La belleza del día: “Feria Mundial, Nueva York”, de Garry Winogrand

En tiempos de incertidumbre y angustia, nada mejor que poder disfrutar de imágenes hermosas

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“Feria Mundial, Nueva York”, de Garry Winogrand
“Feria Mundial, Nueva York”, de Garry Winogrand

Garry Winogrand (1928 - 1984) no buscaba una “foto bonita”, por lo que su inclusión en esta sección no sería de su agrado. Sin embargo, este artista de la fotografía callejera, del click instintivo, del momento repentino, único y casual, realizó, como todos los ojos mágicos que ha dado la fotografía, una serie de capturas que por su estilo y composición son verdaderas obras de arte. Lo siento, Garry.

Hijo de un húngaro y una polaca, nació y creció en el Bronx, Nueva York. Después de un paso por la Fuerza estudió pintura en el City College de Nueva York y pintura y fotografía en la Universidad de Columbia, ambas de NY, en 1948. También asistió a una clase de fotoperiodismo impartida por Alexey Brodovitch en la New School for Social Research de Nueva York.

Recibió tres becas Guggenheim y una del National Endowment for the Arts. En su mirada hubo influencia de Walker Evans y Robert Frank. Edward Steichen, el entonces director del Departamento de Fotografía del MoMA, incluyó dos de sus trabajos en la histórica muestra La familia del hombre (1955) y en Setenta fotógrafos miran Nueva York (1957-1958). Tuvo además en este museo tres exposiciones individuales. Se desempeñó como fotoperiodista independiente y fotógrafo publicitario en las décadas de 1950 y 1960, y enseñó fotografía en la década de 1970.

Su imagen emblemática Feria Mundial, Nueva York, de 964, que muestra a un grupo de jóvenes charlando en un banco mientras observan su entorno, pertenece a su libro Women Are Beautiful (1975), uno de los cuatro que publicó.

“Cuenta la leyenda que salía a la calle todos los días armado con su Leica, una lente gran angular y diez rollos de Tri-X. Su encuadre único (inclinado lejos del horizonte natural) y su dominio del gran angular dan una precisión de reloj a sus composiciones fotográficas, donde cada elemento tiene un significado y sirve para un propósito específico. Lo llamaron el ‘Príncipe de las Calles’”, dice la reseña de la Fundación MAPFRE, de Madrid, España, donde se puede ver la imagen.

Cuando murió en México en 1984, dejó tres ex esposas, cuatro carteras de edición limitada, su amada Leica M4, más de 2.500 rollos de película expuesta pero sin revelar, 6.500 rollos revelados pero sin hojas de contacto para ellos, y otros 3.000 rollos en forma de hoja de contacto pero nunca revisados.

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