La belleza del día: “Una noche de verano”, de Albert Joseph Moore

En tiempos de incertidumbre y angustia, nada mejor que poder disfrutar de imágenes hermosas

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“Una noche de verano” (1890), de Albert Joseph Moore
“Una noche de verano” (1890), de Albert Joseph Moore

Para Albert Joseph Moore, “las palabras son innecesarias”. Así lo interpreta su biógrafo, Robyn Asleson. La apreciación es más que interesante: ¿puede la pintura crear silencios tan reveladores, tan intensos, tan potentes, que no haga falta decir nada más? La obra de este pintor inglés victoriano, nacido en 1841 en York y muerto en 1893 a los 52 en Londres, posee una fuerza temática notable: pinta mujeres dormidas o relajadas mientras el mundo clásico se cae a pedazos.

Es el decimocuarto hijo del conocido retratista William Moore, fruto de su relación con su segunda esposa, Sarah Collingham. En su casa, siempre multitudinaria, el arte era demasiado importante: muchos de sus hermanos estudiaron distintas disciplinas creativas. Albert se educó en la Escuela del Arzobispo Holgate y también en la Escuela de San Pedro en York, además de recibir buenos consejos e instrucciones de su padre, hasta que murió, cuando él tenía diez años.

"Lirios" de Albert Joseph Moore
"Lirios" de Albert Joseph Moore

Al poco tiempo se mudó a Londres a estudiar en Kensington, hasta que en 1858 ingresó a la Escuela de Arte de la Royal Academy y al año siguiente viajó a Francia con el arquitecto William Eden Nesfield. No fue mero turismo. Con los ojos bien abiertos y lápiz siempre sobre el cuaderno, Albert observaba cada detalle de las grandes obras que allí veía. De ese viaje nació también su habilidad como artista decorativo. De a poco iba encontrando su estilo. Sus obras conjugan elementos helénicos y prerrafaelitas y ejemplifican la estética victoriana.

Durante la década de 1860 se dedicó a diseñar azulejos, papel tapiz y vidrieras. También trabajó como pintor de murales eclesiásticos. Hasta que en un momento, luego de tanto de pintar, de tanto explorar, de tanto experimentar, comenzó a centrarse en una idea precisa: mujeres lánguidas, adormecidas, suaves, relajadas, en medio del lujo pero también la decadencia, muchas veces desnudas, sin más preocupación que su propia belleza y el paso del tiempo.

"Un músico" de Albert Joseph Moore
"Un músico" de Albert Joseph Moore

Una de ellas se titula Una noche de verano, es de 1890, mide 132 x 228,5 centímetros y se conserva en la Walker Art Gallery de Liverpool, Inglaterra. En la biografía de Robyn Asleson, en cuya tapa está este preciso cuadro, se lee que Moore en Una noche de verano logra que “su mundo hermético se abra a una perspectiva atmosférica de la naturaleza”, pero también consigue que “se asemeje mucho a la escena humana en primer plano”.

Y agrega Asleson: “Las guirnaldas de flores se reflejan en nubes pálidas que adornan el cielo oscuro sobre un mar plácido. La luz parece derramarse desde la cadera curva de la figura reclinada trazando un camino brillante a través del agua hasta la silueta resonante de una isla distante. Las flores anaranjadas del ranúnculo que salpican la parte superior izquierda del enrejado se reflejan de manera similar en pequeñas luces que parpadean a lo largo del horizonte”.

"Pleno verano" de Albert Joseph Moore
"Pleno verano" de Albert Joseph Moore

Albert Joseph Moore sólo quería pintar. No le interesaba la crítica, ni la popularidad, ni el mercado. Lo suyo era sentarse frente al lienzo y llevar a cabo su idea, eso que tenía en su cabeza, esa imagen idealizada, y transcribirla en el lenguaje pictórico, para que el mundo sea un lugar más hermoso. Sabía que si eso funcionaba, las palabras estaban de más, no importaban. Todo se volvía silencio. Todo se volvía arte.

Obras como Lirios, Un musico, Un libro abierto y Pleno verano forman parte de este estilo temático que Moore desarrolló con tanta belleza. El mundo clásico se cae a pedazos, la modernidad cambia Occidente para siempre, y las pinturas, las obras de arte, fueron son y serán las encargadas de seguir fascinándonos como nada nunca lo hará hasta el fin de los tiempos.

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