El temor de los inversores del mundo por la pandemia mejora las chances de la Argentina y vuelve más atractivos sus bonos

La posibilidad de que las economía global se reactive no está cerca y ese desaliento puede ser beneficioso para la negociación con los acreedores

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Wall Street terminó mal, tuvo el mayor descenso de las últimas sesiones. También siguió mal porque las negociaciones para el miércoles comenzaron con bajas notorias. El desaliento se instaló y las esperanzas de reabrir las economías son más lejanas. Por eso los indicadores de las Bolsas de Nueva York están marcando bajas importantes.

Anthony Fauci, el director de Alergias y Enfermedades Infecciosas fue contundente en sus declaraciones ante el Congreso. Dijo que las consecuencias para Estados Unidos serán graves si el país se relaja antes de que se encuentre el remedio para contener al virus. “No lo tenemos completamente bajo control”, aseguró y alertó sobre la ilusión de ver que en algunas ciudades como Nueva York se estancaron los contagios y en New Orleans, bajaron al contraponerlas con una fuerte cantidad de lugares donde la pandemia está alcanzando picos de contagio. Para Fauci, cuya palabra tiene peso en la comunidad científica, la vacuna todavía es una quimera y cree que puede haber otro pico de infectados en diciembre.

Por supuesto, Donad Trump aprovechó la situación para proclamar que la Reserva Federal baje las tasas hasta un nivel por debajo de cero por ciento, mientras el Congreso estudia otro paquete de ayuda de USD 3 billones.

La semana pasada los inversores, creían que la ayuda lograda para lograr reactivar la economía era más que suficiente, porque la pandemia pasaría antes de que se agoten los efectos del dinero inyectado a la economía. Ahora creen que todos esos dólares serán consumidos y harán falta más. La incertidumbre está generando temores desconocidos. El no saber cuando termina la crisis, los erosionó. Lo peor para un inversor es encontrar un obstáculo en la economía que no se soluciona con dinero.

Pero este desánimo mundial, mejoró las chances de la Argentina para lograr un acuerdo para su deuda. De hecho, consiguió que se prorroguen las fechas de negociaciones sin caer en default.

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Por eso, los bonos más largos con legislación extranjera, como el Discount, tuvieron azas de hasta 6%. El resultado fue que el riesgo país tuvo una baja de 2,1% a 3.0009 puntos básicos. En el mejor momento estuvo apenas por encima de 2.900 puntos un nivel que no conocía desde hace dos meses. El Discount subió casi 30% en la última semana superando las ganancias del dólar.

Llamaron la atención las declaraciones del presidente de la Nación Alberto Fernández, en el programa “Tarde, pero Temprano” de Radio Rivadavia, que atribuyó la suba del contado con liquidación a las trampas que hacen los acreedores en la negociación, cuando debió haber destacado que esas subas se lograron por la fortaleza de los bonos de la deuda que quedaron en mejor posición que tiempo atrás. Con señalar que los bonos subieron más que el dólar, hubiera dado una señal de confianza al público que hubiera impactado en su imagen. El mercado no necesitaba de esas señales, porque ya sabía que esta suba del dólar fue algo benigno que acompañó la decisión de prolongar las negociaciones más allá del 22 de mayo debido a agravamiento de la pandemia. Pero le quedó debiendo una explicación al neófito que cree que toda suba del dólar es dañina.

Es que todos miran que el dólar libre subió $ 2 a 127, mientras el contado con liquidación se encareció $ 3,43 a $ 121,96 y el dólar Bolsa o MEP, alcanzó a $ 119,31 después de aumentar $ 3,33. Estas subas no llegan a 3%, mientras los bonos subían 6% y mejoraron su paridad. Cuanto más alta sea la paridad de los bonos a negociar, más atractiva será la oferta para los acreedores.

En cambio, el dólar oficial es el que tiene el precio equivocado porque se aleja de la realidad. En bancos y casas de cambio vale lo mismo que el día anterior, $ 69,66 lo que equivale a un dólar solidario de poco más de $ 90 que alienta a los ahorristas a comprar el cupo de USD 200 mensuales porque está más barato que el dólar libre en $ 127. El dólar mayorista, con su lenta suba de 0,1% diario, es otro daño a la economía porque desalienta las exportaciones. Esta vez subió 9 centavos a $ 67,46. La brecha es de casi 70% con los dólares alternativos y exportar a esos precios es perder dinero.

Además, si ajusta el dólar mayorista, no habría traslado a la inflación porque las empresas no miran el valor de esos dólares para fijar los precios, sino de los dólares que más rápido consiguen, en este caso el dólar Bolsa o el contado con liquidación. A todo esto, las reservas subieron 3 millones a USD 43.352 millones.

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En la Bolsa, que llegó a aumentar 5,5% al mediodía, en su mejor momento, estuvieron presentes inversores genuinos y especulativos. El monto de negocios alcanzó un nivel inesperado al superar $ 2.140 millones, es cuatro veces lo que negociaba hace pocas semanas. El S&P Merval, el índice de las acciones líderes, terminó con una suba de 1,43% presionado por las bajas que se fueron dando al final de la rueda en Estados Unidos.

Los papeles más apreciados fueron los de Cresud (+9,90%) que en los últimos días tuvo fuertes recuperaciones. De hecho, en el mes la empresa de Eduardo Elsztain acumula ganancias de 24,14%. Central Puerto se destacó con un aumento de 6,16% e YPF con otro de 5,90%.

Los ADR’s argentinos -certificados de tenencia de acciones que cotizan en Wall Street- tuvieron una rueda mixta. Lo mejor pasó por Cresud (+8,45%) y Loma Negra (+7,29%). Entre las bajas se vio una toma de ganancias de 2,43% en MercadoLibre.

Para hoy, el panorama de los bonos de la deuda parece más confortable, lo que no significa que detenga la suba de dólar. La Bolsa también se muestra firme. El mercado argentino se desenvuelve independiente de la crisis del mundo. Las negociaciones de la deuda, mejor encaminadas que hace unos días, dan motivos al inversor para asumir riesgos.

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