La historia de José de la Torre, el hijo del ministro que deslumbra en Regatas Bella Vista y se recupera de un impactante golpe

Para "Pepe" de la Torre, el partido ante CUBA de hace un par de semanas no fue uno más. Sin lugar a dudas se trató de uno de los momentos más difíciles que le tocó vivir en los últimos tiempos en su carrera deportiva. El reloj se paró para él, cuando su rostro chocó –sí, literalmente chocó- contra la humanidad de Francisco Pastrono, jugador de Universitario de Buenos Aires. José quedó tendido en el césped e inconsciente. A dos semanas del accidente, "Pepe" se toma la situación hasta con humor. Todo Regatas Bella Vista sigue pendiente de cuánto le falta para volver a las canchas al jugador que ya superó la barrera de los 1.000 puntos con la camiseta auriazul y que tanto le aporta a uno de los líderes – junto al SIC – del presente torneo .

UN GRAN PARTIDO Y EL TRISTE ACCIDENTE

Regatas perdía ante CUBA por 19 a 17 y buscaba darlo vuelta, pero llegó el momento menos esperado, cuando el reloj marcaba los 23 minutos de la segunda etapa. Allí, "Pepe" fue a buscar la ovalada en el aire y chocó de frente contra el fullback visitante, Francisco Pastrono, que golpeó, sin intención, de lleno contra su rostro. José cayó y enseguida quedó inmóvil e inconsciente. Se pensó inmediatamente en una lesión importante. La desesperación se adueñó de los presentes. Los médicos del club entraron para atenderlo, mientras una de sus hermanas lloraba, y su papá, Joaquín de la Torre (ex entrenador del club y Ministro por la Provincia de Buenos Aires) ingresaba al campo de juego a ver cuál era la real situación por la que estaba atravesando su hijo.

-¿Qué recordás del choque?

-La verdad es que no me acuerdo de nada, cuando retomé la conciencia ya estaba en el hospital y había pasado lo peor del trance.

-¿Quiénes te acompañaron hasta allí?

Mi tío Pablo, que es médico; mi papá y un amigo que es dentista y fue clave para ayudarme en la lesión. Más tarde, tuve la visita de uno de los entrenadores de CUBA, Esteban "Rulo" Lasala, y algunos allegados de mi club que fueron a verme para saber cómo seguía y para asegurarse de que me encontraba bien. Por suerte, me desperté cuando ya me habían cosido toda la boca y me estaban por realizar una tomografía.

Mimado por su familia y con más de 1.000 puntos en el rugby porteño, "Pepe", es uno de los seis hijos de una gran familia que formaron Joaquín de la Torre y María José Camerlinckx. José es el único varón de cinco hermanas mujeres que lo quieren, lo cuidan y lo celan –"no me dejan ni tener novia"-.

Nació el 28 de octubre de 1991, De la Torre es Licenciado en Administración de Empresas, profesión que ejerce desde hace cinco años. Su carrera en el rugby de la URBA comenzó en 2012, cuando debutó en la categoría superior enfrentando a Hurling, uno de los clásicos rivales de Regatas. Ese año jugó 13 partidos y anotó 152 puntos (9 tries, 1 drop, 4 penales y 46 conversiones).

Por una lesión en el hombro debió operarse y se perdió casi todo el 2013. Sólo jugó 11 encuentros con 68 tantos (2 tries, 14 goles, 9 penales y un drop). El 2014 lo encontró recuperado con 22 presencias y la pegada de nuevo intacta: 211 tantos (5 conquistas, 25 penales, 54 conversiones y un drop). Sobre el cierre de la temporada, otra operación lo esperaba para volver al quirófano, esta vez, en su rodilla.

En 2015 sólo formó parte de la formación superior 12 veces y poco pudo aportar: 26 puntos (2 tries, dos penales y cinco conversiones). El 2016 fue más productivo para el apertura, que aportó 115 tantos (1 try, 3 drops, 25 goles y 17 penales) en 13 presentaciones.

En el 2017 apareció con todo: fue clave para que Regatas conserve su lugar en el Top 12, con 185 tantos en 20 partidos (cuatro tries, 25 penales, 45 goles). Y ya en las últimas dos temporadas completó 28 encuentros y lleva aportados 258 puntos (3 tries, 46 penales, 48 conversiones y 3 drops).

Mientras lentamente prepara su regreso, "Pepe" está obligado a no comer ningún alimento sólido. Con una placa bucal que deberá usar sí o sí todos los días, De la Torre espera que pase el tiempo mientras acompaña a su querido Regatas, esta vez desde afuera de la cancha y como un simpatizante más.

-José, sabemos que te gusta el fútbol, contanos, ¿de que cuadro sos?

-Soy fana del "Cuervo", algo que heredé de mi Viejo.

-¿Qué hacés en Regatas, además de jugar en la Primera?

-Colaboro en todo lo que puedo y ayudo a la menores de 17 años.

¿Estás ilusionado con este gran presente de Regatas que los tiene en la punta?

-Sí, claro, como para no estarlo. De todas formas sabemos bien nuestro objetivo, que es ir paso a paso y mejorar partido tras partido. Pero, ¿por qué no querer algo más? Si seguimos así podemos ilusionarnos.

Lo extrañan sus compañeros y su familia lo mima más que nunca, mientras le prepara sus licuados favoritos. "Pepe" de la Torre deberá descansar treinta días y ser un espectador de lujo de su querido Regatas. Mientras espera su momento para regresar a las canchas, el goleador de Bella Vista quiere seguir sumando puntos y con los dientes apretados hace cuentas para que su equipo, sin su presencia por un tiempo, se afiance en la tabla de posiciones del más competitivo e importante torneo de la URBA.

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