Boca tuvo que sortear varios obstáculos para llegar a la final de la Libertadores. No afrontó mayores dificultades en la fase de grupos, donde lució en la valla a Agustín Rossi. Pero su entrenador insistió a la dirigencia con la idea de jerarquizar el puesto e imploró por la contratación de Esteban Andrada.
El ex Lanús mostró un nivel notable desde su debut en el arco xeneize pero la desgracia golpeó su puerta: el topetazo de Dedé, defensor del Cruzeiro, le provocó la fractura doble de su mandíbula y a pesar de haber terminado la ida de los cuartos de final de la Copa en esas condiciones físicas, luego tuvo que ser intervenido quirúrgicamente.
Justo antes de disputar el Superclásico por el torneo local y en vísperas del desquite con los brasileños, Guillermo Barros Schelotto perdió a una pieza clave. No obstante, le renovó la confianza a Rossi, que atajó los últimos diez partidos antes de las finales con River (6 por Superliga, 3 por Libertadores y el restante por Copa Argentina).
Y pese a estar decidido con Rossi (23 años), el mellizo recomendó a los directivos la llegada de un nuevo guardameta, teniendo en cuenta la inexperiencia de los juveniles Javier Bustillos (21) y Manuel Roffo (18). Así, la cúpula comandada por Daniel Angelici consiguió un acuerdo con el boliviano Carlos Lampe, suplente en los duelos por el certamen continental.
A 45 días de la operación de Andrada, el cuerpo médico de Boca le levantó el pulgar para que volviera a entrenarse con total normalidad. El callo de su herida cicatrizó completamente y el golero de 27 años está a disposición del DT. Las contras para él son su falta de ritmo futbolístico y físico en una etapa vital, definitoria -e histórica- de la temporada.
¿Cuántos días de recuperación llevará Andrada cuando se juegue la primera final en la Bombonera? 52.
¿Cuántos días de inactividad oficial le recomendaron los médicos? 60.
Lo crucial después de este tipo de lesiones es la sensación de seguridad de Andrada a la hora de actuar debajo de los tres palos. No tiene riesgo de resentirse. A medida que transcurran las prácticas y pueda soltarse con sus movimientos, Guillermo lo evaluará. "Será determinante cómo se sienta él en el día a día para que pueda jugar alguna de las finales", le advirtieron a Infobae desde su círculo íntimo.
Barros Schelotto tiene prácticamente definido que Rossi ataje el sábado 10 de noviembre (si la Conmebol cambia la fecha) en la ida de la final de la Libertadores. Pero su rendimiento contra River estará bajo la lupa, al igual que la evolución de Andrada hasta el día de la revancha (sábado 24 de noviembre, sujeto a modificaciones de la Conmebol).
Mientras tanto el boliviano Lampe, ejemplo de la abundancia que reina en Boca a la hora de darse una vuelta por el mercado con la billetera a mano, podría quedar relegado (ni siquiera estaría entre los relevos) y su futuro a fin de año es incierto.