Jack Lew, el enviado de Barack Obama para reiniciar las relaciones económicas

El secretario del Tesoro se reunirá con el presidente Macri y con el ministro de Hacienda, Prat-Gay

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La última visita de un secretario del Tesoro de los Estados Unidos a la Argentina fue en agosto de 2002. Paul O'Neil llegó en aquel entonces para ayudar a los funcionarios del FMI a renovar un acuerdo stand by que vencía en esa fecha.

La visita que comienza hoy de Jack Lew, secretario del Tesoro de Obama, tiene otro sentido. Lew llega a la Argentina para firmar con el ministro de Hacienda y Finanzas Alfonso Prat-Gay una declaración conjunta entre los gobiernos de los EEUU y la Argentina.

Pese al hermetismo que rodea a la visita,  Lew anunciaría el comienzo de una relación económica financiera con novedades importantes en el aspecto comercial. También se referiría a inversiones futuras.

El actual secretario del Tesoro fue nombrado en el cargo el 28 de febrero de 2013 por el presidente Obama. Tiene 60 años y es miembro de una familia judía de clase media. Los medios de los Estados Unidos lo consideran un hombre clave de la gestión.

Antes de llegar a ese lugar encabezó las duras negociaciones en el Congreso para la aprobación del Presupuesto 2014, luego de haber estado 14 meses al frente de la Oficina de Presupuesto de la Casa Blanca (OMB). En esos meses Lew se ganó la confianza de su presidente.

Lew se diplomó en Harvard. Luego su carrera comenzó como adjunto parlamentario del presidente del Partido Demócrata de la Cámara de Representantes, Thomas O'Neill. Se desempeño allí a lo largo de ocho años y obtuvo un título de abogado en la Universidad de Georgetown.

Cuando era un colaborador de O'Neill, el presidente era un republicano, Ronald Reagan. En 1987, se convirtió en abogado de un importante estudio jurídico de Washington relacionado con el mundo de las finanzas.

En 1993, el presidente Bill Clinton lo incluyó entre sus asesores. Al año siguiente fue designado en la OMB, donde realizó toda la carrera hasta convertirse en su director, un cargo equivalente al de secretario de Estado para el Presupuesto, que ocupó entre 1998 y 2001. Durante esos cuatro años el presupuesto de Estados Unidos tuvo excedentes por primera vez desde 1960.

La prensa estadounidense lo ha calificado como una especie de componedor. Algunos lo llaman "El Guerrero de Obama" por haber sido un funcionario capaz de forjar acuerdos en el Congreso en temas clave como la deuda y el saneamiento de las cuentas públicas. Por ejemplo, participó en las negociaciones por el aumento del techo de la deuda en 2011 y el 2013 destinadas a evitar el llamado "precipicio fiscal".

Lew trabajó también en la actividad privada. Tras un paso en la dirección de la Universidad de Nueva York entre 2001 y 2006, en 2007 y 2008 ocupó un puesto en el Citigroup. Ese paso le habría generado algunos cuestionamientos a su candidatura. Su actividad bancaria no se condice con el resto de su carrera. Los que lo conocen dicen que no está muy a gusto con el mundo de las finanzas. Ha trabajado mas en las la acción política, las cuestiones presupuestarias, pero también internacionales, ya que ha ocupado un puesto de dirección en el Departamento de Estado durante cerca de dos años al comienzo del mandato de Obama.

Uno de los aspectos de Lew que llamaron más la atención de la prensa es su firma, debido a que se trata de un garabato que no guarda ninguna relación con su nombre. Cuando lo consultaron al presidente Obama sobre ello, bromeó: "Nunca había notado la firma de Jack y cuando ésta fue destacada por la prensa consideré rescindir mi oferta de nominarlo. Pero Jack me aseguró que va a trabajar para producir al menos una carta legible para no degradar nuestra moneda si es confirmado como secretario del Tesoro".

No se descarta que la visita de Lew  esté relacionada con un anuncio que podría modificar en el futuro el rumbo de la economía argentina. En ese aspecto hay que señalar que el martes llega a la Argentina el director para el Hemisferio Occidental del FMI, el mexicano Alejandro Werner, quien cerrará la primera revisión de las cuentas fiscales del artículo IV que se aprobaría a fines de este año. El FMI anunciaría el final de la moción de censura que pesa sobre las estadísticas del INDEC desde el 2007.