento en pesos y el porcentaje de emisión.

La escasez de reservas y la insoportable volatilidad del dólar son dos grandes problemas del equipo económico
La escasez de reservas y la insoportable volatilidad del dólar son dos grandes problemas del equipo económico

Anticipando ese movimiento el dólar libre o “blue” el viernes subió $ 5, a $ 172 pero no había quedado firme al cierre. Después de estas novedades, el panorama será distinto no solo para el dólar libre, sino para los alternativos que el viernes necesitaron de la venta del BCRA para no aumentar.

El dólar Bolsa o MEP y el contado con liquidación, estuvieron en alza leve casi todo el día y sobre el final con una ligera venta de bonos de la Anses, lograron que el MEP cierre 25 centavos abajo a $ 141,25, mientras el “contado con liqui” terminó con un alza de 0,98 centavos a $ 146,55. Este dólar, también llamado “dólar fuga”, es el que más va a sentir el cambio de clima político.

Presión sobre el Central

El Central tiene de qué preocuparse porque su titular, Miguel Angel Pesce, además de no contar con la simpatía del kirchnerismo ortodoxo, sigue perdiendo reservas. En las negociaciones de la plaza mayorista, donde el dólar aumentó 18 centavos a $ 79,75, tuvo que vender USD 80 millones para satisfacer la demanda de los importadores. Las reservas sintieron el movimiento y perdieron USD 91 millones y quedaron en 39.101 millones a punto de quebrar el piso de 39 mil millones algo que podría suceder esta semana.

La Bolsa el viernes tuvo mucha cautela porque vieron que la historia se estaba fisurando y el pequeño voto de confianza que los inversores le habían dado al Gobierno se diluía con las noticias que llegaban desde el interior del partido gobernante. Ese empecinamiento con el impuesto a la riqueza y la reforma judicial a medida de procesados políticos por la Justicia, están volviendo la situación al momento en que el dólar tocaba cumbres impensadas.

Por eso esta semana es clave, porque más allá de la demanda de pesos para pagar los impuestos, reaparecerá la cobertura en dólares para protegerse de la incertidumbre. En la última licitación de bonos, las dudas se vieron en la calidad de inversores que colocaron sus pesos en bonos. Casi todos eran institucionales que no tienen otra opción que acudir a esos títulos. Por eso la oferta no fue la esperada.

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