Abuso de menores en Independiente: nuevo procesamiento a representante de jugadores

Si bien la causa por abuso de jugadores de las inferiores de Independiente salió de la escena pública, el proceso judicial sigue avanzando con el procesamiento por abuso sexual del representante Alberto Ponte, que se hacía llamar "Tito Rey de Reyes" y tenía una cartera de más de 100 representados. Además, en las próximas semanas se esperan novedades por el trabajo de la fiscal Soledad Garibaldi en varias provincias que fue considerado muy positivo.

El 30 de abril, el juez de garantías Luis Carzoglio tomó una decisión clave en la causa por abuso de jugadores de Inferiores del club Independiente: procesó con prisión preventiva por abuso sexual con acceso carnal por dos hechos al árbitro Martín Bustos, al relacionista público Leonardo Cohen Arazi por cuatro casos, al organizador de torneos amateurs Alejandro Dal Cin por diez casos, el empresario Juan Manuel Díaz Vallone por dos y al estudiante y empleado de una cadena de supermercados, Silvio Fleytas por dos también. A ellos les imputó así 20 acciones delictivas contra diez futbolistas, algunas de las cuales venían sucediéndose desde al menos 2013.

Pero si bien salió de la escena pública, la causa estuvo lejos de detenerse. En los siguientes 35 días, la fiscal Soledad Garibaldi siguió trabajando a pleno para confirmar nuevos hechos e imputados.

Y lo logró: en las últimas horas, fue procesado con prisión preventiva por el mismo aberrante delito el representante de jugadores Alberto Ponte, tras la declaración en cámara Gesell de otras dos víctimas.

Ponte en un principio sólo estaba acusado de grooming, que significa acoso por internet. Ahora su situación cambió radicalmente. Y la fiscalía además logró probar otros 3 hechos de chicos que pasaron en algún momento por Independiente y ahora están en otros clubes, ampliando así la lista de víctimas consumadas a 15, y teniendo aún una tarea por delante que incluiría, según fuentes de la investigación, otros 18 posibles casos.

En todas las declaraciones se constató que los abusos tenían una retribución económica de entre 800 y 2500 pesos e incluyen a cuatro menores de 16 años, entre ellos un chico de apenas 14 años, que fue quién se quebró y contó al psicólogo de la institución lo que estaba ocurriendo. Este se lo comunicó al responsable de la pensión del club y al de Inferiores, quienes hablaron con los dirigentes e hicieron la denuncia correspondiente, que dio origen al proceso.

Además, la información confirmada por la Procuración Bonaerense da cuenta de cómo se amplió el radio de trabajo: la fiscal viajó a tomar testimonios a Córdoba, Santa Fe y Misiones y los resultados fueron considerados tan positivos que podría haber más novedades en las próximas semanas. Y también se espera en breve la reconstrucción final del celular del árbitro Bustos, que habría intentado destruir su primer abogado, Carlos Beldi, y ahora está en manos de expertos en tecnología que ya confirmaron que con una máquina especial aportada por una empresa norteamericana, la tarea podría concluirse en diez días. En la Justicia sospechan que ahí puede haber mucha información del caso vinculada al mundo del fútbol.

El juez Carzoglio, además, denegó todas las nulidades pedidas por las defensas y también rechazó las apelaciones a los procesamientos, que planteaban básicamente que si había dinero y ropa de por medio no era abuso sino una mera transacción comercial, salvo en el caso de los menores de 16 involucrados. Pero la fiscal argumentó que hubo un aprovechamiento de la situación de vulnerabilidad de los jugadores abusados, todos de escasos recursos económicos y nula contención afectiva ya que estaban lejos de sus familias, y el juez le dio la razón. Ahora, las apelaciones serán evaluadas desde esta semana por la Sala Uno de la Cámara de Lomas de Zamora.

El mismo camino deberá recorrer el nuevo detenido por abuso sexual, quien es un personaje importante en este andamiaje: Alberto Ponte se hacía llamar Tito Rey de Reyes, tiene varias fotos en la pensión de Independiente pero su red de trabajo era mucho más amplia que el club de Avellaneda, ya que desde su firma Fútbol Soccer SA tenía una cartera de más de 100 representados, un hotel propio en la zona de Los Cardales donde alojaba a planteles enteros del Interior (que contaba con habitaciones, canchas de fútbol y un spa), y armaba pruebas de futbolistas en varios clubes, llevando generalmente menores de entre 12 17 años.

Su influencia era tal que su empresa se había ramificado y llegaba a países limítrofes y hasta había empezado a traer a jugadores jóvenes de Colombia y Ecuador, tal como reflejaba en su momento en sus propias redes sociales. Por eso, la caída ahora por abuso de Ponte da la sensación de ser la punta de un ovillo que espanta, ovillo que pacientemente viene desarmando la Justicia que sigue analizando 282.000 contactos telefónicos que amenaza con sumar, más temprano que tarde, nuevos imputados.