Si bien la ceremonia inaugural tendrá lugar el 5 de agosto (Luis Scola será el abanderado de la comitiva nacional), ayer por la noche se le otorgó una bienvenida poco protocolar a la delegación argentina, la cual culminó con emoción al ver flamear la bandera en suelo brasileño y se animó a bailar al ritmo de la música local.

La ceremonia, que fue compartida con Malta, Suecia y Camerún, terminó teñida de color albiceleste. Allí estuvieron Los Leones, La Garra del Handball femenino, Belén Pérez Maurice, la familia Gil de Tiro, los gimnastas Córdoba y Valente y los remeros Brian Rossi y Lucía Palermo, observando atentamente a un grupo de 50 bailarines que se movían al ritmo de la samba y el bossa nova.

Los grandes ausentes (de los deportistas que ya arribaron a Río de Janeiro) fueron los chicos del fútbol, ya que el Vasco Olarticoechea prefirió comandar una práctica, debido a que en dos días debutarán contra Portugal, en el inicio del Grupo D.

"Mi placer es enorme al darle la bienvenida a la delegación de mi tierra", fueron las palabras de Mario Cilenti, el santafesino director de la Villa Olímpica, en diálogo con Clarín. Y se abrazó con Diego Gusmán, el jefe de misión del Comité Olímpico Argentino.

Vale recordar que, por el momento, sólo tres de los cinco pisos destinados a Argentina están habitables. Sin embargo, la comitiva nacional espera tener todo en condiciones para el 11 de agosto y que se hayan solucionado los problemas edilicios.