(El mal estado del punto del penal en la ejecución de Marcelo Díaz)
La tensión en el partido entre Racing y Boca Unidos, por los 32avos de final de la Copa Argentina, se mantuvo hasta el final. Tras empatar 0-0 en tiempo regular, la serie se definió en los penales y, finalmente, los correntinos dieron el golpe para avanzar a la próxima instancia.
La lluvia jugó un papel determinante en el partido. "La Academia" fue más e intentó permanentemente imponer su juego, pero la fuerte tormenta que cayó durante gran parte del encuentro afectó el estado del campo de juego y desnaturalizó las acciones.
El impacto de las condiciones climáticas se sintió, sobre todo, en el área de Boca Unidos. Gran parte de las acciones se desarrollaron en esa parte de la cancha durante el segundo tiempo y las pisadas de los jugadores hicieron que prácticamente desapareciera el punto del penal. La pintura se veía solo parcialmente y, en su lugar, había un gran pozo con barro.
Allí se patearon los penales. Quiénes más sufrieron esta circunstancia fueron los futbolistas diestros, ya que el pie de apoyo a la hora de ejecutar (el izquierdo) pisaba de lleno en el barro, causando resbalones.
El chileno Marcelo Díaz dio cuenta de esta situación. Antes de patear, acomodó varias veces la pelota. Luego, remató y su disparo se fue por arriba del travesaño. Inmediatamente, el futbolista de Racing se dio vuelta, enojado, quejándose sobre el estado del campo.
El mal estado del punto del penal no solo afectó a los jugadores de campo, sino también a los arqueros. Así lo reconoció Jorge Aquino, de Boca Unidos, una vez terminado el encuentro: "Estaba con un charco, veníamos peleando en los saques de arco también porque se resbalaba el pie. A mí se me cargó la pantorrilla".
Finalmente, Racing, que había sido mejor en el tiempo regular, fue el más perjudicado por el mal estado del césped. Luego del yerro de Díaz, Fernando Alloco no falló y clasificó al elenco correntino a los 16avos. de final.
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