Talleres llegó a Bahía Blanca con la obligación de ganar para mantener intacta su ilusión de clasificar a la Copa Libertadores. Tras el empate de Huracán ante Boca en Parque Patricios, el conjunto cordobés tenía la oportunidad de soñar con un triunfo frente a Olimpo y esperar que los equipos de Avellaneda no ganen sus compromisos contra los combinados santafesinos.
Un penal a los 16 minutos a favor del Aurinegro puso en duda el objetivo de la T, pero la falta de precisión de Mancinelli mantuvo con vida al elenco liderado por Frank Kudelka. El ídolo de Atlanta falló desde los doce pasos con un remate en el palo y la visita reaccionó.
El juego colectivo y la sociedad conformada por Araujo y Santiago Silva fue la clave para que Talleres se ponga en ventaja. El preciso centro del volante y el efectivo cabezazo del uruguayo dejaron indefenso a Carranza y el 1 a 0 fomentaba la ilusión cordobesa.
Sin embargo, el exceso de confianza le jugó una mala pasada. En el complemento un envío de Ibáñez hacia Mancinelli le dio la oportunidad al mediocampista de tomarse revancha. Con una resolución cruzada impuso el 1 a 1 para desatar la euforia en el Carminatti.
El calor de los hinchas y el deseo de despedirse de la Superliga de la forma más digna posible hicieron que en las instancias finales Olimpo revierta el resultado y deje a Talleres afuera de la competición más codiciada de América. Nuevamente a través de la vía aérea, Vidal ejecutó un tiro de esquina que encontró a Silva Torrejón, quien celebró el 2 a 1.
La calentura derivó en un espectáculo cargado de emociones. El penal agónico convertido por Herrera no cambió el sabor amargo que se llevó Talleres de Bahía Blanca. El 2 a 2 definitivo postergó el sueño internacional de los cordobeses, dado que Independiente y Racing se perfilan como serios candidatos a ocupar las plazas que otorgan boletos a la Libertadores.
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