"Si tardaban 30 segundos más en atenderme, me moría desangrado": la historia del voleibolista que se convirtió en youtuber después de sufrir un accidente jugando para la Selección

Germán Johansen es una de las figuras del equipo nacional que busca una medalla en los Juegos Panamericanos de Lima. Tras sufrir una lesión, apostó por el humor para afrontar su recuperación. “Siempre me gustó hacer reír con el stand up”, reconoció

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“Si tardaban 30 segundos más en atenderme podría haber muerto desangrado”, dijo el Zurdo
“Si tardaban 30 segundos más en atenderme podría haber muerto desangrado”, dijo el Zurdo

Germán Johansen es una especie de superhéroe que cuenta con dos personalidades encarnadas en la del jugador de vóley y la de Mister Giordi, el humorístico personaje que es furor en las redes sociales. Su doble función que se complementa entre las canchas y YouTube comenzó en 2014, cuando sufrió una grave lesión jugando para la Selección. "Casi me muero. Me corté con un vidrio el tendón, la arteria y el nervio de la mando. Si tardaban 30 segundos más en atenderme podría haber muerto desangrado", recordó en diálogo con Infobae.

El duro episodio le sirvió como estimulante para apostar por su otra pasión: la comedia. "En ese momento pensé que dedicarme sólo al vóley era muy poco. Pensaba que tenía mucho más para dar, sin dejar al deporte que amo y me hace feliz", reflexionó el Flaco, quien en el último tiempo decidió reducir la cantidad de publicaciones por una mirada retrógrada que se instaló en el ambiente del vóley.

"Estuve un poco vago", se excusó entre risas con una cuota de ironía. "Uno tiene que dar una imagen cuando representa a su país", agregó con un argumento que se ampara más en el respeto que en la convicción. "Entiendo que haya jugadores históricos o entrenadores más grandes que no sepan la cantidad de tiempo que me lleva hacer un video. Si al compañero que está estudiando medicina le permiten quedarse hasta las 5 de la mañana estudiando, ¿qué les molesta que yo le dedique menos de una hora a lo que hago?", cuestionó.

El porteño se dedicó a las dos actividades en simultáneo. Una decisión que le provocó el reconocimiento popular de sus seguidores, junto con los reproches de los más experimentados. Gajes del oficio. O las espinas de las rosas. "Como mi vida privada pasó a ser pública, todo el mundo empezó a opinar. Para bien o para mal. Al comienzo no le di importancia, porque no estaba haciendo nada malo, pero con el tiempo se volvió insostenible y lo fui dejando de a poco", analizó la figura del vóley argentino que sueña con un podio en Lima.

El precio de la fama fue la envidia de su entorno. "Me sirvió para conocer bien a la gente. Quién te conoce, quién habla de más o quién se deja manipular por las Fake News. Yo soy un jugador de vóley que hace dos años ganó una medalla de oro (en el Mundial Sub 23) jugando y entrenando. No haciendo videos", recordó.

La dicotomía que le provocaron las críticas que surgieron desde el ambiente deportivo no representaron ningún inconveniente en el Zurdo. "Nunca voy a poder dejar de hacer reír. Todos los actores, personajes de TV, deportistas e influencers son un producto en sí mismo. Ya no hay más cadenas que hacen contenido propio para tener publicidad, y con el paso de los años eso va a seguir cambiando", explicó con la tranquilidad que lo caracteriza.

infobae

Con la sonrisa permanente y su humildad característica, Johansen confesó cuál es su secreto para el éxito. "Me gusta reírme de mí mismo. De mi altura, de lo que hacía. Si iba a un recital, decía que soy Quilmes, porque soy el punto de encuentro", deslizó con la chispa que no puede perder a pesar de la falta de ritmo. "Igualmente, nunca quise hacerlo a tiempo completo. Siempre prioricé el vóley, aunque estoy convencido de que me voy a dedicar profesionalmente cuando me retire, porque el deporte tiene una fecha de vencimiento", deslizó.

Lo llamativo es que Germán no es el alma del equipo. El encargado de divertir a su público tiene una personalidad retraída con el grupo. "Es raro", dijo entre risas. "Hay gente que es mucha más graciosa. Yo no soy bueno escribiendo guiones, pero me gusta improvisar. Durante 4 meses hice stand up sin saber qué iba a decir en el escenario. Había funciones que tenían que durar 6 minutos y se extendían a 22″, argumentó antes de exponer una hipótesis que reforzó su idea: "La gente que se sube al escenario para hacer reír a los demás, es la más tímida y pudorosa. Es la que nunca te va a tirar un chiste en una reunión familiar. Incluso dentro del plantel hay muchos chicos que te van a hacer cagar de risa con sus anécdotas, pero cuando les preguntas si no se animan a subirse al escenario, te dicen que no".

En las canchas, las redes sociales, la TV, el teatro… Germán Johansen puede destacarse en lo que elija. Su dedicación, profesionalismo, esfuerzo y talento le permiten soñar con un futuro sin barreras. "Una vez me preguntaron qué quería hacer cuando sea grande. Respondí conducir un programa de radio, trabajar en televisión y escribir un libro, entre tantas otras cosas. Cuando me retrucaron diciendo que era un montón, le dije que tengo toda la vida para hacerlo"…

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