La belleza del día: “Roca de Trestrignel”, de Maurice Denis

En tiempos de incertidumbre y angustia, nada mejor que poder disfrutar de imágenes hermosas

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“Roca de Trestrignel”, de Maurice Denis, en el Museo de Arte Moderno de Saitama, Japón
“Roca de Trestrignel”, de Maurice Denis, en el Museo de Arte Moderno de Saitama, Japón

El francés Maurice Denis (1870 –1943) encontró rápido el camino de su vida en el arte y tuvo, en el grupo los Nabis, el espacio para experimentar en el lienzo y teorizar en el papel.

Ingresó en la Académie Julian de París, donde conoció a Paul Sérusier, quien le transmitió las ideas de la escuela de Pont-Aven, con la utilización de los colores puros y libres, sin seguir las convenciones que marcaba la realidad, y la temática simbolista.

Bajo la influencia de la figura de Paul Gauguin y la escuela de Pont-Aven, junto a sus amigos de la Julian y otros espacios formó el influyente grupo de los Nabis, nombre que proviene de la palabra hebrea nebiim, que significa “profeta”, para resaltar que tenían nuevas inquietudes en el arte. Allí estaban entre otros, Sérusier, Odilon Redon, Puvis de Chavannes, Édouard Vuillard, Pierre Bonnard, Félix Vallotton y Georges Lacombe.

Denis publicó el primer manifiesto del estilo nabi: Definición del Neo-Tradicionalismo, que fue su primera obra en analizar el arte, luego seguirían ocho libros más en vida, que contribuyeron a la fundación del cubismo, el fauvismo, y el arte abstracto.

Entre todos los Nabis se destacó por ser uno de los grandes renovadores del arte religioso francés, por lo que lo llamaban el “Nabi de los bellos iconos”, aunque también realizó obra sobre paisajes y figuras.

En una segunda etapa de su carrera, se inclinó más hacia el clacisismo, a través de composiciones simples, líneas curvas, colores claros y con figuras sin modelado, como es el caso de Roca de Trestrignel, realizada en 1920, y que hoy se aprecia en el Museo de Arte Moderno de Saitama, Japón.

En 1908, comenzó a dar clases en la Académie Ranson y compró una villa en Perros-Guirec en la Bretaña francesa, donde pasaba sus días durante el verano. La pintura, en ese sentido, representa el rincón que la familia elegía para pasar momentos de ocio en la playa de Trestrignel. Las escaleras del fondo conducen a su hogar, y en la playa rocosa, desperdigados y divertidos, se encuentran hijos y amigos.

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