Quizás no tuvo su actuación más reluciente, pero sí que estuvo bastante fino con los tiros libres. Lionel Messi ejecutó uno en el primer tiempo ante Panamá que se estrelló en un poste y lo mismo ocurrió en el complemento. Sobre el final del match, se desquitó e hizo deleitar a todos con un delicioso zurdazo que se clavó en el ángulo más lejano al arquero panameño. Fue el broche de oro para una noche soñada, mágica. Lo cierto es que antes ya había dado un anticipo.

Durante los ejercicios precompetitivos, algo que se repitió a lo largo de toda la Copa del Mundo disputada en Qatar, los futbolistas se mueven y terminan con algunos ejercicios con pelota. Los mediocampistas ofensivos y delanteros, se ubican en los alrededores del área grande y pelotean a los arqueros que, por turnos, intentan despejar los remates y se van poniendo a tono con el duelo.
Messi dio la nota y ejecutó el mismo tiro que ensayaría más tarde durante los 90 minutos. La cámara de un teléfono celular situado en la tribuna grabó la parábola del balón que se incrustó en el ángulo de la valla. Lógicamente todos los fanáticos albicelestes se exaltaron con el remate del número 10, que disfrutó de principio a fin la cita en el estadio Monumental con el resto de los campeones del mundo.
“Siempre soñé con este momento, poder festejar con ustedes, poder venir a mi país, a Argentina, levantar una Copa América, la Finalissima y lo más grande, la Copa del Mundo”, fueron algunas de las frases del rosarino cuando tomó el micrófono para ser escuchado por más de 80 mil espectadores que deliraron con el plantel que dio la vuelta en Doha.
Como si fuera poco, Leo firmó su tanto número 800 desde que es profesional. La radiografía de los 800 goles de Messi marca que Pep Guardiola fue quien más disfrutó en primera fila los tantos del crack argentino, quien marcó 211 en el Barcelona. Con Luis Enrique, el jugador de 35 años festejó 153 veces y con Ernesto Valverde, otras 112. Todos con la camiseta del Barcelona. Tras su paso a Francia, con Christophe Galtier de técnico la Pulga gritó hasta el momento 18 goles y otros 11 bajo el mando de Mauricio Pochettino.
Con la selección argentina alcanzó los 99 gritos, siendo el máximo artillero histórico (segundo está Gabriel Batistuta con 54) y hay que detenerse a resaltar los siete que agregó en la reciente Copa del Mundo disputada en Qatar, donde el rosarino tocó la gloria. Actualmente mantiene 0,79 de promedio de gol con un total de 1016 partidos. De sus 800 gritos, 108 fueron de penal y 62 de tiro libre. En el desglose tiene 700 de zurda, 101 de derecha, 26 de cabeza, uno con la cadera, uno con el pecho y uno con la mano.
La tabla de máximos artilleros de la historia tiene a Cristiano Ronaldo en lo más alto con 830 goles en 1156 partidos (0,72 de promedio); actualmente está jugando en el Al-Nassr de Arabia Saudita. En el segundo lugar está el delantero austríaco Josef Bican, que jugó entre 1931 y 1955, y anotó 805 goles en 530 partidos (1,52).
Tras conseguir el tanto 800, que le permite continuar en su camino para superar a CR7, Messi ya tiene en el horizonte otro objetivo más: alcanzar a Dani Alves en lo más alto de la tabla de los jugadores con más títulos de la historia. El brasileño, actualmente con problemas con la Justicia, ostenta 42 y el argentino lo corre de atrás con uno menos. Cierran el podio el español Andrés Iniesta y Maxwell, con 37.
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