Sin liquidez en las reservas netas del Banco Central, el mercado pone la lupa en los encajes

Aunque el nivel de reservas disponibles supera los USD 5.000 millones, ese monto está invertido en activos, lo que gira el foco de atención al origen de los dólares con los que interviene el Banco Central en el mercado cambiario

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Foto de archivo: un hombre camina por el frente del edificio del Banco Central de la República Argentina (BCRA) en el centro financiero de Buenos Aires, Argentina. 16 sept, 2020. REUTERS/Agustin Marcarian
Foto de archivo: un hombre camina por el frente del edificio del Banco Central de la República Argentina (BCRA) en el centro financiero de Buenos Aires, Argentina. 16 sept, 2020. REUTERS/Agustin Marcarian

Más allá de las medidas que dispuso ayer Economía para descomprimir la brecha cambiaria, una duda quedó flotando en el mercado desde el viernes pasado cuando el titular de la cartera, Martín Guzmán, durante su presentación ante los empresarios de IDEA, se refirió erráticamente al nivel de reservas líquidas con las que cuenta el Banco Central. Con la información ya disponible para actualizar esa cifra al viernes último, varios expertos se dedicaron entonces a afinar los lápices y hacer los cálculos. El resultado es preocupante: el consenso de los distintos cálculos, si bien difiere en el monto final, es que aunque las reservas netas superan los USD 5.000 millones, el saldo de dólares efectivamente disponible para intervenir en el mercado cambiario registra hoy signo negativo.

Las estimaciones, de acuerdo a las diferentes consultoras, van de un rojo de USD 300 a USD 700 millones. El corolario de ese resultado negativo es el interrogante respecto al origen de los dólares que el BCRA vende en el mercado. Sobre ese punto, se abren los matices de los distintos especialistas. ¿Está el Central recurriendo a los encajes o al seguro de los depósitos de Sedesa? Para avanzar en la respuesta, prima la cautela y los economistas aclaran que si bien la dinámica podría peligrosa, eventualmente recurrir a estas variantes es una alternativa de corto plazo a mano, siempre y cuando esos dólares se repongan. Las distintas variables para llegar al cómputo final de reservas, además, dificultan un diagnóstico tajante sobre la cuestión.

Lo concreto es que, de acuerdo a la información oficial, las reservas netas se ubicaban, al viernes 16, en unos USD 5.500 millones. Ese monto está integrado por oro, DEGs (derechos especiales de giro, el activo creado por el FMI) y los fondos de Sedesa, que constituyen la garantía de los depósitos bancarios. Este, eventualmente, sería el único activo líquido ya que los otros requieren su venta (oro) o conversión (DEG).

El resultado es preocupante: el consenso de los distintos cálculos, si bien difiere en el monto final, es que aunque las reservas netas superan los USD 5.000 millones, el saldo de dólares efectivamente disponible para intervenir en el mercado cambiario registra hoy signo negativo.

Pero para Gabriel Rubinstein, el economista que más acertó con sus pronósticos sobre las variables económicas que publica el BCRA en el Relevamiento Mensual de Expectativas (REM), el saldo de reservas líquidas es negativo, de acuerdo a sus cálculos, en unos USD 700 millones. En la consultora Empiria, en tanto, ubican la cifra en unos USD 300 millones. Coincide en este rango el economista Amílcar Collante, quien calculó también que el Central acumuló ventas por USD 500 millones hasta la semana pasada, a razón de USD 62 millones por día.

En otras palabras, ya no habría liquidez en las reservas netas pero sí en las brutas. Es decir, entre aquellos renglones que también integran el total de los USD 40.777 millones de las reservas pero que no pertenecen al Banco Central, como el mega swap con China por USD 19.400 millones, sólo disponible por el momento para fines comerciales, o los USD 11.790 millones de encajes bancarios, en efectivo. De ahí la especulación respecto al uso que les está dando el Central.

“Recurrir a los fondos de Sedesa o de los encajes no es tan sencillo, al menos en términos legales. Funcionaría como un vale de caja hasta que se reponen esos dólares, pero legalmente requiere ciertos procedimientos”, afirmó Rubinstein, ex representante del Ministerio de Economía en el directorio del Banco Central durante la gestión de Roberto Lavagna. En la misma sintonía, Diego Ferro, presidente del fondo de Wall Street M2M Capital, sostuvo que recurrir a los encajes es una alternativa de corto plazo, que puede llegar a ser “peligrosa” sólo si no se repusieran esos fondos a tiempo y en el caso que los depositantes los retiraran sus colocaciones.

Bajo el escenario actual, el Central tiene margen para, como dijo el ministro Guzmán, “volver líquidos sus activos” al tiempo que la cobertura de los depósitos mediante encajes supera el 80%, lo que representa un elevadísimo nivel de garantía.

La preocupación, en última instancia, se centra en la capacidad de resistir en este escenario sin una espiralización de la crisis. Las medidas anunciadas ayer por Guzmán fueron bien recibidas en el mercado pero consideradas insuficientes para modificar la dinámica de la crisis cambiaria. “Están en la dirección correcta pero no parecería que fueran a alcanzar para frenar la evolución de la crisis”, dijo Rubinstein.

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