Precio del dólar en Colombia sigue a la baja y podría caer a $3.700 si se cumple una condición: así cerró el 23 de septiembre

El dólar estadounidense cerró la jornada del 23 de septiembre de 2025 en Colombia en un promedio de $3.844,54, lo que representó una caída de $7,62 frente a la Tasa Representativa del Mercado (TRM), que se ubicó en $3.852,16. Según informó la plataforma Set-FX, durante el día se negociaron más de USD2.278 millones en 3.292 transacciones, nivel histórico y solo superado por el registrado el 3 de marzo de 2022, con un precio de apertura de $3.845,00, un máximo de $3.865,00 y un mínimo de $3.830,00.

En los últimos siete días, el dólar estadounidense acumula un descenso 0,57%, por lo que en términos interanuales aún acumula una bajada del 11,25%.

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Con respecto a jornadas pasadas, cambió el sentido del dato anterior, en el que se saldó con un ascenso del 0,5%, sin ser capaz de fijar una tendencia definida. La volatilidad referente a estos siete días es inferior a los datos conseguidos para el último año (13,87%), lo que manifiesta que podemos decir que está pasando por un periodo de mayor estabilidad últimamente.

Dicho movimiento se registró luego de que, a nivel internacional, se conoció que el índice compuesto de gestores de compras de EE. UU. (PMI, por sus siglas en inglés) se ubicó por debajo de lo esperado. En septiembre, el PMI registró 53,6 puntos, inferior tanto al dato previsto como al observado en agosto (54,6). Este resultado obedeció a una desaceleración en los sectores manufacturero y de servicios.

Además, el mercado permanecía atento a los comentarios del presidente de la FED, Jerome Powell, programados para la tarde.

A nivel local, se destacó que el monto negociado durante la jornada ascendió a USD2.278 millones, lo que refleja una oferta significativa de dólares en el mercado.

De acuerdo con expertos de Acciones y Valores, a nivel regional, las monedas andinas operaron mixtas: el peso chileno lideró las ganancias apoyado en la estabilidad del cobre y expectativas políticas favorables, mientras que el sol peruano permaneció estable y el real brasileño extendió avances.

Según estos, en el caso del peso colombiano, su resiliencia sigue respaldada por el diferencial de tasas y por un entorno externo de menor fortaleza del dólar, aunque persisten riesgos asociados al deterioro fiscal, la incertidumbre sobre el Presupuesto General de la Nación de 2026 y el escenario político local, factores que podrían moderar la tendencia de apreciación que lo ha consolidado como una de las divisas emergentes de mejor desempeño en 2025.

Sobre lo que pasa con el dólar en Colombia, el chief business officer de la fintech latinoamericana Global66, Rodrigo Lama, anotó que la semana arrancó con mercados prudentes, aun digiriendo el primer recorte de tasas de la FED y a la espera de un conjunto de datos macroeconómicos que marcarán la pauta de los próximos días. Según dijo, el telón de fondo combina una desaceleración gradual del mercado laboral y presiones de costos contenidas, mientras el dot plot y el comunicado post-FOMC apuntan a una ruta de recortes gradual y dependiente de los datos.

Dicho lo anterior, de acuerdo con el experto, si los datos macro en EE. UU. sorprenden al alza y la inflación se mantiene moderada, se disiparán los temores de estanflación, continuará el rally de los activos de riesgo y el dólar tenderá a debilitarse a nivel global. “En ese contexto, el dólar en Colombia profundizará su caída hacia $3.800, apoyados por rendimientos del Treasury al alza y un aumento en los flujos de capital hacia mercados emergentes”.

En cambio, si la actividad sorprende a la baja y surgen brotes inflacionarios, podría activarse un rebote técnico del dólar. “El dólar en Colombia podría acercarse a $3.950, en un entorno de baja de rendimientos del Treasury, mayor aversión al riesgo, volatilidad al alza y toma de utilidades generadas en semanas anteriores”, indica el experto de la fintech Global66.

Por su parte, la analista de mercados de HFM Paula Chaves anotó que la reciente apreciación del peso colombiano fortaleció la expectativa de que la tasa de cambio pueda llegar a niveles de $3.750 por dólar. Según ella, no se trata solo de un ajuste técnico en el mercado, sino de un cambio con efectos profundos en la economía.

Ante esto, aseguró que “la probabilidad de ver el dólar en este rango aumenta día a día, en la medida en que confluyen factores como la entrada de capitales, la política monetaria internacional y la resiliencia de los activos emergentes”.

En términos inflacionarios, aclaró que un peso fuerte eleva la probabilidad de que los bienes importados sigan bajando de precio. Electrodomésticos, tecnología, vestuario y repuestos ya muestran condiciones favorables para los consumidores, mientras que los combustibles tenderían a ser menos costosos si persiste la revaluación. Al respecto, destacó que el escenario refuerza la tendencia desinflacionaria en curso y mejora las perspectivas de ingreso real de los hogares, en particular de los estratos medios y altos, con mayores probabilidades de expansión en el consumo.

Confirmó que el papel del Banco de la República también entra en juego. Y es que con tres reuniones consecutivas manteniendo la tasa inalterada, la última el 1 de agosto, el Emisor mostró cautela frente a los recortes. Entonces, la probabilidad de que un peso fuerte le abra espacio para actuar en el futuro es significativa, ya que la revaluación reduce presiones de inflación importada.

“Sin embargo, todo dependerá de cómo evolucionen la inflación de servicios, la indexación salarial y la demanda interna. El mercado estará atento al encuentro del 30 de septiembre, cuando se conocerá si el banco central mantiene su prudencia o decide dar el primer paso en un nuevo ciclo de flexibilización”, añadió la experta.