Qué supermercados perderán rentabilidad tras el final del programa del IVA cero en alimentos

Tras la autorización del Gobierno de subas de apenas el 7%, aquello comercios que no cumplieron con lo pactado y vendieron a un precio un 13% más elevado no verían afectada su rentabilidad, mientras que los que en su momento cumplieron la norma perderán plata

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La decisión del Gobierno de autorizar aumentos del 7% como máximo afectará la rentabilidad de los supermercados en diversas proporciones
La decisión del Gobierno de autorizar aumentos del 7% como máximo afectará la rentabilidad de los supermercados en diversas proporciones

El programa implementado por el gobierno del ex presidente Mauricio Macri que quitaba el IVA de los precios de algunos alimentos desde el 15 de agosto del año pasado, en el marco de una crisis económica con alta inflación y recesión, finalizó el 31 de diciembre y tuvo ganadores y perdedores. Es que el actual mandatario, Alberto Fernández, autorizó a partir de hoy una suba de precios de solo el 7% cuando el IVA que tienen dichos bienes es del 10,5% y del 21%.

Sucede que aquellos supermercados que no cumplieron con lo pactado y vendieron los productos involucrados en el programa -que gravan el 21% del impuesto- a un precio un 13% más elevado que al que deberían estar vendiéndolos (no bajaron del todo el precio durante el periodo de vigencia del IVA 0%), no verían afectada su rentabilidad proveniente de la venta de dichos artículos, según un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF). En cambio, todos los que vendieron al precio que correspondería, e inclusive hasta un 12% más alto, van a ver afectada su rentabilidad tras el aumento autorizado del 7%.

Fuente: IARAF
Fuente: IARAF

En el caso de los productos gravados con IVA del 10,5%, los supermercados que vinieron vendiendo los productos a un precio un 3% más elevado que al que deberían haberlos comerciado desde el 15 de agosto del año pasado, no van a ver afectada su rentabilidad por la cota actual establecida por el Ejecutivo. Mientras que todos los que anteriormente estuvieran vendiendo al precio que correspondería por la tasa 0% de IVA, e inclusive hasta un 2% más alto, van a ver afectada su rentabilidad.

Para entender la situación es valioso dar cuenta de que los bienes que estaban gravados al 21% antes de la tasa cero tenían un precio final de 121. Y se constituía de la siguiente manera: 100 + 21=121. En ese sentido, el IARAF explica en su informe que cuando se impone la tasa cero, lo lógico hubiera sido que el precio baje a 100.

“Ahora que se eliminó la tasa cero, todo debería volver a la situación original. Es decir que el precio debiera volver a ser 100 + 21=121. A partir de la eliminación de la tasa cero, la suba de precios de los productos gravados con el 21% debería ser del 21%, y la de los productos gravados con el 10,5% del 10,5%”, detalló el instituto.

Si el supermercado, en su momento, bajó menos sus precios o directamente no los bajó, podría quedar incluso con mayor rentabilidad, advierte el IARAF

No obstante, la limitación de suba de solo el 7% que estableció el Gobierno, implica para los productos gravados al 21%, que el precio en lugar de pasar de 100 a 121, solamente puede pasar a 107. Y como el supermercado tiene que empezar a pagar IVA del 21% a partir del miércoles, la cuenta para el precio al consumidor pasaría a ser 88,4 + 18,6=107. En el caso de productos gravados al 10,5%, el precio también debería pasar a 107. Como el supermercado tiene que empezar a pagar IVA del 10,5%, la cuenta del precio a cobrar por el producto sería 96,8 + 10,2=107.

De darse esta situación, el cambio en la rentabilidad del supermercado o vendedor de estos productos, puede ser significativo. Para ejemplificar, el comercio vendedor de dicho producto lo que vende a 100 lo compra a 70. Es decir que su “mark up” bruto es del 43%. Antes de la tasa cero de IVA, compraba a 70+IVA y vendía a 100+IVA.

Para el caso del 21% compraba a 70 + 14,7=84,7 y vendía a 100 + 21=121. Con la tasa cero de IVA, siguió comprando a 70 + 14,7=84,7 y vendiendo a 100. La rentabilidad bruta en ambos casos fue de 30=100-70. Pero si la restricción de suba de precios es del 7%, el comercio ahora va a vender a 107, pero luego de restar el IVA se va a quedar con 88,4. Es decir que seguirá comprando a 70+IVA y venderá a 88,4+IVA. Su rentabilidad desciende a 18,4=88,4 - 70. Esto deriva de no poder subir el precio hasta 121. Es decir que de una rentabilidad de 30, la verá caer hasta 18,4; lo que en porcentaje significa una merma del 38,7%.

Fuente: IARAF
Fuente: IARAF

En el caso de que el comercio se haya quedado con parte de la reducción del IVA al momento de imponerse la alícuota cero y suponiendo que antes de la eliminación de la tasa cero estuvo vendiendo el producto a 113 en lugar de a los 100 que debiera haber caído por la aplicación de la tasa 0% del IVA (vendía a 113 lo que compraba a 70), la suba bruta es del 61,4% en lugar del 43% que correspondía a la situación anterior a la política.

La conclusión es clara sostiene el informe. “Si el comercio actuó al inicio aplicando la tasa cero de IVA bajando su precio en un menor porcentaje que el total, la restricción impuesta por el gobierno no le afectará su rentabilidad a partir de su adopción si la baja no superó el 6,6% (para productos con IVA del 21%)”, detalla.

Y agrega que “si la maniobra fue mayor, en el sentido de que bajó menos sus precios o directamente no los bajó, quedará inclusive con mayor rentabilidad. Es decir que la estrategia del comercio consistiría en bajar los precios y que luego estos sigan la inflación del periodo”.

En tanto, los supermercados que al momento de implementarse la tasa cero bajaron sus precios en mayor medida que dicho valor límite van a ver un empeoramiento de su rentabilidad. Mientras que el impacto mayor en la rentabilidad lo van a tener los vendedores que bajaron sus precios en la proporción exacta que implica una alícuota del 21%.

Fuente: IARAF
Fuente: IARAF

“Una cuestión relevante es si la autorización del 7% de aumento es para todos los bienes o solamente para lo que tenían la tasa cero”, advierte IARAF. Agrega que “claramente, se va a intentar subir todos los productos un 7% para de esa manera compensar la pérdida de rentabilidad derivada de la restricción”.

Y concluye al afirmar que “se trata de un asunto complejo que seguramente tendrá muchas tensiones cuyo origen está en el alto valor de la alícuota de IVA en Argentina”.

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