Después de Lagarde: la sucesión en el FMI, los candidatos y Argentina como el primer gran desafío para el próximo director

Pocos días antes de que los argentinos vayan a las urnas en octubre, en la capital norteamericana se habrá resuelto la sucesión de Christine Lagarde al frente del Fondo Monetario Internacional. El cambio de timón tendrá consecuencias inmediatas para el país.

Al próximo director gerente del organismo multilateral, que muy probablemente provendrá de un país europeo, le tocará enseguida después de estrenar el cargo el desafío de recorrer el tramo final del programa stand by con la Argentina, tratar con un gobierno menos amigable si Mauricio Macri no logra la reelección y, aunque tanto en Washington como en Buenos Aires nadie lo admita públicamente, renegociar los términos del acuerdo, algo que muchos ven como inevitable más allá de quién ocupe la Casa Rosada a partir de 2020.

Será parte del legado de Christine Lagarde, que firmó con la Argentina el programa más grande en la historia del FMI. Y será, quizá también, parte de la herencia macrista.

El crédito por 57.000 millones de dólares da una medida del apoyo externo que obtuvo el gobierno de Cambiemos. Pero ahora, con un nuevo líderazgo al frente del Fondo Monetario, será necesario avanzar en lo que un observador local calificó como "la construcción de una nueva relación de confianza entre las partes".

El proceso electoral argentino no ayuda mucho en ese sentido. Pero en ningún caso será un nuevo comienzo. Los equipos técnicos del FMI no cambiarán con la salida de Lagarde, según confirmó una fuente del organismo.

El mexicano Alejandro Werner continuará al frente del departamento del Hemisferio Occidental del Fondo y la misión para la Argentina seguirá a cargo del italiano Roberto Cardarelli, lo que asegura una continuidad en la implementación de las políticas acordadas con el equipo de Nicolás Dujovne.

Además, durante la transición también Nigel Chalk, mano derecha de Werner, y David Lipton, el número dos interinamente al frente del Fondo, mantendrán "una participación muy cercana y seguirán muy involucrados con el programa con la Argentina", sostuvo la misma fuente.

Según pudo saber Infobae, recién una vez que asuma el nuevo director gerente, en los primeros días de octubre según los plazos que determinó el board, podría haber una reorganización de los departamentos dentro del FMI e incluso cambios estructurales en respuesta a una nueva filosofía de trabajo, si la hay. Pero todo eso es por ahora materia de especulación.

Lo que quedó claro es quiénes son los candidatos que propone Europa. Se conociero el viernes pasado por la tarde y son dos mujeres y cinco varones. Se trata de la ministra española de Economía, Nadia Calviño; el presidente del Eurogrupo, el portugués Màrio Centeno; el ex presidente holandés del Eurogrupo Jeroen Dijsselbloem, el gobernador del banco central finlandés, Olli Rehn; y la directora ejecutiva del Banco Mundial, la búlgara Kristalina Georgieva.

Lo que parece casi seguro es que el sucesor de Lagarde será también europeo, por tradición, por el peso de la región en el directorio del Fondo y porque los países de Europa parecen más cerca de alcanzar un consenso en torno a un candidato, algo que no se vislumbra entre los emergentes.

El mecanismo de selección fue definido este viernes por el board del Fondo. "Aspiramos a alcanzar una decisión por consenso" sobre la base de los candidatos que se propongan, indicó el FMI en un comunicado. Un día antes el jefe de comunicaciones y vocero del FMI, Gerry Rice, había indicado en conferencia de prensa que será un proceso "abierto, transparente y basado en el mérito". El directorio ratificó esos criterios y señaló que "la intención es completar el proceso para el 4 de octubre de 2019".

El comunicado detalla además que las candidaturas se podrán comenzar a presentar a partir del 29 de este mes y hasta el 6 de septiembre a las 23.59, hora de Washington.

El directorio puede luego votar o elegir por consenso una primera "lista corta" de candidatos, que se hará pública, antes de tomar la decisión final.

En agosto, mucho antes de que se conozca el nombre del sucesor de Lagarde, tendrán lugar las PASO, que ofrecerán una idea más clara de las preferencias del electorado de cara a las generales. Desde Washington van a observar el proceso con suma atención.

La continuidad del programa con el FMI tal como fue concebido puede depender del resultado de esas elecciones, un desafío nada menor para quien pocos días antes habrá asumido el timón del organismo multilateral.

Seguí leyendo: