Documento final: Dujovne y Caputo lograron acercar posiciones y la guerra comercial no fractura el G20 de Finanzas

Hicieron magia. Nicolás Dujovne y Luis Caputo lograron acercar posiciones entre Estados Unidos y China, Canadá y la Unión Europea para aprobar un documento final del G20 de Finanzas que reconoce las tensiones globales y el crecimiento de las vulnerabilidad en los mercados, pero insta a aprovechar los escenarios multilaterales para encontrar soluciones a los conflictos comerciales que pueden complicar el crecimiento mundial y profundizar las asimetrías entre países desarrollados y los estados emergentes.

El jueves comenzó la negociación entre los deputies del G20, y ese draft comenzó a girar entre las delegaciones hasta que se logró una redacción común, empujada por Dujovne y Caputo. A diferencia de lo que sucedió en el G7 de Canadá, adonde Estados Unidos se fue de la Cumbre sin firmar, la Argentina logró que todos los miembros del G20 —enfrentados por razones económicas y geopolíticas— aprobaran el comunicado final.

El cierre del evento

Mauricio Macri cerrará las deliberaciones del G20 de Finanzas, y está previstos que unos minutos antes de su discurso, se distribuya el documento final que fue tironeado por Estados Unidos —de un lado— y la Unión Europea, China, Sudáfrica y Canadá, por el otro. La Casa Blanca desató una guerra comercial estableciendo cupos a las importaciones de aluminio y acero, y Europa y China replicaron sobre los productos americanos que podían ingresar a sus mercados. Esta versión moderna de la Ley del Talión hace crujir la economía mundial y Macri ordenó que la puja global no afectará el curso normal del G20 Finanzas en Buenos Aires.

El Presidente del Banco Central y el ministro de Hacienda y Finanzas fueron asesorados por Pablo Quirno, que es deputy del BCRA, y Laura Jaitman, que es deputy de Hacienda. Estos representantes argentinos en el G20 Finanzas hicieron el bordado del draft, y después Caputo y Dujovne ejecutaron las decisiones políticas que llegaron vía quinta de Olivos. Habrá una versión oficial en inglés, y una versión oficiosa en español, para el trabajo de los periodistas que ocupan en una gigantesca sala de prensa ubicada en el Centro de Exposiciones y Convenciones de Buenos Aires.

La redacción final del documento no significa que las diferencias de Estados Unidos con China, Canadá y la Unión Europea hayan terminado. Es una tregua diplomática para evitar que naufrague una cumbre multilateral que puede servir para atenuar una pelea por los mercados y las producciones globales.

Macri, Dujovne y Caputo respiran aliviados: se privilegió el consenso entre los Estados, sin dejar de advertir que están aumentando las vulnerabilidades financieras, que el crecimiento económico ha dejado de estar sincronizado, que hay muchas amenazas sobre el libre comercio y que las asimetrías complican el crecimiento de los países emergentes. El Presidente cerrará la cumbre agradeciendo el respaldo mundial a su programa económico e instando a preservar los escenarios multilaterales para resolver las diferencias globales.

Una propuesta que, sin duda, se pondrá a prueba en las próximos meses. Donald Trump enfrenta elecciones de medio término (en noviembre) y no arriará su bandera que dice America first. Con esa bandera llegó hasta la Casa Blanca. Y no tiene previsto cambiar su mirada sobre el mundo y el comercio global.

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