En una rueda con dólar calmo y récord en Wall Street, acciones y bonos tuvieron cierres mixtos

Wall Street anotó nuevos máximos históricos, parcialmente superados los conflictos políticos tras el rechazo al "impeachment” a Donald Trump, los temores por contagio del coronavirus y la disputa comercial entre los EEUU y China.

El índice de referencia S&P 500 y el Dow Jones de Industriales escalaron a nuevos récords este jueves, luego de que el gobierno de China anunciara una reducción a la mitad en los aranceles adicionales sobre algunos productos estadounidenses, ya que parece apuntalar una economía afectada por los cierres y las restricciones de viaje debido al brote.

Para los activos domésticos el impulso externo fue neutro. En Argentina, el índice accionario S&P Merval terminó casi sin variantes, cerca de los 41.000 puntos, en el marco de la cautela que generan los canjes de deuda que impulsan la Nación y la provincia de Buenos Aires; mientras el dólar interbancario ascendió unos 10 centavos, $60,69, en una plaza monitoreada por el Banco Central con posturas vendedoras.

La intervención vendedora del Banco Central mantuvo el equilibrio de precios en los segmentos formales de la plaza cambiaria. En contrapartida, las reservas internacionales de la entidad empezaron a decrecer, aunque siguen cerca de los 45.000 millones de dólares. “Está claro que en las últimas semanas con mayores ventas de divisas del BCRA y algunas salidas de argendólares, la tendencia fue bajista”, subrayaron desde Portfolio Personal Inversiones.

La mayoría de mercados del exterior operaron en terreno positivo ante el mayor interés de los inversores por los activos de riesgo, a medida que esperan que los estímulos de los bancos centrales contrarresten el impacto económico del coronavirus.

Los ADR de compañías argentinas que se negocian en las bolsas de Nueva York mostraron números mixtos en sus cotizaciones en dólares.

Esta semana el Gobierno argentino canjeó bonos en moneda dual por USD 164 millones por otros instrumentos a mayor plazo, una operación que tuvo poca aceptación de los acreedores, mientras que la provincia de Buenos Aires enfrentó un pago de deuda por USD 277 millones para no caer en cesación de pagos, tras no alcanzar un acuerdo con sus acreedores.

“El Fondo Monetario Internacional y la totalidad de los bonistas involucrados en el intríngulis de la deuda argentina tienen la impresión, después de lo sucedido, de que no existe de parte de la administración kirchnerista una posición clara respecto de lo que debe hacer”, refirió un informe de la consultora Massot Monteverde & Asociados.

“Da la impresión de que las improvisaciones sobre la marcha reemplazan en este caso a una estrategia consistente con el nivel de seriedad del asunto y el grado de debilidad de nuestro país”, añadió.

Los agentes de la plaza tuvieron en cuenta que la Cámara de Senadores convirtió en ley un proyecto que faculta al Gobierno del presidente Alberto Fernández a reestructurar bonos emitidos bajo ley y moneda extranjera. La iniciativa ya contaba con media sanción de la Cámara de Diputados y fue aprobada por unanimidad.

La aprobación se dio después de que la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, afirmara en una conferencia en la Ciudad del Vaticano que ahora es “un momento muy importante” para que Argentina ponga en práctica políticas para una reestructuración exitosa de su deuda. El papa Francisco advirtió a su vez que las soluciones insensibles podrían dañar a las sociedades.

Los bonos de referencia en dólares exhibieron leves caídas, que presionaron a un repunte en el Riesgo País de la Argentina, otra vez por encima de los 1.900 puntos básicos.

Argentina enfrenta una dura renegociación de títulos soberanos por unos USD 140.000 millones, alrededor de la mitad en manos de acreedores privados, mientras sigue hundida en una recesión que acumula dos años y sufre una inflación anual de más del 50 por ciento.

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