La reunión de los jugadores en Agremiados por dentro: el complejo retorno del fútbol

Alrededor de las 19 horas el calor ya golpeaba fuerte al casi centenar de jugadores que dijeron presente en la reunión en Agremiados que definió continuar con el paro en el fútbol argentino. El micrófono se les ofreció a todos. A las grandes figuras, a los referentes de los clubes más chicos y a los del ascenso que viven la realidad más cruda. La democracia de la palabra se hizo presente en uno de los deportes más dispares cuando se mira el cuadro económico.

Infobae consultó a diferentes fuentes presentes en Salta 1146 para conocer lo sucedido por dentro. Sergio Marchi abrió con una introducción y el micrófono comenzó a girar. Sebastián Domínguez (Newell's), Leandro Desábato (Estudiantes de La Plata) y Matías Caruzzo (San Lorenzo) fueron los oradores más destacados de la noche en el primer piso del edificio del gremio.

La conclusión fue unánime, más allá de los diferentes tonos de las opiniones: los jugadores están dispuestos a retomar la actividad cuando la prometida plata esté en sus bolsillos. Antes no. Los juramentos ya no alcanzan, quieren realidades.

Más allá de los rumores, las presiones y las palabras de los dirigentes de diferentes entidades, la sensación generalizada es que este fin de semana no habrá fútbol definitivamente por más que aparezca la plata. Sería difícil articular todo el cronograma.

Las conversaciones que se llevan a cabo por estas horas entre las diversas partes servirán para sentar un panorama en una nueva reunión de los referentes en Agremiados que está programada, a priori, para el próximo miércoles. Cumplir con el día fijado dependerá de diversas cosas: la reacción de AFA ante el conflicto, la amenaza de jugar con juveniles, el monto del dinero depositado y el plan de acción tras el cónclave por la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo.

Boca y River, representados por Fernando Gago, Pablo Perez, Santiago Vergini y Leonardo Ponzio, fueron contundentes en sus palabras: ellos no estaban ahí para decidir ya que no tenían atraso salarial, sino para escuchar la situación de los demás y apoyar a la mayoría. Se corrieron a un costado y optaron por aportar la fuerza de sus camisetas para lo que defina la Asamblea. Ganó por amplia mayoría la retención de tareas.

Hubo acaloradas exposiciones, pero también posturas inflexibles. Temperley eso uno de los que más sufren de los tira y afloja por la rescisión del Fútbol para Todos. La deuda salarial con los jugadores asciende hasta los cuatro meses y los cuatro representantes del club presentes expusieron una advertencia: "La estamos pasando muy mal, por más que el resto arranque, nosotros no vamos a arrancar".

Al Gasolero lo asfixiaron, literalmente. Estaba al día hasta fines del 2016, pero cuando dejó de ingresar el dinero de la TV la estructura se desmoronó. "Calculamos que esa plata debe ser el 80% (la de la TV) de los ingresos del club. En estos casos, los equipos más chicos somos los que más lo sufrimos", analizó uno de los hombres de esa entidad.

También Sarmiento de Junín, que ya llegó a Agremiados sabiendo que no iba a viajar a Tucumán para enfrentar a Atlético. Los jugadores de Olimpo, Gimnasia de La Plata, Quilmes y Newell's fueron otros que contaron ante su colegas el difícil momento que les toca surfear.

No es una deuda más. Parece ser la deuda que rebalsó el vaso. El Cervecero, uno de los paradigmas que adelantaron el temporal hace un semestre, también convive con cuatro meses de atraso. Los directivos pusieron 200 mil pesos sobre la mesa como un parche para que se repartan entre juveniles y contratos bajos en pos de darles un paliativo para cubrir alquileres y comidas. "Estoy más preocupado por ver si llego a pagar el alquiler que por jugar al fútbol", le confesó a este medio un hombre de ese plantel. En ese club, la herencia del gobierno anterior puso contra las cuerdas a la nueva conducción, que hace malabares para salir del pozo.

Lo que pasa en el sur es simplemente el botón de una muestra que se repite en varios de los clubes de Primera y el 80% de las instituciones del ascenso. Con la rescisión del Fútbol para Todos, los clubes recibirían alrededor de 380 millones de pesos. Hasta la tarde del viernes, esa plata todavía no apareció en las cuentas de los jugadores y, para colmo, algunas fuentes aseguran que aparte de eso se necesitarán 250 millones más para equilibrar el rojo de las finanzas de Agremiados.

Los que tienen deudas están "agradecidos" con los referentes de los clubes más importantes que están al día, como es el caso de Boca, River, San Lorenzo o Estudiantes, ya que su guiño es fundamental para sostener el paro.

La solidaridad se hizo presente, pero los futbolistas saben que deberán convivir con todas las presiones: las de los dirigentes inescrupulosos que les deben y quieren forzarlos a jugar, pero también con los directivos que tienen las cuentas claras y pretenden recibir un trato justo por su cumplimiento.

"La predisposición de los jugadores está, pero a posterior ingreso del dinero", confirmó otro de los presentes que convive con una extensa deuda. "Hubo muchos referentes como Maxi (Rodríguez), Scocco, Desábato o Caruzzo. En todos ellos encontramos un apoyo positivo para que el fútbol no arranque hasta que la plata no esté depositada en los bolsillos", confesaron.

Los alrededor de 380 millones que ofrecen alcanzarían para cubrir solamente los sueldos de noviembre en algunos casos de clubes de Primera. "Cobramos noviembre con esa plata, pero no sabemos cuándo vamos a recibir los sueldos de diciembre, enero y febrero", explicaron a este medio. ¿El conflicto es más grave de lo que parece?

¿Por qué se exige que se deposite la plata directamente a la cuenta de los jugadores? Porque saben que si va a las arcas de los clubes, los dirigentes utilizarán una parte para saldar problemas con acreedores y cubrir otros gastos, por lo cual lo que les llegará a los futbolistas será aún menor que lo esperado.

"Hay compañeros del ascenso que tienen que elegir entre comprar una mochila o ir al supermercado", describió el crudo contexto Caruzzo en diálogo con Líbero (TyC Sports).

Marchi fue claro en su discurso ante sus defendidos: hasta que no entre la llave que depositarán Fox-Turner, ESPN o Media Pro por hacerse cargo de los derechos de televisación, cercana a los mil millones de pesos, la situación de los jugadores no quedará regularizada por completo. Es decir, las ofertas actuales serán otro parche hasta que los dirigentes logren un acuerdo que los excede.

La conclusión que está vigente es que más allá de la predisposición y anhelo de los futbolistas por retomar la acción, la unión buscará que se salde una deuda histórica en el sistema de pagos. Cuando el nuevo presidente de AFA esté acomodado en su sillón y la nueva TV definida, quieren que los planteles estén al día. Siempre. Ya no alcanzan más los parches habituales. ¿El paro tiene para largo rato?

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