No se sentó en todo el primer tiempo. Hizo gestos con las manos, tuvo como punto a Nicolás Tagliafico, y la marca a Kylian Mbappe, y caminó de izquierda a derecha sin parar. Así vivió los 45 minutos iniciales Jorge Sampaoli, quien pudo desahogarse tras el gol de Ángel Di María.
El de Casilda estuvo atento al juego de Javier Mascherano, al que incentivó durante gran parte de la primera mitad, también trabajó sobre el lateral del Ajax y sufrió el penal de Marcos Rojo. Se tomó la cabeza y continuó caminando, como en el resto del partido.
Finalmente se pudo desahogar en el tanto del atacante del PSG, a los 41 minutos. Tras el espectacular remate desde afuera del área del rosarino, Jorge Sampaoli gritó de espaldas a la cancha, junto a la gente.
Posteriormente se dio vuelta y se desquitó con un gruñido que acompañó con los puños cerrados hacia el aire. Segundos después, continuó dándole indicaciones a Mascherano.
La selección argentina consiguió el empate antes del cierre del primer tiempo. Un gol que le dio un respiro tanto a los fanáticos argentinos, como a Sampaoli y sus jugadores para encarar el segundo tiempo.
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