Argentina dejó una profunda preocupación

Daniel Arcucci

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De la teoría a la práctica, nada. Uno podía prever que la Selección Argentina se iba a encontrar con ese equipo de Islandia, con dos líneas de 4. Y por eso, iba a intentar desbordar por los laterales, pero no sucedió.

(Eduardo) Salvio y (Maximiliano) Meza se encimaron. (Nicolás) Tagliafico no fue tanto y (Angel) Di María fue el Di María de los últimos tiempos. (Lucas) Biglia, al fin, intentó jugar de (Giovanni) Lo Celso, y no es Lo Celso. En el medio de todo eso quedó encerrado Lionel Messi. Que encima erró un penal. El contraste con Cristiano (Ronaldo) es morboso, pero inevitable. Porque si Cristiano no tuvo socios y Messi tampoco, es cierto que el portugués respondió y Leo lamentablemente no.

Lo único, el primer gol mundialista de Kun Agüero, demasiado poco. El cambio de (Ever) Banega por Biglia no fue un cambio. El cambio de (Cristian) Pavón por Di María sí lo fue. De todos modos lo que no cambió es lo que genera Argentina: una profunda preocupación.