Luc Besson dio una clase magistral y divertida de cómo se hace cine hoy

El director de "El perfecto asesino" y "El quinto elemento" se presentó en la Usina del Arte. Un auditorio colmado de estudiantes de cine pudo hacerle preguntas. En pocas semanas se estrenará "Valerian y la ciudad de los mil planetas", su último filme.

Era sábado, y aunque la master class de Luc Besson en la Usina del Arte empezaba a las 10.30, una hora y media antes ya había una fila enorme de gente, en su mayoría jóvenes, esperando para retirar sus entradas. El auditorio se vio colmado muy pronto y luego de la proyección de un montaje repasando la filmografía del director francés, conocido mundialmente por películas como Nikita, El perfecto asesino y El quinto elemento, Besson apareció en el escenario y fue recibido con muchísimos aplausos, grititos y silbidos de entusiasmo. Lo mismo ocurriría horas más tarde, en su presentación en la Comic Con.

El periodista y productor Axel Kuschevatzky no llegó a formular la primera pregunta cuando Besson (París, 1959) lo interrumpió sorpresivamente. "¿No podemos hacer que las preguntas las hagan ellos?", dijo, señalando al público. "Si no, es como si estuvieran viendo la tele. ¿Cuántos estudian cine acá?", preguntó abiertamente a la sala. La gran mayoría de los presentes levantó la mano. "¿Ves?", miró a Kuschevatzky. "Por eso quiero que me hagan las preguntas ellos", explicó.

La emoción se respiraba en la audiencia: no solo eran estudiantes de cine sino que muchos de ellos son particularmente fans de la obra de Besson. Desde el público hubo agradecimiento explícito por tener la posibilidad de preguntar. La primera respuesta que dio el cineasta tuvo que ver con algo básico y fue que lo clave, siempre, es tener algo para contar. Entonces relató una anécdota sobre su primer corto, del que no quedan rastros. Trataba sobre sirenas, él tenía 17 años. Cuando lo vio proyectado no pudo controlar sus lágrimas. "¡Soy un director, soy un director!", pensaba. Sin embargo, la decepción y frustración llegaron cuando advirtió que, a los ojos de sus amigos, la película no era buena. Fue entonces cuando tomó la decisión de quemarla.

El micrófono pasó de mano en mano durante una hora y media entre un público lleno de preguntas que abarcaron temas amplios, desde cómo manejar la dirección de actores y elegir los encuadres de una película, hasta el desafío del rol multifunción "productor-director-guionista" que él tan bien conoce. Al final, incluso le preguntaron si realizaba algún tipo de actividad relajante para poder mostrarse tan en paz durante la entrevista. "No consumo drogas ni tomo alcohol, si es eso lo que me preguntás", dijo, y naturalmente generó risas en la sala, sobre todo cuando señaló que como además no fuma, los franceses no lo reconocen como un par por este motivo.

Muchas de sus respuestas fueron simples al lado de lo que las preguntas pretendían, pero no porque no supiera cómo responderlas, sino porque siempre terminaba reformulándolas para contar algo más. Luego de citar personajes como Mathilda (El Perfecto Asesino) y Leeloo (El Quinto Elemento), un chico preguntó "¿Cómo hacés para crear personajes femeninos tan fuertes?", a lo cual Besson respondió casi dando una clase de feminismo, y sin pensarlo demasiado: "Escribo los personajes femeninos igual que los masculinos".

Para Besson, la música es el segundo diálogo de la película: "Hay cosas que no se cuentan pero que la música muestra". Sin embargo, considera que es esencial que el primer guión sea bueno y no dependa de la banda sonora para ser "mejor". Éric Serra (1959) es el compositor con el que más se entiende: cuenta que el mayor problema que esto le trae es que, al conocerse tan bien, Serra le lleva siempre lo que él quiere. "Y a veces", dice, "prefiero un desafío, y no algo que ya sé que quiero. Éric está muy enojado porque no lo llamé para trabajar en Valerian".

Aunque nació en Francia, el guionista y director vivió en Croacia y en Grecia, por lo que siempre estuvo cerca del mar. "Mis padres eran muy abiertos, y mis dioses fueron el mar, las olas y las rocas", dijo acerca de lo más aproximado a una relación con la espiritualidad.

Luc Besson llegó a la Argentina para promocionar su nueva película, Valerian y la ciudad de los mil planetas (protagonizada por Dane DeHaan y Cara Delevingne, se estrena el 20 de julio), basada en un cómic francés de fines de los '60. En su cuenta de Twitter, publicó una foto de los creadores del cómic, Christin y Mézières, de 80 años, en la que se los ve en la proyección de la película luego de 50 años desde el primer dibujo.

La idea de adaptar la historia surgió por primera vez hace muchos años, a partir de su fanatismo, pero cada vez que se planteaba llevarla a la pantalla consideraba que no era el momento para hacerlo. En parte, porque los avances tecnológicos todavía no eran suficientes para representar lo que él tenía en mente. "Ahora la tecnología te deja hacer casi todo lo que quieras, la imaginación es el límite", dijo, mencionando a James Cameron y a su Avatar como uno de los mayores referentes dentro del desarrollo de estas posibilidades.

"Las ideas son como semillas, plantás una y cada tanto vas y la regás un poquito, y la dejás al sol. A veces después de mucho tiempo no germina nada, pero tenés otras que un día brotan", dijo, y la metáfora natural fue de una claridad abrumadora.

MAS DEFINICIONES DE LUC BESSON

"Yo era muy malo dirigiendo actores cuando empecé: les tenía miedo. Pero luego entendí cómo funciona."

"A los actores tenés que mostrarles quién está a cargo porque en realidad son ellos quienes siempre tienen miedo."

"La cámara es el lápiz, y la cámara, el lente y la distancia son las herramientas para trabajar tu cuadro."

________________

MIRA EL TRAILER DE "VALERIAN Y LA CIUDAD DE LOS MIL PLANETAS"

________________

LEA MÁS:

_________________

Vea más notas de Cultura