Sevilla perdió como local 3-2 ante el Osasuna y complicó aún más su situación respecto a la permanencia en la Liga de España: quedó a dos puntos del Valencia, el último de los tres elencos que estarían perdiendo la categoría, a 15 fechas del final del certamen. El cambio de entrenador y la llegada de Jorge Sampaoli no consiguieron estabilizar a un equipo acostumbrado a pelear arriba. Y el difícil trance, claro, sostiene la temperatura elevada...
Un hecho curioso se dio a cuatro minutos del epílogo, cuando los andaluces intentaban presionar en pos de la igualdad. En medio del nerviosismo, Nemanja Gudelj apareció sobre el césped con una hoja tamaño extra grande con indicaciones del cuerpo técnico. Le arrimó el apunte a Oliver Torres, pero pasaron varios segundos intentando entender qué decía, mientras el cronómetro continuaba corriendo. Quien se fastidió fue Marcos Acuña, el lateral ex Ferro y Racing, campeón del mundo con la selección argentina.
El zurdo, de 31 años, les arrebató el papel a sus compañeros, lo estrujó haciéndolo una pelota, y lo arrojó con furia al césped. La cámara de la transmisión oficial se quedó con las instrucciones que quedaron solitarias sobre el campo mientras el verdadero balón siguió rodando.
* Las mejores acciones del duelo disputado en Sevilla
El curioso método de Sampaoli para dar indicaciones ya había generado polémica en la caída por goleada 3 a 0 ante el Barcelona del 5 de febrero. En aquella ocasión, Lucas Ocampos le acercó un papel enorme a Joan Jordán con las indicaciones de Sampaoli. Y el futbolista trató de decodificar las órdenes tácticas y acomodar a sus compañeros durante varios minutos y ante las cámaras de la TV. El cotejo estaba 0-0. A la postre, el plan del orientador de Casilda evidentemente no funcionó.
Inmediatamente surgieron las críticas de los aficionados y la burla de la prensa europea, que tomaron la secuencia del papel como “absurda” o “ridícula”. Entonces, hasta un referente como Iván Rakitic apuntó contra la pizarra del DT de Argentina en el Mundial de Rusia 2018. ““Tenemos que ser mucho más valientes, no esperar tanto. Al final un equipo como el Barcelona claro que te va a llegar”, dijo, profundizando la crisis.
Pues bien, la escena de este domingo volvió a poner al “método papel” en el ojo de la tormenta. ¿Se trató solo de un enojo de Acuña por la desesperación por alcanzar la igualdad? ¿O hay roces entre el plantel y el cuerpo técnico? Son las dudas que quedaron flotando en el ambiente.
Por lo pronto, el Sevilla deberá darle la vuelta a la página con velocidad: el sábado 4 de marzo visitará al Atlético de Madrid en otra final por no perder la categoría. La angustia está en el plano local: en el internacional, viene de avanzar a los octavos de final de la Europa League, tras superar al PSV de Países Bajos. En la próxima instancia se probará ante el Fenerbahce de Turquía.
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