#CulturaLadoB: Club Cairo, el nuevo proyecto de Monoto (ex bajista de Miranda!)

Una guía de pequeñas delikatessen del arte y la cultura contemporáneos que se desarrollan en paralelo a los circuitos masivos

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Soundtrack para un próximo amor de verano / Club Cairo

Ni idea si aquellos científicos de Massachusetts, cuyas investigaciones disparatadas suelen ser citadas en múltiples notas periodísticas, estarían de acuerdo con esta afirmación: la música es el señalador más intenso para millones de postales que se van acumulando en la memoria. Por ejemplo: vamos en el bondi y suena una canción y de repente el alrededor se derrite y aparece otro escenario y ya nada existe salvo la experiencia inmersiva de haber sido transportado a un fotograma del recuerdo y se revive la misma sensación por ilusión bioquímica. Aunque dure tan solo unos minutos, durante ese lapso previo a que lo derretido vuelva a solidificarse y el bondi a ser bondi (como todo lo demás), ningún estudio académico podría refutar lo lindo del paseo.

Ni idea si existe una relación lineal entre estilos musicales y construcción del recuerdo: es decir, si hay canciones más propensas que otras para generar esa fascinación dramática vinculada con el paso del tiempo. Pero, examinándolo desde una perspectiva intuitiva, sí existe tal diferencia. Y también es verdad que cada época tiene su propia gramática de nostalgia proyectual.

Entonces imagino esta secuencia aleatoria para el próximo verano: atardecer en la playa, el mar cerca, pies descalzos de chicas y chicos bailan sobre la arena, miradas se cruzan en clave sensual, potenciales historias de amor latiendo mientras suena un track mid-tempo envolvente de Club Cairo. Claro, podría sonar cualquier otra cosa, pero la propuesta de este flamante trío formado por Ezequiel Silvapobas (ex Los Animales Superforros), Juan Tortarolo y Nicolás Monoto Grimaldi (ex Miranda!) sincroniza a la perfección con el signo musical de hoy, donde la impronta latina es un éxito masivo mundial: no lo afirman los científicos de Massachusetts, tampoco lo infiero yo, sino la cantidad de reproducciones en las plataformas de streaming a nivel global.

Si bien sus integrantes vienen del universo pop/rock, Club Cairo va por un andarivel distinto: funk, R&B y hip hop. Acaban de lanzar Distraído, su primer EP (donde mezclan autotune, instrumentos de viento, guitarras y percusión) compuesto por tres canciones con atmósfera cinematográfica, porque parece música elaborada a partir de una fuerte pulsión visual. Para entender mejor esta relación, recomendamos echarle un vistazo al video del single Distraído que propone una estética narrativa bastante singular e inquietante.

Infobae #CulturalLadoB conversó con Monoto a pocos días de su lanzamiento en las plataformas de streaming.

-¿Cómo fue la experiencia de tocar como DJ en el ciclo Camboriu en Soria y de qué forma influyó para crear Club Cairo?

-Lo que nos dejó el ciclo Camboriu en Soria, que duró dos años o un poco más, fue nuestro punto de encuentro todos los jueves… como nuestro living donde nos mostrábamos música y veíamos para dónde iba a ir disparado este gen musical que ya estaba plantado antes de la existencia de Club Cairo. Nos daba la posibilidad de ir probando los demos y mezclarlos con otras canciones de artistas internacionales, y nos parecía que sonaba muy bien. La gente nos preguntaba qué era. En ese momento se llamaba Club FM, así que decíamos ese nombre, que era un grupo nuevo, y nada más. Más adelante, Club FM se transformó en Club Cairo por unas cuestiones de registro.

-¿En qué coordenada ubicarías la propuesta sonora de Club Cairo dentro del mapa actual híperinformado, fugaz y plataformas de streaming?

-Encontramos nuestro pie con el R&B, con el funk, con el soul, un poquito con la electrónica. Así se fue construyendo una identidad. Pero hablar de coordenadas es bastante complicado porque todavía no sabemos bien. ¿Sería un “R&B nacional”?… no necesariamente, porque hay algo de pop, de funk, soul… hay algo de sonido moderno, pero trapero latinoamericano con la voz afectada (que es lo más notorio). Sin embargo tiene una búsqueda musical un poco más cargada, con muchos arreglos, hay una instrumentación fuerte, armonías complejas. Tuvimos tres invitados de lujo: Gustavo Buchisnis de Piscis Machine en saxo, Roli Belinda y Leandro Sosa, que tocó el piano en las tres canciones. Nos parecía que era un buen momento para que saliera una propuesta así… en las plataformas de streaming como Spotify, el cincuenta por ciento de la música que se está escuchando es hispanoamericana. Club Cairo tiene un sonido bien actual con un lenguaje de poesía de rock argentino, en esa tradición de canción argentina.

-¿Cuál les parece el aporte a la escena musical latinoamericana, teniendo en cuenta sus trayectorias individuales en bandas anteriores?

-En el caso de Los Animales (Superforros) claramente trabajaban el folklore con máquinas y sintetizadores, charangos y bombos. Una mezcla alucinante. Y mi caso con Miranda!, llevamos el electropop a Latinoamérica, sobre todo México. Es una tradición más de los 80s con Alaska, Fangoria y todo el pop español, pero recorrimos un largo camino.

-Club Cairo, el nombre del grupo, remite a cierta idea de simetrías compartidas (Club) y, en paralelo, a la mística de algo indescifrable (Cairo). ¿Por qué eligieron ese nombre?

-Como dije antes, originalmente se llamaba Club FM, pero nos encontramos que estaba registrado. Nos gusta esa idea de club, de pandilla, de tres individualidades que tiran por igual, no hay un cabecilla. Y Cairo entró en la lista de posibilidades… y a mí me encanta la numerología, cuando descubro que los números dan hay que respetarlos porque por algo aparecen… éramos tres y Cairo remite a las tres pirámides, y estábamos filmando el video y nos mostraron unos planos donde hay tres zorritos que están como jugando… ese tipo de cosas. Entonces, triángulo de tres músicos, tres pirámides y tres zorros, para mí fue el detonante de Cairo: la numerología, claramente.

-¿Tienen una mirada cinematográfica de su música?

-El video fue dirigido por Nameless, que son dos chicos que tienen una productora y sí, tiene algo muy cinematográfico. Su fotografía rescata esas horas mágicas, de las siete de la mañana y siete de la tarde, cuando está saliendo u ocultándose el sol, un poco las sombras, la oscuridad. Y va muy bien con la canción.

-¿Cuáles son sus planes para 2020?

-Este fin de año la gente estaba pidiendo aire, así que no arrancamos en 2019 con ensayos y conciertos. Así que el año próximo tocaremos en vivo e incluiremos todas las canciones que ya tenemos grabadas.

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