La potencia de Córdoba, la huella social y el fenómeno Dayub: todo lo que dejó el festival de teatro FIT Mercosur

Del 4 al 12 de octubre se realizó la 12a edición del Festival Internacional de Teatro Mercosur (FIT) 2019 con la participación de 500 artistas de todo el mundo, al que asistieron más de 30 mil espectadores. En esta nota, un repaso por lo mejor de este ciclo que ya es un clásico

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"Papá está en Atlántida", obra de la compañía mexicana Los Pinches Chamacos
"Papá está en Atlántida", obra de la compañía mexicana Los Pinches Chamacos

Es uno de los festivales de teatro más antiguos de Latinoamérica y, a su vez, uno de los que más crece. El Festival Internacional de Teatro Mercosur (FIT) tuvo su primera versión en un encuentro latinoamericano que se realizó en 1989 y, a partir de ese momento, distintas variantes de reuniones artísticas con elencos de otros países, charlas y experiencias teatrales que se hacían en pueblos en el interior de la provincia de Córdoba para acercar hechos artísticos a lugares donde nunca había llegado el teatro y sus habitantes jamás habían visto una obra.

Con este mismo espíritu se realizó, del 4 al 12 de octubre, la 12° edición del FIT Mercosur 2019, un festival que durante nueve días reunió a cerca de 500 artistas, espectáculos de Italia, España, Brasil, Corea de Sur, México, Venezuela, Bolivia, Chile y República Dominicana y unas 50 propuestas nacionales, con obras de Buenos Aires, Santa Fe, San Juan, Entre Ríos y Córdoba. Durante esos días de teatro con entradas a precios populares y actividades gratuitas, se ofrecieron obras a sala llena en el Teatro Real de Córdoba, sede del festival, en espacios independientes cordobeses y se realizaron 20 funciones en localidades como Capilla del Monte, San Francisco, Villa María, Oncativo, Laguna Larga, Almafuerte y Río Cuarto, entre otras.

“Desde el primer momento, este festival salió en busca de nuevos públicos y se hicieron obras en calles, plazas y hasta en la cárcel, porque es fundamental su impronta social. El público sigue buscando la forma de estar presente en este festival, a pesar de la difícil coyuntura económica que estamos viviendo. Hay una necesidad enorme de ver teatro, de encontrarse con experiencias artísticas, de fomentar la itinerancia, la presencia y el diálogo entre elencos oficiales e independientes”, dice Raúl Sansica, director del FIT Mercosur 2019 y del Teatro Real.

Un gran hallazgo cordobés: "Volver a Madryn"
Un gran hallazgo cordobés: "Volver a Madryn"

Más de 30 mil espectadores pasaron por alguna de las funciones de este festival, que osciló entre experiencias artísticas innovadoras, reivindicaciones a artistas populares y la participación de obras más populares y emotivas, que no dejan de reafirmarse. En las calles de Córdoba se percibe, durante esos días, cierto espíritu festivalero con gente que llega hasta dos horas antes a los teatros para asegurarse sus entradas, obras en horarios menos convencionales, performances en las calles que cortan con la rutina y conectan a las personas con la cultura. Aquí, algunos destacados.

Obras extranjeras

La compañía mexicana Los Pinches Chamacos fueron los primeros de los elencos extranjeros en abrir el festival con la obra Papá está en Atlántida, un teatro que aborda el contexto político explícito de los mexicanos que cruzan la frontera hacia Estados Unidos para contar la historia de dos hermanos que quieren encontrarse con su padre y cambiar de vida. Desde España, el reconocido actor Paco Zarzoso se presentó con la obra Piedra y Encrucijada, una mezcla de relato autobiográfico, que parte de experiencias reales para expresar dilemas universales.

La compañía italiana Berardi Casolari presentaron ¡Yo trato de volar!, un homenaje a Domenico Modugno, uno de los cantantes italianos más famosos del mundo, en una pieza que fusiona clásicos del teatro, como Hamlet, con una historia de superación acerca de la vida de un provinciano que sueña con volverse artista.

La danza también estuvo representada con la compañía de Corea del Sur Tago, quienes llegaron hasta Córdoba con el espectáculo Korean Drum II, en el cual mezclan instrumentos musicales tradicionales con artes marciales y acrobacias. También desde Brasil llegó una obra de danza, Teia, en la que seis bailarines interpretan con intensas coreografías, la lucha del hombre contra los mecanismos de control de la sociedad.

Creaciones cordobesas

La Comedia Cordobesa, uno de los elencos estables más antiguos del país con 60 años de historia, presentó cinco espectáculos de su repertorio, entre ellos el estreno de Trílogo Filloy, un homenaje a Juan Filloy, el escritor cordobés que vivió 105 años y que entre sus múltiples oficios (fue bibliotecario, caricaturista, árbitro de peleas de boxeo, abogado y juez de cámara) tuvo una escritura desaforada, que en el espectáculo se representa con historias fragmentadas, monólogos, escenas y un coro que recita sus textos más poéticos.

"Trílogo Filloy", un homenaje a Juan Filloy
"Trílogo Filloy", un homenaje a Juan Filloy

En un sutil viaje entre la literatura y el teatro, la obra La narradora impura, con la actuación delicada de Eugenia Cora, se vale de la narración oral y de una puesta metafórica y teatral, en la cual la economía de recursos eleva el lenguaje poético, para poner en escena cuentos fundamentales, como Las putas de San Julián de Osvaldo Bayer, Caperucita Roja de James Garner y Cosecha de Angélica Gorodischer, entre otros.

Por último, otro hallazgo cordobés es la obra Volver a Madryn, de la compañía El Cuenco teatro, una historia coral, trash, que pasa del humor al policial, con una puesta contemporánea y un interesante juego de luces, además de las actuaciones potentes de Alejandro Orlando, Hernán Sevilla e Ignacio Tamagno y con texto y dirección de Rodrigo Cuesta.

El fenómeno de Mauricio Dayub

Entre los espectáculos porteños que se presentaron en Córdoba, como El mar de noche (del gran trío conformado por Santiago Loza, Guillermo Cacace y Luis Machín) y Un instante sin Dios (de los grandes actores Arturo Bonín y Nelson Rueda), Mauricio Dayub volvió a constatar la experiencia masiva en la que se convirtió su proyecto más personal e íntimo: la obra El Equilibrista.

"El equilibrista", unipersonal de Mauricio Dayub
"El equilibrista", unipersonal de Mauricio Dayub

El actor continúa viajando por el país con un unipersonal que escribió junto a Mariano Saba y Patricio Abadi y que dirigió César Brie, quien le aportó su sello artístico indiscutible. La obra es un relato que desde el primer momento busca emocionar, con el foco puesto en el legado de la familia y los lazos menos perceptibles que unen a un hombre con sus antepasados. De esa historia que tiene aspectos reales de la vida de Dayub, el espectáculo no deja de crecer hasta volverse un fenómeno insospechado para el actor, quien la estrenó en su propio espacio independiente, el Chacarerean, y para un público reducido.

Su presentación en el Teatro Real de Córdoba agotó localidades, quedó gente afuera y recibió una ovación del público emocionante. De hecho, ahora prepara una función especial para el 15 de noviembre en el teatro El Nacional. Una obra que nació como una apuesta personal y autogestiva y ahora cada vez más gente espera ver.

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