Mauricio Macri recordó su pasado como presidente de Boca y confesó una particular anécdota: no veía los partidos del equipo por los nervios que le generaban.
"Los partidos ahora los veo solo. He evolucionado a verlos, porque cuando era presidente de Boca no los veía. Me iba a mi oficina, ponía una película y cuando veía que las tribunas temblaban ahí conectaba porque sabía que era gol de Boca", repasó el Presidente de Argentina.
Macri comandó al "Xeneize" entre 1995 y 2007, aunque la situación más peculiar la vivió durante un Superclásico en 1998 que terminó 3-2 a favor del combinado que por entonces comandaba Héctor Veira: "Una vez extrema me tuve que ir del estadio porque ya sentía que no podía respirar en la oficina".
"Entonces agarré el auto. Me acuerdo que fue un Boca-River en el que Salas erró un penal. Yo estaba en el auto solo, la Ciudad estaba bastante vacía como pasa siempre con el Boca-River. Llego a la esquina de Libertador donde está el edificio redondo y veo que el taxista de al lado mío grita gol. Yo estaba escuchando música", explicó en la nota que le brindó a Fox Sports Radio.
"Entonces digo: '¿Le pregunto o no le pregunto? Le tengo que preguntar'. Bajo el vidrio y le digo: "¿Gol de quién?". El tipo me dice 'gol de Bo…' y se queda duro mirándome. Subí el vidrio, doblé y ahí me fui a la cancha de Boca. Llegué justo cuando terminaba", rememoró.
Macri compartió su experiencia con otros líderes de instituciones del mundo y llegó a una conclusión: "No estaba tan loco. Cuando empecé a hablar con varios presidentes de clubes en todas partes del mundo me decían que a muchos les pasaba lo mismo. El de Barcelona me dijo que tenía calculadas las estaciones de peaje que tenía que hacer antes de pegar la vuelta para que se acabara el partido. Entonces se iba en auto andando solito y cada tanto ponía la radio y la apagaba. El fútbol te genera cosas increíbles".
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