La reunión entre el Canciller Felipe Solá y su par de Brasil, Ernesto Araujo, y el posterior encuentro con el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, revisten notable relevancia. Tras no pocas diferencias hechas públicas entre autoridades de ambos países, el encuentro encamina el vínculo.
Hubieron disidencias entre las dos naciones que crecieron. Brasil está desarrollando una política económica que apunta a reducir el peso del estado en la economía (desregulaciones, privatizaciones, apertura) y sobre ello ha mostrado públicamente distancia con políticas argentinas que ha criticado.
El acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea encontró a un gobierno en Brasil propenso a acelerar su vigencia y uno en Argentina que propone la revisión del pacto
Por otro lado, la búsqueda de reducción de la cerrazón del Mercosur (a través de la propuesta de baja del alto arancel externo común, que ronda el 11% y triplica el arancel promedio mundial) ha sido un propósito brasileño sobre el que no hay consenso pleno con Argentina (que al parecer no se opone al objetivo pero sí espera diferir en el tiempo la aplicación). Y, adicionalmente, el acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea encontró a un gobierno en Brasil propenso a acelerar su vigencia y uno en Argentina que propone la revisión del pacto.
En materia de comercio internacional los objetivos de Brasil son claros: es uno de los 5 países del mundo con menor coeficiente de apertura en su economía –que, apenas superando un 28%, es menor a la mitad que el ratio internacional en el planeta–, lo que le ha producido problemas en términos de inversión, modernización, competitividad y apunta a cambiar esa realidad. Busca apertura.
Pero esas diferencias entre ambos gobiernos ahora parecen reducidas y no aparecen como obstructivas. Hay aún distancia entre las ideas prevalentes pero se recupera la institucionalidad en el vínculo. Los presidentes de ambos países se encontrarán en breve.
Hay un elemento de coyuntura importante que llama a encaminar la relación: Brasil es el principal mercado para Argentina en el mundo. En 2019 las exportaciones a Brasil sumaron 10.386 millones de dólares. Las importaciones desde Brasil, por su parte, sumaron 11.289 millones de dólares (se obtuvo un resultado cercano al equilibrio –un déficit más leve que en los años anteriores gracias a la caída de las importaciones en la segunda mitad de 2019– en la balanza después de muchos años deficitarios para Argentina). Aunque las exportaciones locales a Brasil cayeron en 2019, y las importaciones aún más (y fuertemente), lo que hizo que el desequilibrio bilateral, que fue persistente y alto en los años anteriores) se redujera en el reciente 2019.
Hay aún distancia entre las ideas prevalentes pero se recupera la institucionalidad en el vínculo
De todos modos, Brasil es el mayor mercado para Argentina superando a China, Estados Unidos y Chile, que lo siguen en relevancia.
Los dos socios en el Mercosur (junto a Uruguay y Paraguay) comparten el acuerdo de preferencias arancelarias que alienta el comercio entre ellos. Aunque debe admitirse que la participación de Brasil en el total de las exportaciones argentinas en 2019 ha caído en relación al año anterior, y que, llegando a una participación de 16,64% del total de ventas a todo el mundo, nuestro socio mayor está muy por debajo de la relevancia que tuviera en los primeros años del presente siglo, cuando –Brasil– recibía más del 20% del total de nuestras exportaciones (y mucho más abajo de lo que ocurrió en el año 2000 cuando se llegó al 26% de participación).
Las exportaciones argentinas a Brasil cayeron 8% en 2019 en relación al año anterior.
La mayoría de las exportaciones a Brasil en 2019 (como ocurre cada año desde hace mucho tiempo) estuvo compuesta por manufacturas de origen industrial (6.789 millones de dólares), seguidas en relevancia por los productos de origen agropecuario.
El principal componente de las exportaciones en 2019 (como ocurre usualmente) fue el de material de trasporte que sumó 4.430 millones de dólares, aunque exhibiendo un baja de casi 12% en relación con el año anterior. Y el segundo rubro en importancia fue el de cereales que sumaron 1.397 millones de dólares (cayendo más de 8% desde los 1524 millones del año anterior). Después, en significación comercial le siguen los químicos, las máquinas y aparatos, los plásticos y sus manufacturas y los productos de molinería (que mostraron un alza en relación con el año anterior, convirtiéndose en una excepción ante la caída en la mayoría de los rubros con exportaciones relevantes).
De las 100 mayores empresas multinacionales latinoamericanas (multilatinas) han nacido en Brasil más que en ningún otro país: 33. Son argentinas apenas 6
En materia de importaciones argentinas desde Brasil, debe decirse que cayeron fuertemente (-35,3%) en 2019, comportamiento motivado por la importante retracción de la economía argentina y, adicionalmente por la devaluación del peso que hizo caer (como se observa en el cuadro mostrado más arriba) las importaciones en la segunda parte del año.
La participación de las compras a Brasil fue de 22,98% del total, lo que supone mantener una relevante incidencia de las adquisiciones desde ese mercado por parte de la economía argentina (aunque en 2017 había llegado a 27% del total).
Pero la importancia de Brasil (otrora mucho mayor) como mercado puede recuperarse. Se espera que este año su economía (en proceso de reformas modernizadoras) crezca 2,5 por ciento.
Además, Brasil es un socio que puede facilitar el acceso a una internacionalización virtuosa, en la medida en que es cada año uno de los principales mayores receptores de inversión extranjera directa del mundo y tiene hundidos en su territorio unos 800.000 millones de dólares por empresas extranjeras (casi diez veces lo acumulado en Argentina) que se incrementarían en caso de producirse la apertura anunciada. Y también es un relevante emisor de inversión fuera de sus fronteras (acumula casi 400.000 millones por parte de sus empresas en el resto del mundo, lo que supone también unas diez veces lo invertido por las empresas argentinas fuera del territorio nacional). Es así que de las 100 mayores empresas multinacionales latinoamericanas (multilatinas) han nacido en Brasil más que en ningún otro país: 33 (son argentinas apenas 6).
Un nuevo perfil del Mercosur está en discusión (más apertura, flexibilidad, internacionalidad buscados por Brasil, probablemente apoyado por Uruguay y Paraguay, y ante lo que Argentina deberá responder).
Una nueva matriz de la relación bilateral, consecuentemente, también.
Pero la condición de socios intensos se mantiene. La relación bilateral, por ende, que es histórica y estratégica, se enfrenta a cambios inminentes que están más allá de los perfiles de los gobernantes. Pero está en manos de ellos conducir un proceso que se enfrenta a un tiempo inédito.
El autor es especialista en negocios internacionales. Es Presidente del Capítulo Argentino de ISPI y Director General de “DNI Consultores”
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