Todo comenzó con un hackeo. El robo de 46.703 bitcoin a un proveedor que daba acceso a una billetera online del primer pool de minería de bitcoin, llamado Slush Pool en 2012, dio lugar a dos acontecimientos importantes para la industria cripto.
En primer lugar, la misma comunidad bitcoiner -mucho más subdesarrollada que la actual- empujada por la personalidad de Gavin Andersen propuso la implementación de una actualización del protocolo en abril de 2012.
La segunda respuesta al hackeo vino de Marek Palatinus que inventó la primera billetera fría, es decir, el primer dispositivo que almacenaba bitcoin desconectado de internet, por tanto, imposible de ser hackeado. Este invento, conocido con el nombre de Trezor, rápidamente encontró un lugar entre los clientes al combinar la seguridad de una billetera offline y a la conveniencia de los pagos online.
Las billeteras frías permiten que el usuario sea el único controlador de su llave privada (contraseña) sin que la empresa pueda secretamente robar sus fondos. A su vez, al no requerir un servicio de custodia por parte de terceros, el dueño de la billetera puede conservar su anonimato.
Bach Nguyen, Director de Marketing de Trezor, sostuvo en una entrevista con Cripto247 que no es irónico que las monedas virtuales necesiten de un dispositivo físico para mantenerse seguras ya que son las únicas que hacen fácil el manejo con criptomonedas. "Las personas tienen billeteras físicas para el dinero fiat, es algo tangible, por eso no llama la atención que busquen lo mismo con criptomonedas".
Consultado sobre si las billeteras Trezor soportarán todos los forks de bitcoin (como diamond, platinum, pizza), tal como sucedió con bitcoin gold, respondió que "cuando arrancamos a aceptar bitcoin gold sabíamos que estábamos abriendo una caja de pandora, que todos los forks de bitcoin (altcoins) querrían ser aceptados en nuestros dispositivos. Pero cuando fueron surgiendo no contábamos con horas hombre disponibles para desarrollar nuestros servidores back end".
Sin embargo, indicó que los programadores de Trezor están trabajando hoy en un nuevo servidor llamado The Black Book que es más eficiente y hará que sea más fácil incorporar nuevas criptomonedas a sus billeteras frías. "Existe la posibilidad de que aceptaremos una variedad más extensa de los forks de bitcoin" sostuvo pero remató: "igual no es una promesa".
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SatoshiLabs es la organización innovadora detrás de algunos de los proyectos más importantes e influyentes de Bitcoin y las criptomonedas en general, principalmente de Trezor o CoinMap.org, el reconocido sitio web que le permite al usuario descubrir los negocios, locales o servicios que aceptan bitcoin en el mundo.
Las billeteras de esta empresa están solo disponibles en inglés por el momento, por eso, no resulta extraño que los países donde más venta tienen son Estados Unidos, Australia y Reino Unido.
"Cada hackeo que se realiza hoy a algún exchange hace subir automáticamente la demanda por billeteras hardware como las nuestras", explicó Jan Pecinovsky, oriundo de República Checa y Director de Ventas de Trezor.
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Pecinovsky se unió a la empresa solo un mes después de que se fundó en diciembre de 2013. Originalmente, cuenta el experto, desde Trezor habían pensado en crear solo 100 dispositivos para ellos y para sus amigos. Pero todo se desvirtuó y la demanda sobrepasó las expectativas de todos. En ningún momento del 2017 necesitaron realizar una campaña de marketing: "Nos quedabámos constantemente sin stock".
Y si el precio del bitcoin tiene relación con el aumento de la demanda, como sostiene Pecinovsky, en diciembre de 2017, cuando el valor del bitcoin rozó los 20 mil dólares las ventas representaron un récord.
“Expandimos la capacidad de producción tantas veces. En el último año expandimos nuestra capacidad de producción unas 20 veces. Ahora estamos en condición de vender productos en muchos otros países. Vinimos a América Latina para buscar socios estratégicos y distribuidores de nuestros productos que nos ayuden evangelizar sobre bitcoin y la importancia de atesorarlos fuera de la red”, sostuvo.
En cinco años en la empresa pasaron de ser 12 a ser 50 y como toda organización que se aggiorna a los mandatos de la innovación no usan trajes ni corbatas. El director de Ventas añadió: "Tenemos playstation y un metegol en la oficina".
"[Al principio] Mi familia no tenía idea donde trabajaba ni qué hacía todo el día. Para ellos yo era un mago loco que jugaba con una caja negra. Intenté con paciencia explicarles pero debo admitir que tardé mucho en que comprendieran de qué se trataba el trabajo", comentó entre risas.
Actualmente Trezor se encuentra intentando explorar y penetrar nuevos negocios coordinando alianzas con distribuidores y proveedores de cada país. Llegaron a América Latina para participar del Blockchain World Congress realizado en Buenos Aires el pasado miércoles.
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