Este sábado se desató un enfrentamiento durante un partido de rugby que podría traerle serias consecuencias a los jugadores de los dos equipos involucrados, ya que según reveló la prensa británica, la European Professional Club Rugby (EPCR), ente que organiza el certamen, analiza una sanción ejemplar.
Se jugaban 50 minutos del duelo entre Saracens (Inglaterra) y Munster (Irlanda) de la Copa de Campeones y el partido estaba 6-3 en favor del conjunto visitante cuando comenzó el conflicto. Uno de los hookers del equipo local, Jamie George, discutió con un asistente médico del rival y cuando todo parecía calmarse escuchó que le dijeron “gordo”.
Fue entonces cuando éste estalló de furia e intentó tomarse a golpes de puños, aunque los jugadores del Munster intervinieron de inmediato para defender al intergrante de su cuerpo médico. En apenas segundos, cerca de 15 jugadores se encontraban forcejeando sobre el costado del campo de juego, hasta que varios de ellos terminaron en el suelo al caer sobre los carteles de publicidad. En el tumulto no sólo se vieron forcejeos, sino además golpes de puños y patadas.
“Creo que necesitamos decidir qué vamos a hacer”, declaró Mark McCall, entrenador de los Saracens. “Por lo que sé, se le dijo algo bastante malo a Jamie. Claramente no debería suceder. No creo que lo que se dijo haya sido bueno en absoluto", agregó.
Un comunicado del EPCR informó: “Se ha decidido investigar los incidentes ocurridos durante la segunda mitad de la Copa de Campeones, partido de la Ronda 4 entre Saracens y Munster Rugby en el Allianz Park ayer (sábado 14 de diciembre). Ahora se buscará información de los oficiales del partido y de ambos clubes y EPCR no hará más comentarios hasta que se complete la investigación”.
El partido terminó siendo triunfo para los Saracens por 15 a 6 que siguen con la posibilidad de clasificar a los cuartos de final si ganan sus próximos compromisos.
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