La anécdota de la "pelota mágica" en el mítico gol de Martín Palermo ante Perú, por Eliminatorias

El 10 de octubre de 2009, el delantero fue, más que nunca el "Optimista del gol": anotó la épica y agónica conquista que propició la clasificación de Argentina a Sudáfrica 2010. Y el balón del milagro, literalmente, fue a buscar a su dueño

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Si hay una imagen que genera el link directo entre Martín Palermo y la Selección es el gol contra Perú, en 2009, por las Eliminatorias de cara al Mundial de Sudáfrica 2010. Porque tuvo todos los condimentos de la épica. Porque, en ese contexto, quién sino él podía ser el autor de la conquista que empujó a Argentina hacia el Mundial, cuando las alarmas gritaban.

Repasemos el contexto: 10 de octubre de 2009, anteúltima fecha de las Eliminatorias, estadio Monumental. Argentina, dirigida por Diego Maradona, igualaba 1-1 frente a Perú y se le complicaba el acceso a la Copa del Mundo. "En la cancha decíamos: 'Estamos mal'. En la vibra de la gente se veía que el resultado no se encarrilaba", aportó su mirada Martín de los momentos previos a que se calzara el traje de héroe.

"Justo en una jugada me metieron una patada en la nariz. Tenía sangre, el árbitro me decía que no podía seguir. Había adicionado tres minutos", comenzó la narración de la jugada, que se mantiene vívida en su mente.

"Vino un centro, pasó, Di María la metió, pasó. La agarró el Pocho (Insúa); creo que estábamos los 22 jugadores en el área, salvo Chiquito (Romero) que estaba en nuestro arco", le fue adosando suspenso a la obra.

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"Ni pensás que esa jugada justo te va a caer a vos; más allá de la intuición, qué podía imaginarme que podía terminar definiendo el partido. Ese gol se vivió con tanta emoción… Diego haciendo la planchita en la cancha, mi familia, toda la locura que se armó", comentó.

Es que la pelota del gol, efectivamente, traía magia. Sólo así se explica dónde terminó… "En la cancha estaba el hermano de mi señora… y le terminó cayendo la pelota. Cuando lo fui a saludar después del partido le pregunto: '¿Y esa pelota?'. 'Es la del gol, me terminó cayendo', me contestó. Tengo la pelota en mi casa guardada de recuerdo, una anécdota increíble. Fue una felicidad enorme el volver a reencontrarme con el hincha argentino después de la marca maldita de los tres penales", completó.