Coordinadora de Hinchas: por un fútbol argentino sin sociedades anónimas

Se trata de un espacio que reúne a representantes de distintos equipos, pero con un objetivo en común: luchar contra la privatización de los clubes. Las cíticas al proyecto de la Superliga y la apuesta a que el simpatizante sea un actor más en la toma de decisiones

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La Coordinadora de Hinchas reúne a 25 clubes de la Argentina (Agustín Marcarian)
La Coordinadora de Hinchas reúne a 25 clubes de la Argentina (Agustín Marcarian)

Hermanados por las múltiples problemáticas que atraviesan al fútbol argentino, simpatizantes de diversos clubes decidieron conformar un espacio a través del cual canalizar los reclamos de aquellos que concurren a los clubes y que viven el día a día de las instituciones. En la Coordinadora de Hinchas, nombre que recibe el frente, conviven fanáticos de River y de Boca, de Rosario Central y de Newell's, de clubes del Ascenso y también del interior. Todos trabajan codo a codo por un deporte más transparente.

La negativa al ingreso de las sociedades anónimas al fútbol argentino y a la creación de la Superliga se convirtieron en los ejes principales de la Coordinadora, que hoy está integrada por representantes de 25 clubes de todo el país. El lanzamiento oficial del espacio fue en noviembre de 2016, con un acto en el hotel Bauen de la Ciudad de Buenos Aires, del cual participaron los periodistas Gustavo Veiga y Angela Lerena, el sociólogo Pablo Alabarces y el preparador físico Fernando Signorini.

La presentación de la Coordinadora de Hinchas se realizó en el hotel Bauen
La presentación de la Coordinadora de Hinchas se realizó en el hotel Bauen

Para sus integrantes, este nuevo espacio es "una forma de unir los reclamos de socios e hinchas de los clubes" y de "conformar un actor que pueda representarlos y defenderlos". Más allá de las diferencias en las camisetas, los unen las problemáticas comunes que aquejan al fútbol argentino. "Somos rivales, no enemigos. La convivencia no solo es posible, sino que es necesaria", recalcaron.

"Lo veo como una iniciativa casi revolucionaria, culturalmente hablando. Hoy hay partidos a cancha vacía, siendo el fútbol el deporte popular por excelencia. Acá se les pregunta a las empresas y a los dirigentes, pero no a los que vamos a la cancha, a los que participamos, vemos y vivimos el deporte. Nadie nos pregunta que pensamos o qué postura tenemos y eso es intencional", sostuvo Diego Ariel Villalba, hincha de Lanús.

En marzo de 2016, el presidente de la Nación, Mauricio Macri, se expresó a favor de que los clubes puedan decidir si quieren pasar a ser sociedades anónimas. No fue la primera vez que se manifestó en ese sentido: en la década del 90', en aquel entonces como mandatario de Boca Juniors, logró que su propuesta se votara en el Comité Ejecutivo de AFA. Esa vez, Macri perdió por paliza: fue 38-1 y el único voto positivo fue el suyo.

Distintas camisetas, un mismo objetivo: el “no” a las sociedades anónimas en el fútbol (Agustín Marcarian)
Distintas camisetas, un mismo objetivo: el “no” a las sociedades anónimas en el fútbol (Agustín Marcarian)

Desde la Coordinadora de Hinchas dejaron sentada su posición en contra de una posible privatización de las instituciones deportivas y apuntaron al gobierno nacional como el principal lobbista en favor del ingreso de las SA.

"Las sociedades anónimas van más allá del fútbol, son un negocio. A una sociedad anónima no le va a interesar lo social. Los clubes en la Argentina son sociedades civiles: es donde se contiene a los chicos del barrio, donde está lo más recreativo", planteó Nahuel Bacigalupo, integrante de la agrupación Celeste y Blanca de Argentino de Quilmes, y advirtió que, ante un eventual ingreso de los privados en el fútbol, el rol del socio quedaría totalmente desvirtuado, ya que sería un empresario el que tomaría todas las decisiones de la entidad.

El rol social de los clubes es una de las banderas que levantan los integrantes del frente. "Es donde está la familia, el barrio y los amigos", afirmaron y alertaron que todo eso podría perderse si fuesen corporaciones privadas las que manejaran los destinos de las instituciones.

"Hay un montón de actividades y deportes recreativos que son deficitarios. A ningún empresario que compre un club le interesaría mantener una disciplina que no gane plata, aún a pesar de que saque a los chicos de las calles, que haga que se diviertan, que aprendan a hacer deportes en equipo, a tener amigos, a querer a su club y a formar parte de algo. El básquet o un club de lectura pierden plata pero son importantes: no se miden por el dinero y por la ganancia, sino por el beneficio social. No hay que medirlo monetariamente, sino en términos de felicidad y bienestar social", evaluó David Kreimer, de la agrupación 15 de agosto de Argentinos Juniors.

Desde la Coordinadora también se manifiestan en contra de la Superliga (Agustín Marcarian)
Desde la Coordinadora también se manifiestan en contra de la Superliga (Agustín Marcarian)

Aunque evitaron traspolar a la Argentina la experiencia europea de las sociedades anónimas en los clubes – por las diferencias coyunturales -, hicieron hincapié en que, aún con gestiones privadas, hubo entidades que quebraron en el Viejo Continente. También recordaron la fallida experiencia del gerenciamiento de Racing, a través de Blanquiceleste S.A., la cual duró desde el 2000 hasta el 2008 y tuvo como cara visible a Fernando Marín, hoy responsable del programa Fútbol Para Todos en el gobierno nacional.

"Que un club esté bien o mal administrado no depende de la personería jurídica que adopte, sino de la idoneidad, preparación y honestidad de la gente que esté a cargo, sea un empresario o un presidente elegido por los socios", recalcó Kreimer.

En ese marco, consideraron que la puesta en marcha de la Superliga, iniciativa que promueven los clubes grandes de la Argentina, "crearía un contexto para que después sea necesario acudir a la privatización de los clubes" ya que el "reparto del dinero no sería de forma equitativa, se perjudicaría a los más chicos y se crearía un clima para que después sea una necesidad acudir a las sociedades anónimas".

"La Superliga es un instrumento a través del cual van a ingresar las sociedades anónimas deportivas. Como se va a crear por fuera de la AFA, la van a manejar los cinco más poderosos y eso es poco democrático: ellos van a discutir el reparto del dinero, la televisación, los contratos con empresas multinacionales, etcétera", señaló Juan Manuel Ramírez, de la agrupación 10 de diciembre de Gimnasia de La Plata.

En el frente se agrupan hinchas de clubes de Primera, del Ascenso y del interior (Agustín Marcarian)
En el frente se agrupan hinchas de clubes de Primera, del Ascenso y del interior (Agustín Marcarian)

Para sostener su lucha, los integrantes de la Coordinadora han recurrido a las investigaciones en ciencias sociales que se han realizado sobre el deporte argentino en los últimos años. "Al fútbol lo atraviesan un montón de cuestiones. Hace poco se produjo una discusión por los científicos del Conicet, pero el Estado les paga por investigar y después no hace nada con eso que producen. Nosotros queremos recurrir a ese plano de intervención", destacó Ramírez.

Entre charlas de café y debates, comenzaron a salir a la luz muchas otras problemáticas que atraviesan los hinchas en la actualidad: desde la prohibición de los visitantes, los elevados precios de las entradas y la violencia de los operativos policiales hasta, incluso, lo que cuesta una gaseosa dentro de los estadios. "Queremos ser un canal de reclamo de los hinchas y de los socios. Queremos conformarlos como un actor más dentro la discusión del fútbol, junto a los clubes, los empresarios y AFA", coincidieron.