Corrida de 60 metros, dos rivales en el camino y definición perfecta: el golazo de Cristian Pavón ante Palmeiras en el Brasileirao

El primer tiempo se extinguía en el duelo entre Atlético Mineiro y Palmeiras por la Serie A del Brasileirao cuando Gustavo Gómez intentó un pase fallido y surgió para anticipar Cristian Pavón volcado sobre la derecha, uno de los tres hombres detrás de los delanteros (Hulk y Paulinho) en el elenco de Belo Horizonte. Enseguida encendió el turbo y limpió al primer rival para iniciar su golazo, una obra maestra de 60 metros que se convirtió en una de las escenas del fin de semana.

El delantero ex Boca Juniors, de 27 años, vio campo abierto, aceleró y pisó el área con determinación. Tenía pase al centro con el ingreso de Paulinho, y decidió precisamente jugar con esa posibilidad. Como el primer defensor que lo cerró pensó que daría el pase, Kichán enganchó y lo eliminó. Y, ante la salida del guardameta Weverton, definió con excelencia y calma al primer palo.

Una conquista de enorme factura que el cordobés, mundialista con la selección argentina en Rusia 2018, gritó con fiereza, consciente de lo que había construido. Lamentablemente para él y su elenco, Eduardo Pereira Rodrigues igualó las acciones a los 7 minutos del complemento y el 1-1 no se modificó en el score.

Disputadas ocho fechas del Brasileirao, el líder es Botafogo con 21 unidades y apenas una derrota. Palmeiras, invicto, aparece como escolta con 16. Dos puntos menos tiene el Mineiro, que dislapidó la chance de recortar terreno respecto de la cima.

El inoxidable Hulk es el máximo anotador de O Galo, con cuatro conquistas (dos de penal). Y este fue el primer grito de Pavón en el principal certamen local de Brasil, donde busca recuperar su nivel luego de su turbulenta salida del Xeneize, de donde se marchó libre y tras un semestre sin rodaje, hecho que hizo mella en su juego.

Desde su desembarco en el Atlético Mineiro acumula 38 partidos y apenas tres tantos, aunque este último amaga con ser el punto de partida para el regreso de su mejor versión, aquella que deslumbró en Talleres de Córdoba y Colón, que se destacó en Boca y lo llevó a tirar paredes con Lionel Messi en la Selección.

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