Belgrano perdió con Temperley y se quedó afuera de la Copa Sudamericana

Con goles de Delgado, Boggino y Montagna, el "Gasolero" superó 3 a 2 al "Pirata". El "Marciano" Ortíz y Lema, de penal, descontaron para el elenco cordobés

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Belgrano recibió en el Barrio Alberdi a Temperley con la necesidad de ganar para mantener las esperanzas de clasificar a la Copa Sudamericana. La debilidad del equipo descendido y la primera acción con un remate en el palo hacían suponer a un Pirata victorioso.

Sin embargo un grosero error de Acosta le dio la oportunidad al conjunto de Esmerado de dar el golpe en Córdoba. El arquero no supo tolerar la presión de sus rivales y luego de un intento fallido de eludir a un delantero le regaló el gol a Delgado. El sorpresivo 1 a 0 cayó como una bomba en el Julio César Villagra y un manojo de nervios recayó sobre el dueño de casa.

No conforme con la primera conquista, el arquero local continuó demostrando sus limitaciones. En un centro llovido, en el que no debería tener ningún inconveniente, el canterano argumentó su vulnerabilidad por una supuesta infracción en ofensiva, pero el tanto de Boggino fue perfectamente válido. Con el 2 a 0 en contra, la chance de cruzar las fronteras parecía cada vez más lejana.

En el complemento los de Lavallén renovaron las esperanzas gracias al Marciano Ortiz. El ex volante de San Lorenzo capitalizó un rebote y fusiló a Díaz Ayala. Con el descuento y todo un tiempo por jugar, en las tribunas se revivió la ilusión de clasificar al torneo internacional.

Naturalmente, la desesperación no favoreció a Belgrano. De tanto ir en busca de la hazaña, los espacios en su última línea fueron aprovechados por la visita. Incluso en una mala salida Delgado le sirvió la conquista a Montagna para liquidar el pleito: 3 a 1.

Como si se tratara de una agonía eterna, el Pirata volvió a descontar gracias a un penal inventado por Lema. El central y referente del combinado local simuló una infracción de Nani y transformó la pena máxima en gol. Con el 3 a 2 el espectáculo tuvo una carga emotiva más intensa y el destino se mantuvo en suspenso hasta el final.

La tristeza por no lograr el objetivo se reflejó cuando Mastrángelo bajó la persiana. Tal vez haya sido la derrota más dura del campeonato: la que entregó el sabor amargo de la decepción.

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