Alfredo De Angeli: "Yo soy producto del egoísmo y la soberbia de los Kirchner"

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En su modesto despacho del senado, con un mate al lado, el legislador Alfredo De Angeli recibió a Infobae y contó anécdotas que ocurrieron en esos 120 días que duró el conflicto.

¿Cómo se enteró que el gobierno iba a lanzar la 125?

— Muchos nos enteramos cuando ya la habían lanzado. Porque hubo mucha confusión, no entendíamos mucho nosotros de lo que se trataba. Entonces demoró dos o tres días hasta que el reclamo empezó a tomar estado público y empezamos a analizarlo los productores. Y fue la gota que llenó el vaso, en el 2006 nos habían cerrado las exportaciones de carne vacuna, nos daban los roes para el trigo, para el maíz, habían puesto…  El comercio del sector agropecuario, la producción del sector agropecuario estaba muy controlada, muy controlada, y apareció la 125 y de entrada les cortamos la ruta en San Pedro. Por eso se van a festejar los 10 años allá.

— Usted me contó que la vio a Cristina Kirchner ese mismo día .

— Claro, porque el día 11 a la mañana, cerca del mediodía, ella inaugura el ciclo lectivo en la ciudad de Larroque, en Entre Ríos, entre Gualeguaychú y Gualeguay. Además yo me rompo el diente con una puerta por eso estuve todo el conflicto sin el diente. Y voy para entregarle un petitorio a ella que era por las deudas con Banco Nación, las economías regionales estaban pasando un muy mal momento, y le entrego un sobre, una carpeta, y ella lo agarró así como un papel más. Se lo alcanzó a un secretario pero ni buenos días me dijo, nada. A la tarde anuncian la 125 y públicamente costó un poquito entender qué era ese anuncio. El día 12 yo sufro el accidente del diente, estaba en el campo. Y ahí empiezo a tomar la dimensión de lo que estaba pasando. Y entonces ya me dijeron que había gente en las rutas en Basabilbaso, en varios lugares, que muchos no estaban organizados.

— Ese momento es cuándo se transforma usted en uno de los líderes de todo lo que es la toma de las rutas.

— No, yo ya venía a la Federación Agraria de hacía mucho. Yo salí a organizar muchos lugares donde había protestas que no estaban organizadas. Entonces cuando llego a Basabilbaso a un piquete había algunos que me conocían. Para colmo andaba de barba y sin diente, estaba despintado.

— ¿ Cuál es la primera protesta que usted recuerda?

— Cuando yo voy y encuentro en Basabilbaso una protesta. Y en Rosario del Tala había otra. Yendo a Paraná fui a Diamante al otro día. Ya por toda esa ruta había protestas. En un día encontré siete protestas. Mucha gente me conocía, ya me dio la confianza y empezamos a cruzarnos los teléfonos. Me vengo a Gualeguaychú y hacemos una reunión en Ceibas y dijimos bueno, nos acomodamos todos en Ceibas. Cuando decimos que vamos a Ceibas aparecen ahí los camioneros de Moyano para no dejarnos en la intersección de las rutas 12 y 14. Entonces nos vamos a la ruta 40, treinta kilómetros más al Norte, en Arroyo del Sauce y ahí aparecen ustedes. Gracias a todos los medios que estaban ahí, la ciudadanía empezó a enterarse de qué es de lo que se trataba la resolución 125.

— ¿Cómo estaba el campo pre 125 y cómo está el campo ahora? ¿Sirvió esa pelea?

— Sí como no, hoy tenemos un horizonte. Primero, se liberaron las exportaciones de carne vacuna. Al asumir Mauricio Macri se sacaron las retenciones del trigo, del maíz, del girasol, del sorgo. Y ya hay un horizonte. El de la soja no se puede sacar todo de golpe porque había atadas un montón de consecuencias que tiene la retención de la soja. Pero hoy en el sector agropecuario hay muchos problemas por resolver pero hay un gobierno que escucha, se arman mesas de debate para mejorar la rentabilidad o la productividad. La mesa láctea, la mesa ganadera, la mesa de carne, la mesa de foresto industria. Siempre el ministro de Agroindustria está trabajando articulando con distintos sectores de la cadena de distintos productos para resolver los problemas.

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— ¿Hasta llegar a ese famoso "no positivo" de Julio Cobos esa madrugada del 17 de julio ¿con quién habló usted o con quién pudo motorizar algo para que no saliera la 125?

— La Mesa de Enlace tenía todo el peso para negociar. Pero el gobierno no quería negociar. Prácticamente hubo dos o tres intentos de arreglo y se caía el acuerdo y seguía la protesta. Yo prácticamente con el gobierno nacional no tuve ninguna relación, para eso estaba la Mesa de Enlace que es la que se sentaba a discutir. Nosotros veníamos como delegados a la Federación Agraria a poner nuestro punto de vista. En el caso de la Mesa de Enlace por ahí no estaba tan en contacto directo con los productores sino con los delegados. Ahora, en el caso de nosotros en Gualeguaychú teníamos trescientos, cuatrocientos productores de distintas entidades y algunos no agremiados directamente.

— Pero la parte política, quién los ayudó a ustedes. Porque se habla de Cobos, el famoso "no positivo". ¿Quiénes los ayudaron?

— Ah bueno, acá en el Senado hicieron un gran trabajo, varios senadores tuvieron mucho que ver, pero a las 9 de la noche ya el senador Adolfo Rodríguez Saá sabía cómo estaba la votación. Por algo me llama a mí, me hace llamar.

— ¿Fue en la noche de la votación?

— Salgo del programa de Mauro Viale y llama Adolfo Rodríguez Saá, me dicen: 'El senador Saá quiere hablar con vos'. Y yo lo había atendido porque ahí me habían prestado el despacho los Rodríguez Saá para trabajar. Entonces me dice: 'Alfredo, el voto del doctor Menem es muy importante porque estamos empatados'. Mirá vos, ya Rodríguez Saá para las 10 de la noche ya se había jugado, habían contabilizado. Porque yo iba a ver a los senadores.

—¿ Ya sabían que estaba 36 a 36?

— Claro. Cuando yo iba a ver a los senadores, y resulta que había una senadora de La Rioja, que fui a verla y al ratito la llamó Alberto Fernández, hacía seis meses que ni Alicia Kirchner le atendía el teléfono ni el hermano como intendente le atendía el teléfono. La llamaron y le dijeron: 'Che, qué necesitas para La Rioja.' Claro, en ese momento querían conseguir los votos.

— ¿Y qué pasó?

— Bueno, me llama el Adolfo y me dice: "Llame al doctor Menem". Un amigo la llama a Zulemita, yo nunca había hablado con el doctor Menem, menos con Zulemita. Entonces la llamo y le digo: "Zulemita, quiero hablar con tu papá". "Sí" dice, "Ya le doy con el papi" dice, viste que hablan así ellos. Entonces le digo: "Doctor, la patria lo precisa. Usted es el único que puede pacificar el país, que está muy enardecido". "De Angeli, aunque sea lo último que haga, voy a ir". "No, me dijo el senador Sanz que usted no está infartado, son mentiras, que usted tiene que venir a votar. Y hágalo por la patria". Y me confirmó: "Voy a ir De Angeli, aunque sea lo último". Y vino y votó.

 

— ¿La 125 significó de alguna manera para usted el lanzamiento a la política? Hoy es senador.

— No, pero yo decía que no iba a estar en política partidaria. Y en el 2009 Mauricio Macri me dice vení gringo, vamos a jugar en la cancha grande, dejá de jugar en la cancha chica. Y en el 2012 recién decidí. Porque yo dije bueno, para cambiar las cosas que a uno le parece que están mal hay que involucrarse. Y yo ya en la Federación Agraria tuve dos internas con Buzzi, nunca le pude ganar. Y volverme a la chacra iba a ser como abandonar una pelea. Por eso elegí ser senador y no diputado, porque es más difícil llegar a ser senador. Y cuando Mauricio Macri me dice "¿por qué no querés ser diputado?" "Porque no estoy convencido todavía" le digo, "Pero por lo menos me voy con la conciencia tranquila al campo que me expuse frente a los entrerrianos, no me votaron. Y si me votan estaré al lado tuyo trabajando". Y así fue, así que fui de senador, competí con Atilio Benedetti que ahora es el presidente de la Comisión de Agricultura de Diputados y le gané. Y bueno, acá estoy como senador.

— ¿Qué anécdota recuerda trascendental de ese momento del 11 de marzo hasta esa noche, esa madrugada del Senado?

— Bueno, la anécdota fue cuando vino la gente de Urdinarrain con tres cajones de abejas para correr a la gente de Moyano. Cada cajón de abejas tiene cincuenta mil abejas, tres cajones son ciento cincuenta mil abejas, y ellos eran trescientos.

— ¿Y cuándo fue eso?

— Eso fue como para el 15 de marzo más o menos que estaban los Moyano ya acampados ahí en Ceibas. Entonces la gente de Urdinarrain dice por qué no vamos y les tiramos esta noche tres cajones de abejas. La abeja de noche no vuela pero mañana cuando calienta el sol no queda nadie ahí.

— ¿Cuántas abejas había?

— Y, más o menos cincuenta mil abejas por cajón. Son ciento cincuenta mil abejas. Eran trescientos ellos. Si haces una cuenta matemática qué sé yo, quinientas abejas para cada uno (risas). Igual iba a pasar una fatalidad. Y yo no quise porque había una escuela al lado, hay un pueblo al lado y había chicos que podían ser picados por las abejas. Hay chicos alérgicos y vos sabés lo que puede hacer una abeja. Entonces no quise. Pero los muchachos de Urdinarrain ya tenían preparados los cajones de abejas. Así que no iba a ser una batalla campal. Esa fue una anécdota.

alfredo-de-angelis-3— Hay mucha información al respecto pero ¿a quién usted ve como el que fue el ideólogo de la resolución 125? Se habla mucho de Guillermo Moreno. Martín Lousteau dice que fue por Guillermo Moreno pero que él la cambió y la hizo un poco mejor.

— Yo creo que ésta gente gobernó y tomó decisiones desde el desconocimiento. Porque encima no tenían el conocimiento de la representación del campo. No tenían ni idea. Porque tiraron tanto la cuerda que conformaron la Mesa de Enlace con dos entidades como la Federación Agraria y la Sociedad Rural antagónicas y en la ruta estábamos todos juntos, desde el más chiquito hasta el más grande. Yo creo que tiene que haber sido Moreno, la soberbia y la avaricia de los Kirchner. Yo soy producto del egoísmo y la avaricia de los Kirchner.

— ¿Dónde lo ubica al ministro de Economía en ese entonces.

— No, yo lo veo… A él le dijeron hay que había que recaudar, tenemos que concentrar el dinero. La soja está 550 dólares, tenemos que hacer un impuesto aduanero. Lousteau fue el ideólogo y el que puso el gancho.

— ¿Tenía un objetivo recaudatorio la 125?

— Pero claro, no tengo dudas. Era porque… Por qué a mí me sale más fácil, porque nosotros en la currícula escolar de Entre Ríos estudiamos mucho la historia de los caudillos federales. Y nosotros tenemos una Constitución federal con un gobierno central. Éste era un impuesto aduanero, que era la vieja lucha de Urquiza y Rosas, de unitarios y federales. Y esto era lo más parecido, salvando las distancias y las personas. ¿Qué quería Néstor Kirchner? Bueno, acá tenemos todo esto para recaudar y acá vamos al populismo derecho, vamos a dividir al pueblo, le vamos a dar los fondos de la soja y los vamos a mantener sin trabajar, no nos importa la educación. Populismo puro con dinero. Es lamentable. Dejaron cosas positivas y negativas. Enfrentaron a un pueblo, y ahí empezó la grieta. Cien días de conflicto, en un gobierno normal no podía haber cien días de conflicto. No había diálogo. Cómo nos insultaba y nos maltrataba nuestra propia presidente a nosotros. Lo positivo es que, como dice nuestro presidente Macri, unidos los argentinos somos imparables. Se conformó la Mesa de Enlace, se fortalecieron las entidades. Y fue una clase cívica para el pueblo argentino, para muchos argentinos.

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