Nuria Espert: "Lorca sigue siendo mágico y la gente sabe que ahí hay un tesoro al que se tiene que acercar con el alma abierta"

Infobae Cultura dialogó con la prestigiosa actriz española, quien regresa a Argentina para presentar una versión del “Romancero gitano”, de Federico García Lorca, entre el 5 y el 7 de abril en el Teatro Cervantes. Además, recordó al director argentino Víctor García y reflexionó sobre la universalidad del autor granadino

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Nuria Espert regresa al país con una versión de “Romancero gitano”
Nuria Espert regresa al país con una versión de “Romancero gitano”

Para los memoriosos y para la historia del teatro argentino, la actriz española Nuria Espert está asociada a Federico García Lorca y en particular a Yerma. Estrenó la obra bajo la dirección del tucumano Víctor García en 1971 en España, y hacia 1974 la trajeron a Buenos Aires. Permaneció en cartel con un gran suceso durante casi un año.

Ha venido con otras obras en varias ocasiones al país y entre el 5 y el 7 de abril presentará su más reciente espectáculo, la versión del Romancero gitano, una de las obras poéticas más importantes del granadino. Serán solo 3 funciones en la sala María Guerrero del Teatro Nacional Cervantes. Su presencia en la escena, con la puesta del catalán Lluis Pasqual, promete ser imperdible.

Incorporando a la dramaturgia no solo los romances, sino también los comentarios del propio García Lorca y los recuerdos de la Espert niña, que lo conoció de la mano de sus padres, la obra se presenta como un diálogo poético entre la actriz y la obra del autor, al que conoce como pocos.

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Apenas unas butacas, un texto de una riqueza inusual, y una actriz cuya voz sigue volando se instalan en el centro de la escena para recuperar los elementos básicos del hecho teatral. Estos 18 romances dan cuenta de gran parte de la poética lorquiana: el amor y la violencia, el sino trágico, el habla popular, la tradición, la relación del hombre con su tierra.

Según Pasqual "Nuria ha respirado Federico durante muchos años. Por eso a veces, como un relámpago, aparece en medio de la lectura el recuerdo de algo compartido por la actriz y el poeta más allá del tiempo y de sus normas".

En la conversación con Infobae Cultura, Espert fue cálida, amable y cerró la entrevista instalando en el aire una emoción contenida. Además de hablar de su relación con Lorca –y con Shakespeare, cuyas obras se vinculan- recordó especialmente al dramaturgo y director argentino Victor García, injustamente olvidado por el teatro nacional. Como contó Espert, para el gran maestro Peter Brook hubo un antes y después en el teatro universal a partir de su puesta de Yerma.

Lluis Pasqual y Espert
Lluis Pasqual y Espert

¿Por qué decide volver a Lorca y particularmente al Romancero gitano?

La respuesta es simple: no puedo pasar mucho tiempo lejos de él. Le conozco desde que era una niña y mis padres me enseñaron algunas de sus poesías. Después di recitales, hice Yerma, hice La casa de Bernarda Alba, Doña Rosita La Soltera o el lenguaje de las flores, y todo eso con recitales con Alberti, con recitados de Lorca, y siempre vuelvo a él. Me voy, hago Shakespeare, hago El rey Lear y vuelvo a Lorca; hago La violación de Lucrecia y vuelvo a Lorca. O sea que es como inevitable.

Menciona usted a Shakespeare y hay una relación feliz en términos artísticos entre la obra de ambos. Sus mujeres, su sentido trágico, sus relatos sobre el amor, el poder y la violencia. Ya que los conoce tan bien a los dos ¿cómo trazaría usted esa relación?

Ambos tienen una gran facilidad para conectarse con los públicos. No el público, sino los públicos. Para ninguno de los dos es una dificultad que el público no hable sus lenguas, siempre sus imágenes sustituyen a las palabras, y eso permite que entiendan La casa de Bernarda Alba en Japón o Israel o en China. Y Shakespeare es entendido y sentido en todas partes del mundo. Hay grandes autores de teatro además de ellos, naturalmente, y yo he interpretado a muchos de ellos, pero si echamos una mirada a mi carrera hice Julieta cuando tenía 16 años, hice La Tempestad cuando tenía 50, La violación de Lucrecia con 60, o sea toda una vida de teatro en la que ellos dos han tenido un lugar esencial. Han entrado en mi carrera O'Neill, Ibsen, Sartre y algunos más también. ¡Y ahora que lo digo así todo seguido parece muchísimo!

Nuria Espert (EFE)
Nuria Espert (EFE)

Pero ustedes se habían juntado para que la ayude a una ceremonia en la que le entregaban un premio y terminó siendo una puesta teatral.

-Así es. Me entregaban el Premio Especial Europa de Teatro y le pedí a Lluis que me seleccionara unos pocos poemas, dos o tres, para concurrir allí a dar las gracias. Cuando nos pusimos a trabajar, y fueron días y semanas, nos dimos cuenta que habíamos creado algo completamente diferente, algo entre el teatro, la biografía, la poesía. Todo bajo el paraguas grande de la poesía de Lorca.

Cuando entraba en la adolescencia sabía, porque lo escuchaba en la radio, porque hablaban en la televisión, porque mis padres habían ido a verla, que había una obra de teatro muy trascendente que era la puesta de Yerma, que usted protagonizó en los años '70. Ahí aparecen por primera vez esas tres patas de la relación de larga data: usted, Lorca y Buenos Aires…

-Y falta una cuarta parta, que era Víctor García.

Por él quería preguntarle

-Es imposible hablar de esa Yerma sin hablar de Victor. Era un genio, un mago. Hizo que ese poema que es Yerma, donde se dice "tomate la leche" o "no vuelvas tarde" y de pronto empieza a volar, Víctor logró que los actores volaran con el poeta. No puedo comprender porque en Argentina no lo recuerdan. Porque además era muy argentino, en el sentido más amplio y bello de la palabra. Víctor era TAN argentino, no podía ser de ningún otro sitio. Lo llevaba en la raíz y no comprendo cómo ustedes, tan generosos que son, le han olvidado.

El afiche y una imagen de la histórica presentación de “Yerma”, con Nuria Espert
El afiche y una imagen de la histórica presentación de “Yerma”, con Nuria Espert

"Aquí en España se le recuerda más, quizás por Las Criadas, Yerma y Divinas Palabras las creó aquí y las hicimos durante años. Pero yo sé que en Argentina no tiene su lugar, que solo tienen de referencia la Yerma, aunque esa puesta debería bastar para saber que tenían un genio.
Ha ganado premios y ha actuado en los mejores teatros de París, de Londres y de Nueva York. Tal vez tenga que ver con que Víctor no era especialmente sociable y tenía una profunda soledad o porque era una persona dolorosa. Tal vez eso no ha ayudado a gozar de la alegría que significa recibir el país de uno el reconocimiento al valor extraordinario que tenía. Según Peter Brook cambió la historia del teatro. Cuando él vino a ver Yerma en Madrid, me dijo delante de todo el mundo, 'hay un antes y un después en el teatro de mundo a partir de Yerma'".

-¿Qué siente en regresar a Buenos Aires con Lorca y subirse a un escenario como el del Teatro Cervantes?

-Nada podría hacerme más feliz. Es una estancia corta, pero he visto las fotografías del Cervantes preciosísimo que me está esperando y está esperando a Lorca. Espero que el paso brevecito me quitará la nostalgia que tengo siempre de Buenos Aires. Cuando estuve allí por primera vez fue con Yerma y estuve durante meses y meses. Dejé montones de amigos con los que todavía me carteo por internet, gente con la que hemos envejecido juntos y nos queda un gran cariño y respeto, además el amor que tenemos todos por el teatro.

(EFE)
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Seguramente hay muchos jóvenes que van al teatro a ver sus espectáculos y con quienes usted dialoga desde la escena ¿cómo se encuentran ellos con esta poética que le propone?

-Si no son muchachos y muchachas que están cerca del teatro, yo creo que el golpe emocional que reciben es exactamente igual que el que sintió mi generación viéndolo sobre un escenario. Él no envejece, nosotros envejecemos. Pero las juventudes compran sus libros, leen sus poemas. El público más allá de jóvenes y adultísimos, sigue respondiendo, abarrotando sus teatros. Su nombre sigue siendo mágico y la gente sabe que ahí hay un tesoro al que se tiene que acercar con el alma abierta. Tanto sea La casa de Bernarda Alba, o el Romancero o los Sonetos del amor oscuro. Cuánta juventud ha encontrado en esos poemas parte de sus vidas, de su manera de amar. Lorca es infinito y tiene infinitos prismas. Yo que me he acercado tanto a él, no he recorrido ni una centésima parte de todo lo que tiene para dar.

Hay un tema que en los últimos años ha sido parte de los debates alrededor de García Lorca y que no tiene resolución: la posibilidad de investigar dónde está su cuerpo, como murió, por qué hicieron desaparecer sus restos ¿usted cree que esto es importante o lo siente como algo menor?

-No lo sé, no lo sé. No puedo pensar que está ahí. No. Realmente se sabe tan poco, se ha investigado mucho pero se sabe muy poco. Y han pasado tantos años y se han escrito tantos libros y se ha hablado tanto de ello… pero yo quisiera pensar que eso fue soñado hace tiempo. Me gustaría pensar que los ángeles se lo llevaron, esos mismos ángeles que están en sus poemas.

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