El electrocardiograma de Sampaoli: de los silbidos al festejo descontrolado por el gol de Marcos Rojo

La selección argentina derrotó dramáticamente 1-0 a Nigeria y consiguió la ansiada clasificación a octavos de final del Mundial de Rusia. El elenco nacional finalizó en el segundo lugar del Grupo D y enfrentará a Francia el próximo sábado.

En un partido cargado de angustia y nerviosismo, Jorge Sampaoli lo vivió a su manera, con su habitual estilo. En el ojo de la tormenta por todo lo ocurrido en la semana, se trataba un choque muy especial para él.

Lejos de la calma, el oriundo de Casilda se mantuvo muy activo durante los 90 minutos. No se quedó quieto en ningún momento. No resultó agradable para él la recepción por parte del público: fue silbado cuando apareció su imagen en la pantalla gigante.

Prácticamente desde el inicio se mantuvo de pie dando indicaciones, mientras marcaba un surco al borde del campo de juego, caminando de un lado a otro. Con la intensidad característica que lo distingue, gritó y se lamentó con cada situación de gol que desperdició el elenco nacional.

El DT le protestó al árbitro en repetidas ocasiones, especialmente cuando promediando el primer tiempo, pidió el VAR ante una falta que le cometieron a Ángel Di María. Consideraba que era una infracción merecedora de expulsión.

Durante el complemento, Sampaoli lamentó el empate parcial de las Águilas Verdes, pero no se mostró resignado en ningún momento. Tras el gol rival, arengó a sus jugadores. Luego, expresó insultos al aire por la situación fallida de Gonzalo Higuaín.

Finalmente, cerca del final, llegó el desahogo con el gol de Marcos Rojo que decretó el pase a la siguiente ronda para el combinado nacional. Y cuando el árbitro pitó el final del partido pegó el último grito e inmediatamente se retiró hacia el vestuario festejando.

En las dos anteriores presentaciones, para el afuera, fue un manojo de nervios. A cada instante, se lo vio tenso, pensante, tratando de encontrar soluciones a las respuestas que daba el equipo dentro de la cancha.

Sus gritos, saltos y demás reacciones eufóricas atrajeron las miradas del público. También, con la derrota prácticamente consumada, recibió insultos de parte de los hinchas. Hoy, la reprobación de los aficionados se volvió a repetir, ya que bajaron los abucheos de las cuatro tribunas.

Por otra parte, a diferencia de cómo se vistió para los primeros encuentros, el entrenador de la Albiceleste lució un look más habitual para él, vistiendo un atuendo deportivo, con la ropa oficial de entrenamiento.

Ante Islandia, el director técnico de la Selección vistió un traje elegante. En tanto que frente a Croacia, apeló a un saco desabrochado y con brillo, una remera ajustada al cuerpo y un pantalón ajustado. Todo de negro.

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