El clima que se vive en el predio que habita la Selección en Rusia en la víspera del partido con Nigeria es apacible, notablemente más calmo que los convulsionados viernes y sábado pasados en los que fueron necesarias al menos tres reuniones entre futbolistas, cuerpo técnico y dirigentes para definir los pasos a seguir luego de los síntomas vitales que la Argentina recuperó en el Mundial con el triunfo de Nigeria ante Islandia: de aquellos cónclaves se definió que los líderes del equipo nacional definirán junto a Jorge Sampaoli cómo y quiénes jugarán en lo que quede del Mundial, decisión que quedó plasmada hoy con una contundente imagen en la que se ve a Javier Mascherano intercambiando opiniones con el DT sobre una libreta en la que se ven nombres y un dibujo táctico.
La crisis profunda que desató la humillante derrota ante Croacia que había dejado a la Selección al borde de la eliminación destapó el malestar de los referentes del equipo para con el entrenador y sus métodos. Fueron necesarias charlas de profunda autocrítica entre los futbolistas y de planteos terminantes de estos hacia el cuerpo técnico. No se sentían cómodos con sus marchas y contramarchas, con sus planteos erróneos de los partidos y con la falta de conceptos claros de su ciclo, tal como lo expuso ayer Lucas Biglia.
Fue entonces que en primera instancia los futbolistas decidieron nombras a Javier Mascherano como una especie de vocero del plantel, lo que también fue confirmado ayer cuando el Jefecito brindó una conferencia de prensa junto al mencionado Biglia cuando la nómina de FIFA indicaban que los que debían hablar era el mediocampista del Milan junto a Giovani Lo Celso. El ex River no solo admitió que hubo reuniones sino que también dijo que tomarán decisiones que suelen ser menester exclusivo de los entrenadores.
Así las cosas y ante las imágenes contundentes, quedó expuesto hoy el inicio del doble comando en la Selección.
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